En el país de la “libertad” En USA, derechos humanos y niños inmigrantes, en jaula

En los últimos tiempos, parece que fuera difícil que alguna medida por su atrocidad pudiera cambiar lo que pensamos de una política pero lo cierto es que nuevamente la administración del gobierno y estado norteamericano ha tenido una actitud que habla en forma muy clara de cuál es su política en el tema de los derechos humanos. Sin duda que con las últimas actuaciones de Trump, el mundo y la propia opinión de vastos sectores de la sociedad norteamericana no terminan de sorprenderse, pues nunca antes ante una situación inmigratoria la separación de la familia al ingreso al país del norte se ha produjo de tal forma, que estas se detuvieran instalándolas en jaulas y a niños solos. Durante los últimos tiempos en todas las zonas del mundo el tema de la inmigración se ha agravado, llegando a niveles muy difíciles de sostener por la masividad y lo constante que ello significa para gobiernos y estados. Sin embargo, la política llevada adelante por Estados Unidos en el tema no ha tenido resultados positivos para las familias de inmigrantes, en primer lugar y para la propia sociedad norteamericana, en que todos de alguna forma al igual que el resto de América son mayoritariamente inmigrantes, salvo algunas zonas donde los pueblos aborígenes lograron conservarse manteniendo su identidad cultural, idiomas y costumbres. En los últimos años la construcción del muro con México, más que una solución se ha transformado en una fuente de nuevos conflictos y tragedias. Estados Unidos además en los últimos tiempos ha abandonado la Comisión de Derechos Humanos de la Naciones Unidas (CDHNU), pues le molestaba que allí se tratara una y otra vez el tema Palestino y se condenara a Israel por las distintas violaciones que lleva adelante contra los territorios ocupados y la Franja de Gaza. También en la OEZ se ha hablado mucho de los derechos humanos para condenar al proceso bolivariano, por parte del principal instigador contra este país que ha sido Almagro, sin embargo éste hecho de serias connotaciones universales y violatorio de los elementos indispensables en una sociedad que habla a diario y exige a otros comportamientos a imagen y semejanza, su administración ha barrido de un plumazo las más elementales normas de connivencia entre las personas. La idea de la hegemonía blanca y sus nuevos elegidos por el sistema político imperial ha barrido de un golpe las declaraciones universales sobre derechos humanos que se han suscrito, claro que esta vez no ha sido en una guerra de agresión, como nos han tenido acostumbrados en ésta época, sino para detener a las oleadas de personas sin trabajo, sin ingresos que buscan como todos los inmigrantes un lugar donde establecerse. Tal ha sido la historia de la humanidad, que Trump desconoce y pretende resolver con un muro, nuevas guerras y jaulas para niños inmigrantes. Lo que también llama la atención es como no se ha producido en el tema ninguna preocupación oficial o parlamentaria en un tema que parece tan elemental pero que a la hora de decir que es una verdadera falta de respeto a todo el planeta, no se escuchen voces, preocupadas por el racismo, la xenofobia y estas verdaderas sugerencias de supremacía étnica por parte del gobierno norteamericano, que apunta nuevamente contra los más pobres y desválidos que son las personas que están obligadas a emigrar de sus países.