Editorial: La crisis no debe pagarla el pueblo

El Riesgo País de Argentina estaba a 1.800 puntos básicos, los analistas financieros consideran que los bonos argentinos están en situación de “default” ante el limbo político en el que está sumida la Argentina hasta el 10 de diciembre. Por lo tanto, el duro impacto que sufrieron los títulos soberanos de países emergentes fue menos rotundo para los papeles domésticos, casi fuera del radar inversor. Los bonos argentinos mantienen rentabilidades exorbitantes, aunque a estos precios escasean tanto los vendedores como los compradores. El Bonar 2020, un título en dólares con legislación argentina que vence en poco más de un año, ofrece una tasa de retorno de 74,8% anual en el mercado secundario. Los Bonar 2024 y 2025, también en dólares con ley argentina, pagan la “impresionante tasa” de 38,8 y 32,2 por ciento anual, son rendimientos incomparables para cualquier activo en el mundo, por lo tanto incrementan las dudas sobre su repago, pues “hasta el santo desconfía” de semejante promesa de ganancias. Mientras el presidente Jair Bolsonaro que se caracteriza por declaraciones insolventes e insultantes a la realidad, culpaba a los ambientalistas por los peores incendios forestales de los últimos años en la Amazonia brasileña, y el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, ensayaba una explicación floja de papeles refiriéndose al clima seco de la época, al ver los medios de comunicación brasileños se podía ver como se repetían en cadena imágenes del desastre. Pocos pudieron o quisieron sumergirse en los “asuntos internos” de Brasil que sufre el estado crítico de sus organismos públicos ambientales con cifras de deforestación monumentales, sin planificación adecuada, ni controles, ni estudios científicos y técnicos adecuados. Las políticas implementadas por los últimos ministros de Medio Ambiente y la apremiante situación de las tribus indígenas en el territorio, son solo algunos de los elementos que suelen quedar fuera de discusión. En Uruguay la instalación de UPM y Montes de Plata, como el uso de agrotóxicos es un “viva la pepa” que genera millones de dólares de ganancias a los empresarios pero ha deteriorado notoriamente la calidad medioambiental en nuestro país y perjudica la salud de nuestro pueblo. Tanto el río Santa Lucía como el río Negro, son ejemplos claros del deterioro de sus aguas y zonas aledañas, no sólo los análisis de especialistas, sino el sabio y experimentado ojos de vecinos y ciudadanos que antes disfrutaban de esas aguas y sus costas en familia o con amigos. La nueva instalación de UPM 2 agravará la realidad medioambiental en nuestro país y con la ya votada ley de riego los problemas serán aún mayores. Son horas muy importantes para esclarecer estos hechos, a veces parece que todas las denuncias, informes, estudios, análisis, movilizaciones caen en saco roto, pero no es así. Nada debe paralizar la crítica al sistema capitalista cruel, injusto y destructivo, ni a sus organismos financieros internacionales que son sus tentáculos para cada continente y cada país. A veces da la impresión que se rema sin resultado, que la marea en contra es invencible, sin embargo siempre hay una luz, un pequeño viento, un rayo de sol, un aliento, un abrazo, que ilumina el esfuerzo y alienta la lucha. El mundo será de los trabajadores con su ideología y su inquebrantable voluntad de ser realmente libres.