Coronavirus en Uruguay: Cómo hacer cuarentena o aislamiento con necesidades básicas insatisfechas
- La Juventud Diario
- 19 mar 2020
- 4 Min. de lectura
El Sindicato Médico del Uruguay planteó al gobierno una serie de medidas para combatir la propagación del coronavirus COVID-19, entre las que llamó la atención la de declarar la cuarentena general, algo que “está sobre la mesa” del Ejecutivo según consignó El País tras consultar fuentes cercanas a las máximas autoridades. ¿Pero cómo cumplimos los uruguayos con estas disposiciones cuando “en Uruguay se encuentran casi 1.068.000 personas y 347.700 hogares particulares con al menos una carencia crítica. Esto equivale al 30,7% de los hogares particulares y al 33,8% de la población residente en ellos”1, según datos del último censo en 2011? Veamos algunos casos concretos.
La propuesta del SMU incluye una serie de decisiones vinculadas al sistema de salud específicamente, pero a nivel general el pedido al gobierno consiste en adoptar “medidas drásticas de prevención” en todo espacio público -desde restoranes a centros comerciales-, cerrar completamente las fronteras del territorio nacional y declarar una cuarentena general sanitaria. Con la confirmación de los primeros casos de infectados con el COVID-19, se desató una estampida hacia los supermercados para las familias abastecerse de implementos para la prevención como jabón, alcohol en gel y tapabocas, así como artículos de limpieza y alimentos no perecederos. Sin embargo, desde ayer 37 mil niños y niñas comenzaban a recibir viandas por intermedio del servicio de alimentación que brinda el Consejo de Educación Inicial y Primaria. Un adulto responsable debe retirarla diariamente, pasible de quitarle el beneficio si no lo hace. El servicio de alimentación se había visto interrumpido con la suspensión de las clases presenciales en todas las escuelas del país, donde habitualmente comían 90 mil escolares, según el Consejero de primaria, Pablo Caggiani2. El directivo del CEIP aclaró que muchos de ellos estudian en escuelas de tiempo completo por lo que inevitablemente se alimentan en ellas, pero que en condiciones de cuarentena pueden hacerlo en sus casas. No obstante, más del 40% deberán ir a buscar la vianda para asegurar la ingesta diaria. Se trata de quienes efectivamente realizaron previamente el trámite pertinente entre el lunes y martes pasado en las escuelas urbanas. Aún el Consejo tiene para resolver los casos entre los 20 mil niños y niñas que asisten a las escuelas rurales. Además del aislamiento social y la cuarentena, a nivel individual una de las principales y más básicas medidas de prevención contra el coronavirus está el correcto y frecuente lavado de manos con agua y jabón. Días atrás, director de programas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia denunciaba que tres mil millones de personas en el mundo no tienen cómo lavarse las manos: solo tres de cada cinco personas en todo el mundo tienen instalaciones básicas para hacerlo. Según los últimos datos de UNICEF respecto a las escuelas y siempre hablando a escala mundial, el 47% de ellas carecen de instalaciones para lavarse las manos con agua y jabón lo que afecta a 900 millones de niños en edad escolar. La mitad de las escuelas en los países menos desarrollados no tienen lugar para que los niños se laven las manos. Pero además, el representante de UNICEF Sanjay Wijesekera señalaba que las poblaciones urbanas están particularmente en riesgo de infecciones respiratorias virales debido a la densidad de población y las reuniones públicas más frecuentes en espacios abarrotados como mercados, transporte público o lugares de culto. Principalmente las personas que viven en barrios marginales pobres urbanos, la peor forma de asentamiento informal. Aquí en nuestro país, en mayo de 2019 la organización TECHO realizó un informe en el que confirmó un aumento en la cantidad de asentamientos irregulares. La cifra ascendía a 656 asentamientos en los que vivían 200 mil personas que por definición, tienen necesidades básicas insatisfechas. Desde la alimentación hasta el propio acceso al agua, y ni que hablar las condiciones edilicias de las viviendas, instalaciones sanitarias y eléctricas, pisos de tierra, falta de espacios diferenciados para baño, cocina, espacios comunes y dormitorios. A su vez, miles de familias trabajadoras se organizaron los últimos años en distintas organizaciones sociales, quizá la más destacada por la cantidad y el alcance nacional era Quiero comprar mi casa, tras un proyecto de ley presentado por el entonces diputado Eduardo Rubio de UP, denominado Plan Nacional de Vivienda Popular. El mismo apuntaba a garantizar el derecho de acceso a la vivienda digna consagrado en la Constitución, específicamente para las familias trabajadoras de menores ingresos, que representan una inmensa porción de la población de nuestro país. Entre ellas se encontraban mayoritariamente mujeres jefas de hogar, con menores a cargo. Una situación repetida a lo largo y ancho del país era el hacinamiento de 2, 3, 4 y hasta 5 núcleos familiares en una misma vivienda. Por otra parte, en un relevamiento realizado en la capital del país por el Ministerio de Desarrollo Social hace casi un año, concretamente entre las 00 horas y las 6am del 9 de abril de 2019, se contabilizaron 2.038 personas en situación de calle3. Solo en Montevideo. Más de la mitad, superando los mil ciudadanos dormían a la intemperie, y 995 se encontraban esa noche albergados en refugios del MIDES, en condiciones que claramente no son adaptables hoy a un aislamiento social o cumplir con una cuarentena. Casi el 80% del total eran población activa, el 63% trabajaban, aunque casi en su totalidad (94%) en condiciones de informalidad, y casi el 80% de ellos en la calle en contacto frecuente, como vendedores ambulantes o cuidacoches. La emergencia sanitaria que presenta la llegada del coronavirus a nuestro país, evidencia una serie de urgencias que no fueron resueltas por estos últimos 15 años de gobiernos progresistas e incluso que se vieron agravadas, y que tienen su origen en décadas de gobiernos de la derecha tradicional y el período dictatorial. Estas situaciones no están contempladas en la Ley de Urgente Consideración del nuevo gobierno multicolor, tan necesaria según sus líderes para adaptar el marco legal para llevar adelante el modelo de país que pretenden. Y que, por más urgente su discusión debió ser aplazada hasta tanto resolver esta imprevista emergencia sanitaria, para la cual se consideran una serie de medidas generales para la población que por sus condiciones de vida, difícilmente puedan tener la efectividad esperable.
1 Fascículo 1 Las Necesidades Básicas Insatisfechas a partir de los Censos 2011. Publicado en el sitio web del Instituto Nacional de Estadística -Uruguay. 2 Declaraciones realizadas esta semana en Desayunos Informales –Canal 12. 3 Fuente: MIDES
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