top of page

3% Meritocracia, explotación y Revolución

  • Prof. Andrés Freire
  • 23 nov 2017
  • 3 Min. de lectura

El cine lo hemos dicho muchas veces refleja de una manera metafórica o alegórica el mundo en el que vivimos, no el mundo en el que creemos vivir, sino el mundo descarnado en el que vivimos sometido bajo la dictadura del capital global, donde cada cosa por pequeña que pueda parecer se transforma en una trinchera, sea el amor, la belleza, o nuestra propia y única capacidad de indignación, decir NO a voz en cuello cuando se debería decir que sí, y de decir SÌ cuando todos esperan que digamos que NO. 3% es una serie de televisión brasilera que cuenta con la participación del talentoso compatriota Cesar Charlone, y se puede ver por la plataforma Netflix y los sistemas alternativos que la gente normalmente utiliza, en ella se nos muestra un mundo dividido entre un 97% que vive en el continente sumergido en la más inmensa miseria y un 3% que vive en una isla paradisiaca, siendo seleccionados a través de duras pruebas que tienden a que sólo “los mejores”, los “meritorios” sean los que puedan llegar a ahí. Objetivamente más allá de las intenciones de los productores y directores de la misma, al igual que por ejemplo en In Time, nos hallamos frente a la que sería la última serie comunista en la historia del cine. A través de un futuro imaginario, demasiado parecido a nuestro presente se nos muestra como es nuestra sociedad actual y su ideología dominante, un número cada vez mayor de personas que somos en términos relacionales más pobres, y un número cada vez más pequeño inmensamente rico, y cada grupo con vidas más diferentes. Así por ejemplo tenemos el personaje de Fernando, él está en una silla de ruedas solamente porque es pobre, si logra ingresar al 3% podrá ser operado en alta mar, donde viven los privilegiados y podrá caminar. ¿Acaso nuestro mundo no es así? Sí los ricos también mueren, pero viven más y sufren menos, pueden tener acceso a muchos medicamentos o tratamientos que para algunos son inaccesibles. Y la ideología que justifica este orden social es la meritocracia, sólo “los mejores”, los “que han estudiado duro y trabajado duro tienen acceso al privilegio”, pero eso es simplemente ideología, una justificación de la realidad, ya que en realidad lo que existe es una maquinaria de poder que se perpetua a sí misma a través de la cooptación. Justificada además por la religión con la figura de un pastor que exalta a tener fe en el “Proceso” de selección de ese 3%. La “Causa” es el movimiento revolucionario que buscará terminar con esa situación en nombre de la igualdad, en condiciones terribles, siendo duramente perseguido, sometidos a torturas sus militantes capturados y buscando infiltrar toda la estructura de poder. Y como si fuera la metáfora final de estos tiempos, uno de los personajes centrales que dirige este sistema, era un antiguo combatiente de la misma convertido en un ferviente partidario del sistema, que trata de reclutar a algunos de los cuadros opositores para el mismo, en un juego de mascaras y espejos. Ver nuestro tiempo como realmente es, y no como pensamos que es a veces es posible mirando un film, nos muestra una mentira que es más verdad que la mentira en la que vivimos, es un pasaje más al desierto de lo real. Explotación, poder, represión, revolución, la cooptación como mecanismo de reproducción de la elite dominante, el rol de la religión, la ideología meritocratica, y los vericuetos de lo que es la política en su esfera macro y micro, con opciones terribles y éticamente muy discutibles que deben tomar los personajes son algunas de las cosas que podemos ver en como dije, la última serie comunista para televisión.

Commentaires


Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
Noticias destacadas
Noticias recientes
bottom of page