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Damián Ortiz, dirigente nacional del 26 de Marzo -UP: “Hay mucho por hacer y acá no se rindió nadie,

  • Foto del escritor: La Juventud Diario
    La Juventud Diario
  • 9 ene 2020
  • 5 Min. de lectura

En su último Plenario del 30 de noviembre el Movimiento 26 de Marzo, con 49 años de historia en la lucha de nuestro pueblo e integrante de la Unidad Popular desde su fundación hace casi 14 años, presentó a seis compañeros que integrarán de aquí en más la Dirección Nacional, consecuencia de un sólido proceso de recambio generacional en la lucha de esta organización revolucionaria. En esta edición, continuamos conociendo la llegada al 26 de Marzo de cada uno de ellos, su trayectoria militante y los nuevos desafíos que le depara la conducción de la organización en su camino de lucha por la liberación nacional y el socialismo. En esta quinta entrega, entrevistamos a Damián Ortiz, trabajador postal y dirigente sindical, con papel protagónico en el proceso de generar la alternativa en el plano social en nuestro país bajo los preceptos de la firmeza de clase, la honestidad, la solidaridad y la unidad para luchar.

¿Cómo te vinculaste con el 26 de Marzo? Hace varios años venía con militancia sindical, pero no tenía trabajo político partidario, porque no encontraba un lugar donde yo consideraba que me sintiera cómodo. Por el años 2003, en un conflicto que existía en el Correo Uruguayo, llamaron para casa buscando una vinculación, y ahí cuando conocí a Eduardo Rubio, que nos había dejado un teléfono a una compañera y a mí, ante cualquier cosa que necesitáramos. En ese tiempo, en el nivel ideológico me sentía muy identificado con el Partido Comunista, pero llevada la teoría a la práctica, veía con más cercanía al Movimiento de Liberación Nacional, pero le criticaba a este último la falta de ideología. Cuando conocí el 26 de Marzo, encontré las 2 cosas juntas, y ahí fue cuando me sume a la organización.

¿En qué momento político te encontrabas? Me acuerdo que estábamos en un conflicto muy grande en el Correo, y como pasaba generalmente con los diferentes partidos, ya sea el Frente Amplio o de los partidos tradicionales, no les importaba los trabajadores. Ahí apareció “el flaco” y también Helios Sarthou, y ahí fue cómo nos vinculamos a la organización. En ese conflicto que inició con los funcionarios becarios, y luego ya era la idea de echar a la gente a la calle. Fue un conflicto que se planteó en el gobierno de Jorge Batlle, de dejar 500 trabajadores en la calle, y los únicos que se acercaron para darnos una mano sin pedirnos nada a cambio, fue el 26 de Marzo.

¿Qué significaba integrar el 26 de Marzo en esa época? La sensación era que estaba en un lugar donde podía encontrar trabajo ideológico y organizativo, y veía el reflejo de lo que creía que tenía que ser una organización política partidaria. Por otro lado, en el 26 que nadie te ponía su cargo por encima, esto se podía observar en las distintas actividades donde encontrabas a un compañero de la Dirección haciendo una actividad como cualquier otro militante. No había “ príncipes y sus súbditos”, era y es una organización muy horizontal. Lo otro, con el poco tiempo lo observé, que cuando uno tenía una duda siempre había una respuesta, más allá que te gustara o no. Otro tema importante era el valor del aspecto personal y familiar del militante, que el militante político partidario o sindical tiene sus tareas, pero que también se tenía en presente y se cuidaba la familia, y que no hay que “reventar compañeros”, no buscar “mártires” para que la organización avance, eso siempre me pareció muy importante. Y además una organización para nada sectaria, más allá de muchas cosas que se dicen sin mucho fundamento, que a lo largo de sus casi 50 años siempre tuvo una posición muy clara y nada cómoda, y lo ha demostrado en toda su historia. Otra cosa a destacar, fue siempre la amplitud de su organización, porque todos esos procesos que se han dado, siempre se trató de unificar a la mayor cantidad de gente que estaba peleando por algo que era necesario para los trabajadores o para el pueblo.

¿Cuáles son los desafíos para la organización de ahora en adelante? Las expectativas son las mejores siempre que uno arranca una tarea, por el hecho que jamás vas a lograr los objetivos planteados si pensás perder antes de empezar, eso es fundamental. Pero además lo más importante, que lo he visto este tiempo, después de no haber llegado a un objetivo claro (mantener la bancada en el Parlamento), es la fortaleza de todos los compañeros, sobre todo los más nuevos y los compañeros más viejos en edad, donde su firmeza ideológica, su concepción de que es el camino correcto. Que bueno, hay que corregir cosas como todo, pero que acá no se ha rendido nadie y que hay mucho por hacer. Creemos que esto es el mejor combustible para avanzar. Lo bueno de integrar esta organización es que se trata de trabajo colectivo, y no una cosa personal, por eso la mayor fortaleza que tiene la organización son los compañeros, y esto te hace enfrentar lo que venga de otra manera. No lo tomás como un tema tuyo o como algo que solo depende de vos, acá lo colectivo es lo primordial. Lo otro que también es importante, es que no se trabaja compitiendo entre los compañeros y ver quién queda mejor; las cosas se hacen por un bien en general, y eso es fundamental. Y después en la situación más particular que uno tiene, es no defraudar la confianza que se tuvo por parte de los compañeros, porque acá hay compañeros que dieron su vida por esta organización y por la lucha revolucionaria en este país, y que un debe intentar estar a la altura de los acontecimientos. En un momento de retroceso de las izquierdas a nivel del Uruguay, sino también mundial de las mal llamadas izquierdas o progresismos que hacen un crítica y autocrítica de los fracasos y de los errores que han cometido, encontrar una organización que no está atada a ninguna cuestión de corrupción, que ha mantenido firme sus concepciones, que ha planteado lo que tenía que plantear sin tener que quedar bien con nadie y mirar a todo el mundo a la cara sin deberle nada a nadie, es una gran fortaleza del 26 de Marzo y es objetivamente importante para avanzar. Otro de los asuntos programáticos fundamentales para la organización, que estamos evaluando y llevando a delante, es el fortalecimiento del Frente Sindical Ruben Sassano. El 1° de febrero va a haber un nuevo Plenario, entendiendo que en este período para enfrentar tanto la reforma de la seguridad social y laboral, es necesario la búsqueda de aliados mucho más amplias que se tiene en la actualidad. Y para eso, si bien en lo estratégico la Confederación Sindical y Gremial del Uruguay (CSGU) es una herramienta fundamental para los trabajadores, también entender que hay organizaciones sindicales que no pertenecen a ella o bien no están en ningún gremio o pertenecen al PitCnt, que tienen todavía dirigentes sindicales que son honestos, trabajadores que quieren realmente luchar por los intereses de la clase, y con ellos habrá que coordinar para dar realmente una pelea por esta ofensiva que se viene.


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