Sayyed Nasralá: Vemos el declive moral del capitalismo; él anuncia el fin de una era
- Al Manar
- 11 abr 2020
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Sayyed Nasralá:
Vemos el declive moral del capitalismo; él anuncia el fin de una era
Discurso transmitido el martes 7 de abril por el canal Al Manar, el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, se refirió a los efectos del coronavirus y a la caída de las ideologías, civilizaciones y sistemas de pensamiento actuales.
Las mayores solicitudes en el día de la Resurrección son las de pedir un tiempo adicional para llenar cada hora con buenos actos que puedan salvar a alguien y satisfacer a Dios.
Hoy tenemos la suerte de que todavía estamos vivos y tenemos tiempo por delante. Especialmente porque las personas están confinadas en su casa, lo que debería permitirles aprovechar su tiempo para acercarse a Dios.
La promesa divina
A lo largo de la historia, Dios ha prometido en los Libros Sagrados que la tierra será heredada por buenas almas, personas sinceras y fieles, y que se regirá por la justicia, la paz, la estabilidad, la salud, la buena guía… y todas las puertas del bien se abrirán ante la humanidad. Esta es una promesa divina.
Según esta promesa, llegará el momento en que la humanidad se liberará de todos los tiranos, todos los faraones, viejos y nuevos, todos estos depredadores financieros, económicos y morales, y que avanzará hacia esa nueva era, hacia el día en que este tipo de sociedad humana se realizará.
Como dijo el Profeta Muhammad (PB), la tierra estará llena de justicia y equidad después de estar llena de opresión e injusticia.
Esta promesa divina se cumplirá en manos de un gran número de personas decentes y seguidores de Dios.
En el Corán se dice: “Hemos escrito en el Zabur -se trataría del Libro de Daud (David)- según los libros precedentes, que la tierra será heredada por Mis seguidores fieles”.
Esta promesa está escrita en los otros libros sagrados y fue confirmada en el Corán.
Las buenas almas gobernarán la tierra, los que no matan a nadie, ni oprimen a nadie, ni saquean, ni corrompen, la gente de conocimiento, de justicia, de acción, de responsabilidad…
Los judíos esperan la venida del Mesías y no creen que él ya haya venido. No tiene nada que ver con Jesús, hijo de María; los judíos lucharon contra él a pesar de los milagros que realizó.
Los cristianos creen que Jesús volverá a nuestro mundo y cumplirá esta promesa.
Los musulmanes creen que esta promesa se hará realidad en manos de dos hombres: el primero es un hombre que pertenece al linaje del Mensajero Muhammad (PB), que no es otro que el Imam al Mahdi. Todos los musulmanes están de acuerdo en esto, incluso si no lo están con respecto a su nacimiento.
El segundo hombre que regresará a este mundo para cumplir esta gran promesa es el Profeta Isa (Jesús).
La espera de la promesa
Cuando ocurren ciertos eventos, el nivel de expectativa aumenta… Este es el caso de muchos rabinos judíos. Tienen un problema al respecto. El que vendrá no es el que están esperando, como sucedió con el Profeta Muhammad (PB) a quien esperaron durante siglos en la tierra de Arabia, pero al que desafiaron cuando vieron que no era un hijo de Israel.
En la cultura religiosa de los judíos hay una cierta preocupación.
Recientemente seguí las palabras del actual ministro de Guerra israelí sobre el destino de su entidad. Él dice que hubo dos estados, el de David y Salomón (Suleiman) y un estado 150 años antes de Cristo y ambos no llegaron a 80 años… y los dos estados se hundieron debido a desacuerdos internos y las invasiones externas.
En el mundo, especialmente en EEUU, hay grandes organizaciones cuyo programa se centra en este tema y esperan a su manera el regreso del Mesías.
Lo mismo cabe decir de los musulmanes.
Los signos precursores
En todas las religiones también hay señales de advertencia que presagian esta promesa y es por eso que los fieles buscan estas señales para saber si nos estamos acercando.
Me gustaría detenerme en este punto porque tiene consecuencias prácticas.
Cuando hay guerras, pandemias y otros eventos la gente mira esta información desde lo desconocido. Algunos se basan en citas proféticas y fuentes creíbles y confiables. Pero otros son fruto de predicciones, premoniciones, sueños…
Estas circunstancias proporcionan un caldo de cultivo para ciertas tendencias que buscan transformar las amenazas en oportunidades, pero también, por el contrario, para muchos discursos engañosos.
Especialmente cuando se percibe una correlación entre los eventos actuales y la promesa divina sobre el futuro de la humanidad, la cuestión se vuelve más compleja.
Debemos tener cuidado en nuestro tiempo con muchas cosas propagadas que se atribuyen al Profeta (PB) y a los Imanes y que no son ciertas en absoluto, como sucedió con un poema que se ha difundido en las redes sociales en los últimos tiempos sobre el coronavirus, y que se atribuye al Imam Ali (P) y que resultó ser falso. Las personas a veces son engañadas por sus emociones y afectos.
Tenemos que tener cuidado con este tipo de cosas.
Fracaso moral y de las ideologías
Muchos se preguntan hoy sobre el coronavirus, que es un evento único en la humanidad, sobre el alcance de su propagación, sobre la naturaleza de la epidemia. Hoy, 4.000 millones de personas están confinadas y en cuarentena, las ciudades están vacías. Esto nunca había sucedido en la historia y las perspectivas aún son desconocidas… No entendemos mucho… Algunos dicen que tendremos que coexistir con el coronavirus y otras enfermedades.
Lo que está sucediendo es parte de la naturaleza de las cosas, cualesquiera que sean las causas presentadas: algunos afirman que los estadounidenses lo fabricaron, otros acusan a los chinos, algunos dicen que el virus es el resultado natural del cambio climático… y otros dicen que es una creación de Dios quien lo envió porque quiere lograr ciertos objetivos.
Cualquiera sea la causa, enfrentamos las mismas consecuencias: todo lo que sucede es parte de esta promesa divina, ya se haya informado acerca de ello o no. Vemos guerras y epidemias y lo que vendrá de todo esto: el hambre, la pobreza y la caída de todas las soluciones e ideologías, como sucedió antes con la Unión Soviética.
Incluso los mayores defensores del capitalismo y el liberalismo están en proceso de revisar su ideología. Incluso Kissinger habla del nacimiento de un nuevo mundo. Él, que es el hombre de la hegemonía estadounidense en todo el mundo, se ha vuelto modesto y exige la colaboración entre los humanos.
Estos eventos conducen a la quiebra de ciertas ideologías, civilizaciones y sistemas de pensamiento.
Este pensamiento capitalista liberal enfrenta un desafío humanitario y moral muy serio.
Algunos médicos sugieren hacer pruebas con los africanos… Trump solo llama a salvar a los estadounidenses y quiere obtener equipos y suministros solo para ellos. Es una bancarrota cultural y moral.
La humanidad debe alcanzar una etapa en la que sentirá una desesperanza hacia las soluciones humanas y buscará volver a Dios, a Su sabiduría, a Su mensaje y al poder de sus mensajeros y sus discípulos.
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