Diplomacia de la República Islámica de Irán: Oraciones por Tetsuo Nakamura

Tetsuo Nakamura, el famoso médico humanitario voluntario que desafortunadamente, hace unos días, junto con otros acompañantes, fue asesinado por ráfaga de balas en Jalal-Abad en la provincia de Nangarhar en Afganistán. Cuando recibió la primera bala, levantó su cabeza desde su auto, para ver quién es su asesino que le tiene tanto odio. En ese momento los agresores, al percatarse que todavía estaba vivo, abrieron fuego de nuevo, para asegurar su asesinato.

Tetsuo seguía los pasos de su hermano, quien lamentablemente hace 30 años siendo asistente humanitario fue igualmente asesinado en Afganistán. Por eso, Tetsuo Nakamura se comprometió a seguir los pasos de su hermano y de esta forma, desde hace 18 años, empezó su asistencia en Afganistán, como médico humanitario voluntario, para servir a los pobres y a los más necesitados. Su asistencia humanitaria hacia el pueblo afgano, ha sido tanta que los propios afganos para agradecer su legado, le honraron otorgándole nacionalidad afgana. Durante 18 años, sin esperar nada a cambio, asistió permanente a los heridos y enfermos afganos. Al ver fotos y videos de él, vi que era un hombre con años encima y de cabello canoso. De estas imágenes, solo percibía un hombre compasivo, afectuoso, humilde y desprendido. Empecé a llorar por él, y por gente como él. Esto me hizo pensar en mi ignorancia y me hizo reflexionar. Me vino a la cabeza una pregunta que rodaba en mis pensamientos sobre este hombre flaco de edad avanzada: ¿Qué peligro podría significar para otros? ¿Acaso había hecho otra cosa que no sea servir a los enfermos y heridos y asistir a sus prójimos? He estado en Tokio y otras partes de Japón. Un médico japonés puede tener una vida moderna y cómoda en su propio país, y entonces ¿Por qué él debería exponer su vida ante tantos peligros y servir como asistente humanitario en un país como Afganistán? He encontrado una respuesta a mi pregunta del porqué él debió ser asesinado. En realidad el físico de Nakamura no era el objetivo, sino que su alma y gente como él es el peligro. He recordado que estos mismos, ignorantes y violentos, atacaron a las escuelas, y a niñas y niños, cuyo único pecado ha sido ir a la escuela. Hay un punto común entre la escuela, alumnos, profesores, libros, carreteras, postes de luz, mujeres voluntarias y Nakamura. Todos son signos de civilización, benevolencia, sacrificio, paz y amor al prójimo. La ignorancia, oscuridad y el terrorismo no tiene ningún problema con la persona de Nakamura, sino con el resultado del trabajo de Nakamura y los Nakamuras. Esto es como el ejemplo del demonio y el nombre de Dios, o del bien y el mal. La ignorancia, el odio y el fanatismo principalmente no toleran el comportamiento, el alma y el corazón de gente como Nakamura; estos quieren al ser humano Vil y Mezquino, a ellos les gusta la violencia, destrucción, miedo y analfabetismo, por lo que consideran a Nakamura y a los Nakamuras sus estorbadores, enemigos íntimos y naturales, quienes deberán ser eliminados de la peor forma. Es interesante, Dios nunca olvida a los necesitados. En el seno de todo miedo, violencia, ignorancia y oscuridad, siempre existe Nakamura y los Nakamuras que se dedican así mismos a la humanidad, atienden a los heridos, y curan a los enfermos, reciben heridas y se enferman, y no tienen enfermera, y de vez en cuando, son asesinados sin piedad por el delito de ser benevolentes. Oremos por Nakamura y los Nakamuras

Mohsen Baharvand Asesor para las Américas del Ministro de Asuntos Exteriores de La República Islámica de Irán