Almagro derrotado en Bolivia, el espejo de Astori hecho añicos, los pueblos viven

El resultado del plebiscito en Chile este pasado domingo es un grito a favor de la libertad y la justicia social, contra la mentira, el engaño y la traición. Es también un reconocimiento a Salvador Allende, su gobierno y su lucha contra el alcahuete y servil de EEUU, Augusto Pinochet.

El pueblo chileno va a cambiar la constitución creada por hijos putativos de EEUU, militares criminales y corruptos asociados a especialistas y técnicos preparados para robar al pueblo y sus trabajadores con la idea elaborada por los ricos, el libre juego de la oferta y la demanda.

El entusiasmante triunfo del pueblo chileno es una enorme bocanada de aire fresco que sumado al triunfo del MAS en Bolivia ayuda a creer en las ideas justas, en dirigentes honestos y comprometidos, en el pueblo organizado y movilizado.

Estimado lector, debemos ser claros y precisos: no fue un milagro, fue parte de la lucha y la resistencia y de plantearse lograr un mundo justo, solidario e igualitario.

No es la idea por lo que se lee, se escucha y se ve, que el triunfo en Bolivia y del pueblo chileno sea una forma de tranquilizar al pueblo ni que los pueblos se organicen y se movilicen.

Es cierto que varias fueron las modificaciones a aquella constitución pinochetista, pero en la votación de domingo nació con fuerza un grito de libertad que hacía años se preparaba en miles y miles de chilenos de una u otra manera.

El gobierno de Salvador Allende fue derribado por orden de EEUU. Hoy en un mundo unipolar el pueblo chileno decide ser protagonista y como siempre los pueblos buscan libertad, la justicia social; sin embargo los dirigentes políticos y sociales muchas veces cruzan la vereda y dejan al pueblo solo y engañado.

Casi 15 millones de chilenos estaban llamados a votar; con barbijos y la esperanza de un cambio, se vieron largas filas durante la mayor parte del día en los centros de votación. En este histórico plebiscito, el pueblo chileno también optó mayoritariamente, con un 79% de los votos, por una convención constituyente integrada 100% por miembros escogidos popularmente, para redactar la nueva Constitución. Este hecho también demuestra el hartazgo del pueblo con dirigentes políticos que se defienden entre ellos, se cubren entre ellos, se enriquecen pero dejan al pueblo siempre queda en la banquina.

Es bueno recordar en nuestro país la gran estafa que promovió Luis Almagro, un gran mentiroso, un gran estafador y un gran lame bota del imperio para que el pueblo boliviano se ensangrentara negando la victoria de Evo Morales en la elecciones del 2019. Y también hoy, cuando avanza la política de la derecha multicolor dirigida por el herrerismo, no podemos dejar en el tintero el papel nefasto, antinacional y pro multinacionales del ex ministro Danilo Astori.

Este hombre fue ministro y hoy senador del FA; jugó un rol fundamental para empobrecer a nuestros trabajadores y vale la pena recordar cómo le proponía al pueblo uruguayo tener referencia en Chile y afirmaba “Chile debe ser nuestro espejo”.