¡Hay otro camino! El modelo forestal va a contrapelo de un Uruguay y un San José productivos
- La Juventud Diario
- 1 dic 2019
- 5 Min. de lectura

“Es necesario reorientar el agro hacia la producción de alimentos sanos y de calidad por mecanismos que respeten el medio ambiente y la salud de los trabajadores y consumidores”.
Por Darío Camilo Perdomo Responsable Político del 26M–UP en San José
Según datos de Oxfam, una confederación internacional no gubernamental fundada en 1942 para luchar en contra del hambre, en enero de 2017 sólo 8 hombres poseían la misma riqueza que los 3.600 millones de personas que componían la mitad más pobre del mundo; en esa época el 82% de la ganancia mundial quedó en el 1% de la población mundial, mientras que también un 1% fue quien controló el 50% de esa riqueza en igual período. Es evidente que estos números son consecuencia del tránsito dentro del sistema capitalista en su fase financiera global, que tiene como clase dominante a protagonistas de una moderna aristocracia financiera, que en esta fase de concentración y centralización del capital a escala global se apoya como parte estructural en determinadas ciudades financieras, llámense Wall Street en N.Y., Londres o Shangai; en los fondos y bancas de inversión, en plataformas de internet como ordenadoras de una economía articulada en red, en el manejo del dinero especulativo en alta escala con inversiones de algún excedente en el desarrollo tecnológico, pero donde se mantiene el objetivo principal que es la maximización de las ganancias a costas de la explotación sin límites de la naturaleza y de los trabajadores. Hace ya un buen tiempo que algunos hablan de “calentamiento global” o “cambio climático” para referirse al momento que estamos viviendo de crisis ambiental global, porque es notorio que hay grandes glaciares que pierden superficie, numerosos focos de incendios en las selvas más importantes, tsunamis y huracanes que afectan graves porciones de territorio y sequías intensas en lugares que antes eran húmedos. En el análisis de quiénes son los responsables, cómo se produjo y por qué se sigue agudizando este deterioro, hay distintas miradas al respecto. Algunos relativizan la culpa, y la propia terminología de “cambio climático” parece establecer la aceptación de un destino apocalíptico del cual todos somos culpables. Otros hablan de falta de conciencia ambiental; otros de la sobrepoblación planetaria. Nosotros afirmamos que la culpa tiene nombre y apellido y se llama capitalismo salvaje y su explotación sin límites del planeta. Dentro de los daños colaterales de este “modelo” y según datos que aporta la ONU, por causas de contaminación del aire, del agua y contaminaciones químicas mueren en el mundo por año aproximadamente 12,6 millones de personas. Pero lo que está en debate no debería ser solamente una cuestión ambiental, sino también las formas de producir, consumir, distribuir e intercambiar; superar las condiciones de dependencia que imponen las transnacionales, recuperar soberanía y en materia económica combatir el discurso hegemónico de que lo único posible es a partir de la liberalización de la economía, del libre mercado y la libre competencia, lo cual es un gran engaño en estos tiempos de dominación monopolista. La política agraria desarrollada en los últimos años en nuestro país ha estado sustentada en lo que ha sido el avance de políticas neoliberales apoyadas en el avance del modelo del monocultivo forestal y también del sojero transgénico, generando variados problemas en cuanto a la tenencia de la tierra, ya que se ha dado un proceso de extranjerización y concentración de la misma, agravando problemas del suelo y del agua, descenso de la producción de alimentos y primarización de la economía, conjuntamente con la contribución a la pérdida de pequeños y medianos productores. Al presente, a nivel local la Junta Departamental tiene a estudio 6 proyectos forestales de Montes del Plata que abarcan algo más de 1.000 hás. y donde el Legislativo comunal deberá decidir si los aprueba por la “vía de la excepción” ya que en el año 2013, las Directrices Departamentales de Ordenamiento Territorial y Desarrollo establecieron que la actividad forestal no puede superar el 8% del área total de cada padrón. Pero no obstante la Junta Departamental por mayoría absoluta de votos y a iniciativa del Intendente podrá autorizar porcentajes mayores en atención a circunstancias excepcionales, debidamente fundamentadas en proyectos avalados técnicamente. En esta ocasión excepto en uno, en todos los demás casos los proyectos llegan con informe negativo de la Dirección de Desarrollo, que entiende que los mismos no deberían tener tratamiento de excepción en la Junta, porque los suelos en cuestión no tienen asignado uso a la producción forestal. Pero el Ejecutivo ha decidido el envío a la Junta según se ha dicho... “dada la importancia del planteo de desarrollo productivo del departamento”... y considerando que... “es necesario generar una visión común entre el Legislativo y el Ejecutivo”... se resolvió el pasaje de los expedientes para el análisis y decisión sobre la medida de excepción solicitada... Por el momento los expedientes están a estudio de las comisiones de División de tierras y descentralización, desarrollo y agro. Los directivos de la empresa Montes del Plata han hecho un “lobby” importante ya que se han reunido con integrantes del Ejecutivo, del Legislativo, productores, gremiales, generando en paralelo un importante nivel de propaganda en distintos medios locales para intentar consolidar una medida favorable a sus intereses. La empresa Eufores, quien actúa en representación de Montes del Plata, ha remarcado que los proyectos se desarrollarán sobre suelos superficiales y pedregosos, como si esto pudiera ser un atenuante de gran valía. Si bien este tema aún no está totalmente definido, lamentamos que se haya llegado a esta situación de borrar con el codo lo que se escribió con la mano, porque recordamos que estas Directrices obraron justamente como un intento de poner un freno al modelo forestal que avanzaba por aquella época cuando recién se había construido la planta de Punta Pereira, como medida para salvaguardar y priorizar esencialmente el carácter productivo departamental. Y si llegara a ser considerada positiva por la vía de la excepción esta primera tanda de expedientes, ¿quién asegura que en el futuro cercano no sigan llegando más expedientes de las mismas características promovidos por Montes del Plata? Seguimos pensando que el modelo forestal va a contrapelo del Uruguay productivo y de un San José productivo. Seguimos creyendo necesario e imprescindible combatir el predominio de este “modelo productivo” y que es necesario reorientar el agro hacia la producción de alimentos sanos y de calidad por mecanismos que respeten el medio ambiente y la salud de los trabajadores y consumidores, democratizando el acceso a la tierra con la utilización social y racional de este bien. Entendemos necesario además la disminución y posterior eliminación de agrotóxicos, priorizando la autosuficiencia alimentaria, diversificando la producción, repoblando el campo, desarrollando industrias vinculadas a la alimentación, relanzando un movimiento nacional de aspirantes a colonos, planificando la producción agropecuaria en el marco de una planificación general de la economía.
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