Columna Centro Médico de Salto: Un monopolio en expansión que te atiende si quieren

Escribe: Prof. José Buslon

Un ejemplo de este accionar lo ejemplifica el caso que relato a continuación. Se dieron números para consulta en fecha 24 de diciembre. Resultaba extraño que dicha consulta se llevara a cabo, ya que estaba previsto además para las 17 horas el comienzo de la consulta. El sentido común nos dice que seguramente no se realizaría la misma, y que habría que estar atentos ante una reprogramación del día de atención. Lo que ya genera inconvenientes ante la necesidad de atención y los trámites posteriores que esto generaba. La reprogramación nunca se produjo, y por consulta del paciente al enterarse que el horario de funcionamiento para ese día sería hasta las 14 -hecho que descarta la consulta-, la respuesta fue que esperara a que cayeran reservas de la próxima consulta fijada para el 7 de enero. El procedimiento se debería realizar a través de reserva web. Este mecanismo no fue posible ya que la aplicación, después de completar el procedimiento, no lo permitía expresamente. Asimismo resultaba extraño que el número de reservas disponibles iba en descenso, o sea que alguien sí lo estaba logrando, sin saber a través de qué medio. Seguramente ese medio no eran las líneas de teléfonos disponibles, las que no funcionaban en primera instancia y que cuando sí lo hicieron, dejaban en espera y al momento de llegar el turno la llamada se cortaba. En resumen, el usuario se queda sin la atención requerida en el tiempo que lo necesita, por una responsabilidad que no fue de él y que no fue enmendado el error por la mutualista, la que tampoco habilita otras opciones que aún en el perjuicio, permitan la atención. Seguramente esta publicación no cambie las cosas, pero tampoco se trata de mantenerse callado ante estas arbitrariedades.