Se ha demostrado en el mediano plazo Gustavo López: “La inversión extranjera directa no sólo no gene
- La Juventud Diario
- 6 oct 2019
- 5 Min. de lectura

El candidato a vicepresidente, que será orador central hoy en el Acto de la Unidad Popular en el Cerrito de la Victoria, insistió con la idea de plantear la discusión económica de si el país necesita o no un proceso de industrialización. “Nosotros creemos que sí; no conocemos una experiencia en el mundo de ningún país que haya conseguido un desarrollo sostenido en el tiempo sin industria, y creemos que Uruguay tiene todas las condiciones para reindustrializarse con una activa y pro activa participación del Estado, y naturalmente con los trabajadores al frente”. Transcribimos un fragmento que le realizamos al regreso de su gira junto a Gonzalo Abella por Cerro Largo y Treinta y Tres, donde se registró la incorporación de nuevos militantes a la Unidad Popular.
Como decía mi madre, no parás la pata y andás recorriendo el país, recorriendo Montevideo, las distintas zonas. Sí, ya jugando los descuentos hacia el domingo 27 de octubre con una intensa actividad que nos ha llevado ya a recorrer dos veces el territorio nacional, y Montevideo y Canelones centralmente con muchísima actividad. Pero también con muchísimo entusiasmo, confirmando un crecimiento en calidad y cantidad de la Unidad Popular en todo el país. Sorprendiéndonos, el otro día en Cerro Largo, Melo, tuvo lugar el primer acto público de la Unidad Popular en la historia, nunca se había convocado un acto en una plaza en Cerro Largo. Y allí los compañeros en la ciudad de Melo, con cierta cautela, con cierto temor del resultado, asumieron ese desafío de convocar a la gente a la plaza. Tenemos 3 militantes de la Unidad Popular en Melo: 27 personas asistieron a la convocatoria. Todos provenientes del descontento frenteamplista, de la militancia social, la verdad que una cosa entusiasmante a la escala nuestra. Y al mismo tiempo confirmando cómo se profundiza la degradación del gobierno, la degradación de la fuerza que hoy gobierna en términos políticos, en términos éticos, en términos de relacionamiento entre ellos. Eso nos reafirma en el camino que hemos emprendido como Unidad Popular.
Y además de esta imagen que das de crecimiento, de entusiasmo. ¿Qué otras cosas vez que te llaman la atención? ¿Qué imagen del Uruguay real, de que la vida continúa, además de la campaña qué ves? Hay un tema casi que excluyente, que de norte a sur, de este a oeste aparece como el tema de mayor preocupación, en el epicentro de las preocupaciones de la gente que es el tema del trabajo. El trabajo constituye hoy la preocupación central de los sectores populares y de amplios sectores de la población. Yo creo que vivimos, en esta materia, una crisis de dimensiones importantes. Se reconoce la pérdida de 60 mil puestos de trabajo en la industria manufacturera en los últimos años, esto es que se pierde trabajo de calidad. Al mismo tiempo, la recesión económica, sobre todo del río Negro para arriba, es inocultable; afecta al pequeño comercio, a la pequeña producción, lo poco que quedaba en pie de los establecimientos fabriles. Y en ciudades pequeñas, o en pueblos chicos, el cierre de un establecimiento fabril desestructura la vida cotidiana, es decir, ya no es simplemente “quedaron sin trabajo 100 personas”, no, tiene un impacto directo sobre todo el mercado interno, sobre el transporte, sobre el pequeño comercio, sobre el endeudamiento y el crédito. Entonces, yo creo que el tema del trabajo es hoy una preocupación central. Nosotros estamos insistiendo con la idea de plantear la discusión económica en términos de industria o no industria. Es decir, ¿el país necesita o no un proceso de industrialización? Nosotros creemos que sí; no conocemos una experiencia en el mundo de ningún país que haya conseguido un desarrollo sostenido en el tiempo sin industria, y creemos que Uruguay tiene todas las condiciones para reindustrializarse con una activa y pro activa participación del Estado, y naturalmente con los trabajadores al frente.
La Unión Industrial Argentina se reunió con Alberto Fernández, quien les planteó la necesidad de colocar el tema de la industria en el centro, que sino no hay recuperación, con una Argentina con casi 4 millones en la pobreza más extrema, se habla de hambre y cómo el proyecto de Macri fue desarmando la capacidad industrial. Cuando se pone a Macri como algo opuesto al Frente Amplio, y acá la industria no se visualiza eso como parte de un diagnóstico central que proponés. Sí, Uruguay tiene, en el pasado reciente, 3 momentos definitorios en materia de desindustrialización y golpe al mundo del trabajo, a los trabajadores. El primero naturalmente se ubica en los tiempos de la dictadura, después de la crisis del petróleo en el mundo, principios de los 70, ahí hay un golpe duro. El segundo se da a fines de los 80, tablita mediante. Luego tenemos el proceso ininterrumpido que comienza en los 90 con el gobierno de Lacalle y que continúa hasta hoy. Digo ininterrumpido porque el cuerpo legal que posibilita ese proceso, es el mismo. El Frente Amplio gobierna sosteniendo en la misma estructura jurídica que el gobierno de Lacalle, me refiero a la Ley de Puertos, la Ley de Inversiones, la Ley de Zonas Francas, ese es el marco que permite el avance desindustrializador. Y esto se da sobre una base de una idea que la realidad ha demostrado equivocada y es que la inversión extranjera directa y la primarización económica, genera fuentes de empleo. Lo que ha quedado demostrado es que en el mediano y largo plazo, no sólo no genera empleo sino que destruye empleo. Como decíamos, no hay ningún país que haya conseguido desarrollo sostenido sin industria. Y Uruguay supo tener una industria textil de excelencia, una industria del cuero de excelencia, la industria del calzado empleaba 16 mil personas en Uruguay hasta la década del 60; hoy no quedan mil trabajadores en la industria del cuero. Estamos mandando el cuero crudo, el 70% del cuero que sale de Uruguay sale crudo, esto es volver al siglo XVIII. Cuando dicen que nosotros somos el pasado, bueno, esto es el pasado, mandar el cuero crudo. Entonces, mandamos materia prima e importamos productos de alta calificación. Recordaba el otro día en un acto en Pueblo Victoria, a cuadras de lo que era La Aurora, Martínez Reina, un mundo de textiles era aquello… bueno, ahora ahí hay canchas de fútbol 5. Yo era un dirigente estudiantil cuando se dio el conflicto grande en La Aurora, recuerdo el apellido de un dirigente sindical, Curutchet. A mí me tocó ir a hablar a una asamblea y me acuerdo aquel hombre, en el marco del cierre de aquel complejo fabril, contaba en su discurso que semanas antes de cerrar La Aurora, habían hecho una exportación, no de mucho volumen económico pero de alta calidad, a la casa real de Inglaterra. Y este hombre que era un obrero fabril en el discurso dijo, “hasta las cobijas de la reina de Inglaterra las hacíamos nosotros”, y efectivamente era así, esa era la mano de obra del Uruguay.
¿Cómo es posible que nos quieran convencer ahora que la mano de obra de Uruguay sólo sirve para exportar troncos y pasta de celulosa? ¿O para colgarse una mochila térmica en la espalda y salir a repartir comida casa a casa? Ese no puede ser el destino del trabajo en Uruguay. Se nos dirá que este es un mundo interconectado, interrelacionado, globalizado y toda una serie de eufemismos para explicar la dominación de los países centrales sobre los dependientes; ahora, la verdad es que en este mundo todavía la gente precisa frazadas para dormir, y alguien las tiene que hacer.
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