Editorial: Estalló el espejo que Astori deseaba para Uruguay, viva el pueblo chileno

En plena veda por la elección de estas horas, cuesta no recordar cuando el “jefe de las finanzas” de los uruguayos en representación del FA, con apoyo fuerte del FMI y del Bco. Mundial, el señor Danilo Astori, le dijo a quien quería escucharlo o leerlo, que el espejo de Uruguay debía ser Chile. Esas palabras resuenan hoy en hombres y mujeres que veían cómo luchas de años con militantes caídos, presos, torturados y desaparecidos se borraba de un plumazo, con la aceptación o silencio del PIT CNT, la FEUU y otras organizaciones sociales. Un hombre con todo el poder de su título universitario, su grado 5, su rectorado, acompañado por el partido de gobierno con mayorías parlamentarias y el respaldo de la central de trabajadores que operaba ya como brazo sindical ministerial, le decía al pueblo uruguayo que un país que se regía con la constitución de un criminal como Pinochet y su séquito de malandras y ladrones, era el ejemplo a seguir. Cuando más se notaba la pobreza y la miseria en Chile los dirigentes oficialistas uruguayos seguían respaldando las políticas que acordó Pinochet, su ministro de economía Hernán Büchi, dirigencia política con el FMI y el Banco Mundial. Michelle Bachelet, hija del militar constitucionalista chileno, torturado y asesinado, Alberto Bachelet, llego a ser presidenta dos veces por voto popular en Chile. L a constitución nunca se tocó, pero la señora M. Bachelet de ella se trata, logró ocultar o hacer ocultar sus condecoraciones en el Centro Interamericano de Defensa cuya sede está en Washington. O sea unos u otros, revueltos, enredados, amontonados, en un mismo jarabe amargo y agrio, que lamentablemente incluye la sangre, el sudor y la miseria de las grandes mayorías de trabajadores, jóvenes y jubilados chilenos. Los niveles de endeudamiento que miles de familias chilenas tienen por los estudios de sus hijos, como por los costos de la salud privada son enormes, y llaman la tención de medios de prensa vinculados al establishment económico mundial. Las jubilaciones son miserables, todas regidas por el sistema privado, que permite que un grupo de siniestros personajes amparados por la ley y la desinformación popular, administren la plata del pueblo con una condición: si hay ganancias son más en su mayor tajada para quienes administran, pero si hay pérdidas son a cuenta del bolsillo de los que trabajan o ya se jubilaron. Hace algún tiempo atrás el descontento se expresaba en marchas estudiantiles, que creaban un clima distinto al que la burguesía chilena y sus medios de desinformación querían imponer. La persecución y represión fue dura contra los mapuches, la defenestración pública fue en aumento contra este pueblo originario y ancestral, que solo quiere vivir en paz, en sus tierras, de acuerdo a sus costumbres y su forma de pensar. Las autoridades chilenas no solo los perseguían, los defenestraban y encarcelaban, sino que también los robaban y los mataban. En estos días Chile estalló, su estampida fue atronadora y sacudió al mundo. Danilo Astori, la gran mayoría de dirigentes frenteamplistas y un séquito de acomodados guardan silencio, tal vez en Chile no será el gran salto a la justicia social, pero sí hay resistencia y habrá más lucha. Los dirigentes que elogiaban a Chile y su modelo neoliberal, esperan mucho apoyo hoy en Uruguay y Argentina, sin embargo nunca dirán cuántos buenos momentos concretaron amparados en las clausulas de confidencialidad acordadas con las multinacionales.