Una nueva etapa
- Gonzalo Abella
- 19 oct 2020
- 3 Min. de lectura

El objetivo principal de la UP es convocar a nuestro pueblo para recorrer un camino político que es el opuesto al curso actual, el que impone tanto el Gobierno Nacional como los departamentales. Proponemos reemprender la senda artiguista hacia la liberación nacional y el Socialismo; un camino soberano, socialmente solidario y ambientalmente sustentable.
Cada acto electoral en el que participamos es una tribuna para difundir nuestra propuesta. La recepción del mensaje no se expresa mecánicamente en el número de votos que obtenemos aunque el número es un indicador importante. Nuestra propuesta llega a la población de formas muy diversas, más allá del voto, generando (lentamente al principio) el crecimiento de la conciencia necesaria.
No somos “electoralistas”; no aparecemos solamente para cada acto electoral para luego desaparecer de inmediato. Eso sí: estudiamos seriamente nuestros avances electorales y más aún nuestros retrocesos, pues nos dan un indicador en cantidad de cómo logramos transmitir o no nuestra propuesta, de cómo cambian las circunstancias externas y qué nivel de conciencia exhibe nuestro pueblo en cada ocasión. Estudiamos los resultados barrio a barrio, departamento a departamento, y en cada lugar evaluamos nuestra relación numérica entre militantes y votantes. Aprendemos y desarrollamos lo aprendido.
La Pandemia nos complicó especialmente, y nos dificultó las comunicaciones y los actos masivos, que siempre fueron el recurso de los que no podemos pagar entrevistas en TV ni propaganda costosa en los grandes medios. Pero por otro lado la Pandemia nos ayudó a entender la importancia de la organización de base, y la importancia de asegurar las comunicaciones entre todos los organismos de la UP. Las comunicaciones deben mantenerse aún bajo las circunstancias más adversas, aún bajo un Estado de Sitio o Medidas Prontas de Seguridad motivadas por la Pandemia o por lo que sea. En ese sentido, ya podemos afirmar lo que decía una vieja canción: en la UP somos “pocos pero bien montados”.
La evaluación de este largo año electoral ya comenzó en la cabeza de cada uno, en las organizaciones de base de la UP y en las reuniones informales de militantes. Debe empezar así, por abajo. Una convocatoria demasiado temprana a un nuevo Encuentro Nacional de la UP nos impediría decantar, aprovechar al máximo, la formidable experiencia que han atesorado las organizaciones de base de la UP, y que apuntan a rectificar todas las insuficiencias detectadas en cada lugar.
Algunos compañeros ya estamos recogiendo opiniones y sugerencias de base, las más variadas, y procuraremos devolverlas a sus proponentes de forma organizada. Cuantos más seamos en esa tarea previa, actuando colectiva o individualmente, será más completo el reflejo de las opiniones de nuestros militantes y votantes. Desde luego, toda moción personal o colectiva será bienvenida, si se traslada al Coordinador con la debida anticipación al Encuentro.
No hay prisa. El nuevo escenario político nos da un punto de observación privilegiado para demostrar la veracidad de nuestras denuncias. El Gobierno Nacional aplica las políticas de mercado y de subordinación internacional, de entrega del patrimonio de la forma más salvaje, haciendo que los trabajadores paguen el precio de la crisis, mientras los más ricos siguen acumulando capital. Por su parte, las intendencias de Montevideo, Canelones y Salto nos muestran el verdadero rostro del oportunismo, el mismo que quiere disfrazarse de “izquierda” en el discurso parlamentario y en el discurso (sólo en el discurso) de la cúpula del PIT CNT.
Pero no alcanza con demostrar que nuestras denuncias son verdad. Debemos insertarnos, acompañar, conocer, y fortalecer nuestra organización de base, con planes a escala de barrio, de municipio, de departamento, de país.
Vienen tiempos difíciles y dolorosos. Debemos estar a la altura de ellos para conducir (ojalá no solos) el despertar inevitable de la gente.
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