La FIFA habilitó a Irak a jugar en su país y no sanciona a Israel

Gianni Infantino, presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) anunció el viernes que la selección iraquí podrá disputar partidos oficiales en su tierra. Pero solamente en tres ciudades. En Bagdad seguirá prohibido. Debido a los conflictos armados solo se podrá jugar en tres ciudades “seguras”: Erbil, Basora y Kerbala. La primera ubicada al norte, en el Kurdistán, la segunda, al centro, y la tercera, al sur del país. Durante décadas Iraq no podía recibir a equipo alguno en partidos internacionales oficiales. La FIFA informó que la prohibición se levanta de manera provisional, luego de evaluarse la capacidad del país árabe para organizar partidos. Infantino remitió este martes la comunicación al jefe de la Unión Iraquí de Fútbol, Masoud Ahmed Abdulkhaliq. La prohibición entró en vigor en 1990, tras la invasión a Kuwait por Iraq. En 2012, la FIFA la levantó, pero la restableció poco después, a causa de un corte de energía en un estadio en Erbil, capital de la región autónoma iraquí de Kurdistán, durante un partido entre Iraq y Jordania. Según el comunicado del máximo organismo del fútbol, la decisión pudiera revocarse caso de un deterioro de la situación de seguridad. Durante la prohibición, la selección iraquí disputaba sus partidos en Irán. El lado oscuro de la FIFA: La FIFA se está haciéndose la distraída ante la prohibición de Israel a que los palestinos celebren partidos como parte de la Copa de Palestina, denunció la organización de protección de los Derechos Humanos, Euro-Mediterranean Human Right Monitor. A través de un comunicado, la organización manifestó que las autoridades israelíes continúan prohibiendo a 30 jugadores del Equipo Rafah en Gaza que jueguen el partido final de la Copa de Palestina contra el Equipo Juvenil Balata, en la ciudad ocupada de Nablus en Cisjordania. Esto, continuó, es una violación del derecho internacional y de los principios de la FIFA, que enfatizan “el derecho a jugar”. Los dos equipos jugaron el partido de ida el 30 de junio en Rafah y el partido de vuelta estaba previsto para julio. La ocupación israelí impide que los futbolistas de Gaza viajen a Cisjordania por razones de seguridad, enfatizando que esto es “simplemente una cobertura política para el castigo colectivo israelí ejercido contra la Franja de Gaza”. Los palestinos celebran una serie de partidos cada año y los equipos de Gaza y Cisjordania juegan entre sí en ambas áreas de los territorios palestinos ocupados hasta que llegan a la final de la Copa de Palestina, que es reconocida por la FIFA. Euro-Med informó que las restricciones israelíes a los atletas palestinos “han aumentado”, con las fuerzas de ocupación impidiendo que los equipos de culturismo y voleibol participen en torneos internacionales.