2020: Un año de reafirmación humanista
- La Juventud Diario
- 18 dic 2019
- 4 Min. de lectura

Los acontecimientos que van marcando el futuro de nuestro país, nos permiten ver por adelantado algunos escenarios en los que como humanistas, podremos hacer nuestro aporte en el año que se acerca. El neoliberalismo que seguirá rigiendo, tendrá nuevas caras y a juzgar por los antecedentes y el programa de gobierno que se pretende desarrollar, serán rostros más severos para las clases populares. Son de esperar gestos de autoritarismo e intolerancia pretendidamente justificados en la necesidad de “poner en orden” cosas tan importantes como las cuentas de país, la seguridad, la educación, la salud pública, la política internacional. No son de esperar cambios profundos para atender la emergencia ambiental, la distribución de la riqueza, la decadencia social. Es probable que aumente la vulnerabilidad de los trabajadores en la relación con su contraparte empleadora, la privatización de servicios públicos, la militarización de la gestión de gobierno, la criminalización de la protesta y la represión. ¿Dónde nos ubicaremos los humanistas en ese contexto? No dudamos un instante en responder: del lado del pueblo. Eso implica participación activa en cada frente de lucha por DD.HH., concepto amplio que incluye todo lo atinente a satisfacer las necesidades básicas impostergables, lo que a su vez implica la preservación de los recursos naturales y el cuidado del medio ambiente en general. Ahí estaremos como lo hemos hecho hasta ahora, por lo que esta nota refiere en su título a la “reafirmación humanista”. Es interesante lo que decía Mario Rodríguez Cobos hace algo más de un cuarto de siglo, al brindar una conferencia sobre el tema “Visión actual del humanismo”: “En la situación de confusión actual es necesario discutir el tema del humanismo espontáneo o ingenuo y ponerlo en relación con lo que nosotros entendemos como humanismo consciente. Es evidente que los ideales y aspiraciones humanistas campean en nuestra sociedad con vigor desconocido hace pocos años. El mundo está cambiando a gran velocidad y este cambio, aparte de barrer con viejas estructuras y viejas referencias, está liquidando a las antiguas formas de lucha. En tal situación surgen espontaneísmos de todo tipo que parecen acercarse más a catarsis y desbordes sociales que a procesos con dirección. Por eso es que al considerar a grupos, asociaciones o individuos progresistas como humanistas, aun cuando no participen de este Movimiento Humanista, estamos atendiendo la unión de fuerzas en la misma dirección y no a un nuevo hegemonismo continuador de enfoques y procedimientos uniformadores.” (Universidad Autónoma de Madrid, 16/04/1993) Esa “unión de fuerzas en la misma dirección” es uno de los objetivos que surge como prioridad para los humanistas en el Uruguay del 2020. Sin vacilación, igual que siempre pero previendo un escenario más duro, estaremos en la primera línea en cada batalla por trabajo, salario, vivienda y demás demandas sociales, tratando de que la lucha no sea solo simple “catarsis” o “desborde social” que puede terminar siendo excusa para la represión. De nuevo Silo (Mario Rodríguez Cobos) viene al caso con otra de sus frases: “La generación y distribución justa de los medios de subsistencia, la medicina, la educación, la formación de intelectuales con sensibilidad social, son tareas que deben emprenderse con entusiasmo y la fe que merecen toda obra que lucha por superar el dolor de los demás.” (Ante una comunidad agrícola en Sri Lanka, 20/10/1981) Adoptando esa actitud es que los humanistas vamos a la lucha con sentimientos muy alejados del odio y el resentimiento. Nuestros enemigos son la injusticia, el abuso y la explotación, pero vamos contra ellos sin dejar que nos contagien. Si cerramos el puño es en señal de unidad no de agresividad. Si levantamos la voz es para reproducir y dar volumen al discurso de los postergados, nunca para alentar algún tipo de violencia. Así lo hemos hecho y así lo seguiremos haciendo en este 2020, año de reafirmación humanista. Esa reafirmación no solo se dará en la participación activa de las luchas populares. Se dará en jornadas de reflexión y capacitación sobre los diversos temas de nuestra agenda, con énfasis en democracia real, no violencia activa y ecología social. Estamos seguros que desde esos espacios de formación podemos contribuir mucho al “humanismo consciente”. Seguimos creyendo que no es una utopía el objetivo planteado en “Cartas a mis amigos” (1994) por el inolvidable Silo: “No más hambruna, no más un 80% de la población mundial en la línea y bajo la línea de subsistencia. No más recesión, no más despidos, no más destrucción de las fuentes de trabajo. Ahora sí, administraciones cada vez más limpias, tasas de escolaridad y de educación crecientes, disminución de la delincuencia y la inseguridad ciudadana, disminución de alcoholismo y drogadicción... en suma, conformidad y felicidad creciente para todos.” Si alguien espera que los humanistas renunciemos a ese proyecto será desilusionado. Al prepararnos para el comienzo de un nuevo año, aprontamos el despliegue de acciones inspiradas en ese objetivo. Por eso al saludar al pueblo uruguayo con los mejores deseos, renovamos el compromiso con nuestros ideales con la frase con la que solía cerrar sus discursos Silo: “¡Paz, fuerza y alegría!”
Diciembre 15 de 2019 Aníbal Terán Castromán Vocería del Partido Humanista, integrante de Unidad Popular 092 916 334, ateran@adinet.com.uy
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