Tribunal de Horror

Nuevamente tenemos el tema de la impunidad sobre la mesa. El pasado jueves 27 de agosto, gracias a un pedido de acceso a la información pública que Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos realizó al Ministerio de Defensa, se dieron a conocer crueles y repudiables declaraciones de Gilberto Vázquez, ante el Tribunal de “Honor” del Ejército realizadas el 26 de julio de 2006, días después de fugarse del Hospital Militar.

Allí el coronel retirado manifestó la existencia del segundo vuelo, negado sistemáticamente por José Nino Gavazzo, coronel retirado que cumple condena, al igual que Vázquez, desde la comodidad de su hogar.

También confesó, enredado en asquerosos eufemismos, haber torturado y asesinado:

“Nosotros ejecutamos, no asesinamos, que son cosas muy diferentes. Nosotros no torturamos, nosotros apremiamos…”.

“Asesinar” se transforma en “ejecutar” mientras que “torturar” es ahora “apremiar” para este sicópata que no actuó solo sino, bajo el terrorismo de estado y en el contexto regional del Plan Condor.

Al siguiente día de difundirse estas declaraciones, el viernes 28, Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos realizó una conferencia de prensa donde dio a conocer la totalidad de las actas de ese tribunal.

Las confesiones de Gilberto Vázquez se conocen 14 años después -da que pensar-.

Desde este espacio repudiamos el ocultamiento de la información ya sea por negligencia o lo que es aún peor, a plena conciencia, llevado a cabo por las autoridades militares y jerarcas políticos de aquel tiempo.

La sociedad toda merece saber la verdad y es deber del estado investigar y hacer cumplir la justicia.

Los delitos de lesa humanidad no prescriben. Seguimos exigiendo acabar con la impunidad para ello se debe eliminar totalmente la ley de caducidad de la pretensión punitiva del estado.

Queda claro el marco de impunidad en el que se mueven estos señores. La información sigue apareciendo como pasada por cuentagotas, a paso de tortuga, la justicia va contrarreloj y día a día el estado nos decepciona.

¿Habrán más documentos ocultos como estos, traspapelados en algún cajón cuyo contenido debamos conocer?

A todo esto: ¿Dónde está Gilberto Vázquez? Ah sí, EN LA CASA.