Trabajadores denuncian Crónica de una muerte anunciada en el MIEM – Ni olvido ni perdón

“¿Accidente o negligencia? Ambas tal vez”, plantea el Sindicato del Ministerio de Industria Energía y Minería (SIMIEM) afiliado a la nueva central sindical CSGU, en una declaración emitida ayer, lunes 30 de setiembre, al cumplirse un año del fallecimiento de un funcionario de Dinamige desempeñando tareas en auto de matrícula oficial, y tras constantes alertas de los trabajadores de la falta de mantenimiento de la flota peligrando la ocurrencia de siniestros cuyas consecuencias serían de responsabilidad de las autoridades. Un año después, no se saben detalles del motivo del accidente ni se realizó la debida investigación administrativa, omisión que según el sindicato corresponde al Director Nacional de Minería y Geología, Lic. Geól. Néstor Campal, y los ingenieros Carolina Cosse y Guillermo Moncecchi, ex ministra y actual ministro de Industria Energía y Minería, respectivamente. A continuación, reproducimos el comunicado completo del SIMIEM – CSGU.

“Hoy 30 de setiembre se conmemora el primer año del trágico accidente que le costara la vida a un funcionario del MIEM en el departamento de Cerro Largo, más precisamente el trabajador de la Dirección Nacional de Minería y Geología, JUAN SALTORIO, quien conducía el vehículo Mahindra SOF 5906. Este hecho con desenlace fatal pudo y debió ser prevenido. Incontables gestiones realizaron los funcionarios para obtener “la puesta a punto” de los vehículos chocando siempre con la indiferencia y la desidia del Director Nacional Lic. Geól. Néstor Campal. El 3 de setiembre de 2018, se presentó una nota al Director Campal respaldada por la firma de los funcionarios con expresiones como ser: “nuestra más profunda preocupación por el mal estado de la flota de vehículos”, “los vehículos que se encuentran en circulación carecen de servicios de mantenimiento así como de reparaciones por haber superado los 100.000 km.”, “las malas condiciones de los vehículos implican un factor de riesgo de accidentes que pueden llegar a perjudicar la vida de los funcionarios así como también la de terceros”, “es interés de todos que esta situación se solucione de manera urgente”, “solicitamos se tomen las medidas que correspondan para revertir esta grave situación, porque de no ser tomadas las mismas, los únicos responsables ante un eventual perjuicio o accidente son las autoridades”. La única medida que tomó el Lic. Campal para cambiar esta situación fue NO TOMAR MEDIDAS. Fiel a su comportamiento dejó que las cosas continuaran inalteradas, condenando a los funcionarios al más absoluto desamparo. Fue así que llegamos al fatídico 30 de setiembre. Ese día, un domingo por la tarde, se produjo el accidente en el que perdió la vida nuestro compañero Juan Saltorio, quien se encontraba realizando tareas de chofer en el marco del Convenio con la Facultad de Ciencias. Y entonces, recién entonces, la pasividad del Lic. Campal se convirtió en acción y se trasladó a Melo, preocupado por neutralizar las posibles consecuencias de su indolencia como quedó demostrado días después, puesto que los vehículos de Dinamige, entre los que se encontraba la camioneta siniestrada no contaba con el computest entre otras irregularidades. Sin embargo, los vehículos fueron sometidos a los controles y reparaciones que por su negligencia se omitieron en tiempo récord y fueron realizados después del accidente, por supuesto. El 2 de octubre, los funcionarios le presentaron otra nota comunicando entre otras cosas que no se haría uso de los vehículos hasta que fueran puestos en condiciones. Parte de esa nota dice: “la muerte de un trabajador, bajo cualquier circunstancia es inaceptable. Pero más inaceptable aún es que muera un trabajador realizando tareas que se encuentran fuera de los cometidos de esta Institución, totalmente prescindibles y postergables, durante un fin de semana en que se decretaron alertas meteorológicas”. El Director Campal “ofendido” por la nota nos reunió en la sala de actos. Allí se produjo el más despreciable discurso en el cual dijo entre otras cosas “esta carta es de una gran hijoputez por parte de los firmantes” reconociendo textualmente “estoy absoluta y totalmente de acuerdo con el 80% de lo que dice la nota”, “yo sería el primero en generar medidas de fuerza para no salir y modificar las realidades”, “todos sabemos que las mahindra son una basura” olvidando que los vehículos estaban con un notorio deterioro debido a su negligencia. Frente a estas palabras que incluyeron insultos, amenazas, ironías y justificaciones, Campal no nos permitió el derecho a réplica. Y por inadmisible que resulte, no se realizó la investigación administrativa de rigor que debió realizarse ante la gravedad de los hechos sucedidos. De más está aclarar que esta omisión contó con el respaldo de la ex ministra Ing. Carolina Cosse y el actual ministro Ing. Guillermo Moncecchi. Ambos, cada uno en su oportunidad consideró que no era necesaria la realización de una indagación. Y aunque fundamentaron que la negativa de realizar una investigación se debía a que el objetivo era que la viuda cobrara una pensión del Banco de Seguros, se buscó y consiguió ocultar la incompetencia e irresponsabilidad del Lic. Campal al permitir que los vehículos circularan sin computest y en pésimas condiciones como fue advertido innumerables veces. Aún hoy las causas del accidente no están claras, no está determinado en el parte policial, se desconoce el informe del BSE, se ignora si existió un peritaje técnico. Son tantas las incógnitas… Y Juan Saltorio entregó cerca de 35 años de su vida y su vida misma al MIEM, que adoptó la despreciable actitud de no aclarar lo sucedido relegando al olvido los hechos. ¿Accidente o negligencia? Ambas tal vez”.