Muriendo suavemente | Lavalleja
- José María Gorgoroso
- 30 may 2020
- 4 Min. de lectura

Amanecer a la entrada de la ciudad de Minas, departamento de Lavalleja
Hace 15 años atrás (2005) se presentaba un estudio que había sido llevado a cabo por RAPAL (Uruguay), REDES-AT (Uruguay) y ArnikaAssociation (República Checa) como parte de un trabajo más amplio realizado por el Grupo de Trabajo sobre Dioxinas, PCBs y Residuos de la Red Internacional para la Eliminación de COPs (IPEN, por su sigla en inglés). Los análisis de PCDD/F, PCB y HCB fueron realizados en la República Checa, en el laboratorio AxysVarilab.
El informe de los estudios establecía que: “Huevos de gallinas de campo recolectados cerca de dos plantas de cemento en Minas, Uruguay, presentaron niveles de bifenilospoliclorados (PCB, por sus siglas en inglés), expresados en equivalentes tóxicos determinados por la Organización Mundial de la Salud (EQT-OMS), dos veces más altos que los límites que propone la Unión Europea (UE). Además, los niveles de dioxinas en huevos excedieron los nuevos niveles de acción propuestos por la UE y resultaron casi dos veces más altos que los niveles de referencia”. Este fue el primer estudio de estas características realizado en Uruguay y 15 años después el único estudio presentando datos sobre COP en Uruguay; es decir que ni el gobierno nacional y mucho menos el gobierno departamental han tenido el mas mínimo interés en volver a realizar estudios de este tipo en la zona como forma de comparar resultados con los realizados en 2004. Sería indispensable dicha acción para saber a ciencia cierta si las plantas de cemento ubicadas en la ciudad de Minas (Ancap y Cucpsa) están emitiendo gases contaminantes en sus chimeneas y principalmente Cops. Al día de hoy la República Oriental del Uruguay está incumpliendo el Convenio de Estocolmo (del año 2001 y vigente desde el 2004) al cual adhirió, firmó y ratificó, convenio que exige a sus partes la eliminación de Cops.

Haciendo un poco de memoria vemos que el gobierno del FA no solo no cumplió con ese compromiso del país sino que empeoró la situación desde el mismo momento en que avaló la puesta en marcha de la planta de celulosa de Botnia (hoy Upm) en Río Negro y a partir de allí no solo autorizó otras dos plantas de celulosa en el país (una en pleno trabajo de instalación) sino que no llevó a cabo un solo programa o proyecto de eliminación de Cops al medio ambiente. Hoy recordamos cuando Tabaré Vázquez, siendo presidente del país, defendía la puesta en marcha de la primera planta de celulosa en territorio uruguayo expresando que Uruguay cumpliría con los compromisos asumidos como Estado con anterioridad a su gobierno; obviaba que el Convenio de Estocolmo también es un compromiso del Estado uruguayo y que el Estado nunca cumplió.
Volviendo a nuestra ciudad de Minas y al trabajo realizado en aquel año 2005 desde las organizaciones ambientalistas y desde la sociedad civil (la sociedad política siempre estuvo ausente) debemos agregar que entre las propuestas presentadas existía una que solicitaba a la IML la realización de estudios sobre material particulado y metales pesados en tierra, aire y agua de nuestra ciudad, como forma de empezar a crear un mapa de contaminación ambiental y poder llevar adelante políticas de prevención de salud de nuestros habitantes a partir de saber exactamente qué tipo y en qué grado de contaminación ambiental estamos parados, lamentablemente eso nunca pasó.
En el año 2015, 10 años después de presentado el estudio de Cops, la misma sociedad civil junto al ingeniero Rafael Guarga presentan a la opinión pública estudios de contaminación de polvo realizados a fines del 2014 en el cual se demostró cuánto, cómo y desde dónde llega el polvo que inunda la ciudad de Minas, principalmente entre los meses de octubre a marzo de cada año. Una vez más la sociedad política estuvo absolutamente ausente a buscar soluciones, aunque sí se hicieron presentes a la hora de salir a defender las dos plantas de cemento ubicadas al costado de nuestra ciudad, responsables absolutas de la contaminación de polvo en Minas y que quedó demostrado en los estudios llevados adelante por el Ing. Rafael Guarga.
Sin dudas Minas es una ciudad contaminada: dos plantas de cemento y una calera en plena ciudad permiten que esos hornos estén emitiendo gases contaminantes de forma permanente a sus habitantes y una ciudad que está ubicada en pleno valle, totalmente rodeada de cerros, lo que empeora la situación. Contaminantes Orgánicos Persistentes (Cops), metales pesados producto de la incineración de todo tipo de desechos en los hornos de las cementeras y una gran cantidad de minerales particulado en el polvo que sobrevuela la ciudad de forma casi permanente, nos da la seguridad que estamos muriendo lentamente envenenados por todo esto y que lastimosamente la sociedad política minuana no toma medidas concretas para proteger la población.
Nuevamente tendrá que ser la sociedad civil quien busque las alternativas para cambiar esta realidad.
José María Gorgoroso Frente de Lucha Ambiental Delia Villalba Minas, Dpto. de Lavalleja
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