Siria ha resistido y derrota la intervención imperial

La guerra desatada hace ya décadas en Medio Oriente, ha tenido un importante punto de inflexión en Siria, donde las potencias occidentales han incursionado en una sucesión de países invadiéndolos a partir de despliegues propagandísticos y militares para encubrir y deformar la vida de esta zona hoy estratégica para la economía y la política mundial. No es ninguna novedad que Estados Unidos e Israel, han sido quienes han sido los principales ejecutores de las políticas de injerencia y de promoción de acciones terroristas en los países de esta región. La agresión a Siria por parte de la OTAN que promovió desde el inicio la creación de verdaderos ejércitos de terroristas que asesinaron miles de personas y al mismo tiempo destruyeron gran parte, de la infraestructura de éste país en forma irracional buscando rendir al gobierno de Assad, y la independencia de este país con respecto a los países capitalistas que han visto en este conflicto el interés de dar un golpe a los intereses de independencia de Siria y al mosaico de intereses nacionales de los pueblos de la región. Lo cierto es que luego de la agresión a Libia, las fuerzas reaccionarias de la región pretendieron tomar la iniciativa en Siria y también en Yemen, buscando extender el conflicto y no haciendo más que extender el conflicto bélico sin más resultados que la destrucción y los padecimientos indecibles a la población civil. Sin embargo, por primera vez una agresión es detenida en la región por el gobierno y ejército de Siria, contra la OTAN y con Estados Unidos que entre sus planes han mantenido el objetivo como una especie de animal cebado para apropiarse de los enormes recursos naturales y riquezas estratégicas de Siria. También es cierto que en nuevas condiciones políticas e históricas, la intervención militar en Siria, está vez Rusia e Irán acudieron ante el pedido del gobierno Sirio de ayuda militar, para frenar la intervención extranjera. La tensión política y militar por los intereses en juego ha sido máxima, además todos los países de la región han estado involucrados directa o indirectamente en el conflicto, algunos apretando el gatillo del terrorismo y otros creando las condiciones para que éste actúe. Sin embargo ni la lucha del pueblo Palestino, ha retrocedido alcanzando nuevos avances y en estos días provocando reacciones militares y represivas por parte del estado sionista. Lo cierto es que los principales jefes militares norteamericanos en la región vienen anunciando que tanto la destitución del gobierno Sirio, como el avance de sus planes militares eran imposibles en este país, luego de los duros golpes militares sufridos a las fuerzas norteamericanas y de la OTAN, en el terreno en este país, por parte de la intervención en Siria que en los hechos se transformó en un gran campo de operaciones que trascendieron las fronteras, y con connotaciones en la política mundial. La disidencia implícita de Turquía en relación a la OTAN, y el abrazo cada vez más amplio entre Arabia Saudita e Israel, en la región, están intentando reacomodar la derrota que está sufriendo Washington en Siria, que no ha podido ni él, ni sus aliados darle un nuevo curso a la política en Siria. Es la primera vez, en décadas que no puede ingresar victorioso como lo ha hecho en otros países, sino que sencillamente no ha triunfado, eso quiere decir en términos políticos y militares, que han sido derrotados sus planes y ello producirá invariablemente el empantanamiento de su política en la región. Trump tendrá un nuevo problema, en su agitada agenda.