Jubilaciones privilegiadas y jubilaciones de hambre
- Proc. Fabrizio Bacigalupo
- 8 jun 2017
- 2 Min. de lectura

En nuestro Uruguay, existen jubilaciones privilegiadas y jubilaciones de hambre. En el caso de las privilegiadas. De las casi 55.000 jubilaciones y pensiones que paga mensualmente el Servicio de Retiros y Pensiones Militares (Caja Militar), 40 son superiores a los $ 190.000 por mes. De esas, un total de 27 pertenecen a militares que en los gobiernos democráticos recibieron la “reconstrucción de su carrera”, que había quedado suspendida en los años de la dictadura (1973 - 1985), por motivos políticos. Además, a estas personas que fueron reparadas, el Parlamento les votó por unanimidad un aumento permanente de 25% en sus nuevos haberes. Los otros 13 son ex jefes de alguna de las tres Fuerzas (Ejército, Armada y Fuerza Aérea).
Por otro lado, existen jubilaciones de hambre. Por ejemplo, una persona que en los últimos años previo a jubilarse cobró $ 40.000 y se jubila por vejez a los 60 años de edad y con 30 años de trabajo, si no tiene AFAP cobrará $ 19.500 de jubilación, mientras que si se jubila por incapacidad cobrará $ 28.167. Es decir que cobra un 44% más por incapacidad. Además por incapacidad se puede jubilar antes de los 60 años. Si, en cambio, ese trabajador tiene AFAP, su jubilación por vejez será de $ 20.785 ($ 14.625 por BPS, más $ 6.160 por AFAP) y de $ 30.875 si se jubila por causal invalidez ($ 21.125 por BPS y $ 9.750 por AFAP).
Estas enormes injusticias no fueron reparadas por los gobiernos del Frente Amplio. Por otro lado, existe un proyecto de ley demagógico presentado por una diputada colorada. La legisladora por Tacuarembó, Susana Montaner, recolecta firmas para darle impulso a un proyecto de ley que prevé pagarle una jubilación a las amas de casa del quintil de ingresos más bajo. El proyecto lo había enviado su hermana (fallecida), la senadora Martha Montaner al Poder Ejecutivo, que es quien tiene la iniciativa para proponerlo. La idea es que las mujeres amas de casa mayores de 60 años, del quintil más bajo, puedan acceder a una jubilación equivalente a un salario mínimo y si tienen menores a cargo dos salarios mínimos.
Montaner dijo que el beneficio alcanzaría a unas 30.000 personas. “Los recursos deben salir de Rentas Generales y significaría 0,3% del Producto Interno Bruto, aproximadamente US$ 160 millones que con hacer una administración ajustada de las economías de las empresas públicas bien se podría alcanzar rápidamente”, dijo la diputada. La legisladora considera que hoy el BPS hace “excepciones para muchos y se pagan jubilaciones no contributivas a presos o exiliados que son situaciones especiales”. Dijo que el pago no sería extendido por muchos años porque a los 70 años podrían acceder a una pasividad.
La propuesta es demagógica, porque el BPS hoy no tiene recursos para solventar esta jubilación a las amas de casa. Estas medidas buscan el aplauso fácil de los potenciales votantes, pero nada mas.
Por eso apoyamos la seriedad y el trabajo de la Coordinadora de Jubilados y Pensionistas del Uruguay, que con ideas y propuestas concretas, presenta soluciones.
(fabrizio19@ adinet.com.uy)
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