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¿Y mi aguinaldo dónde está?

  • Foto del escritor: La Juventud Diario
    La Juventud Diario
  • 25 ago 2019
  • 5 Min. de lectura

Nos encontramos en la recta final hacia las elecciones nacionales, por lo que creemos necesario colocar sobre la mesa algunos problemas con los que los jóvenes nos encontramos y cuáles son las respuestas que recibimos desde el sistema político de mano de los candidatos más representativos del capital de los partidos tradicionales. En este nuevo ciclo, comenzaremos con las problemáticas del empleo para los jóvenes que necesitan trabajar para sustentar sus estudios, que ni en UdelaR son gratuitos ni baratos, o que simplemente están comenzando a crear un proyecto de vida independiente en el que poder desarrollarse. Lo primero que detectamos al momento de comenzar con la titánica tarea de buscar un empleo es la escasez de propuestas laborales para la gran demanda existente. Esta semana se reabrió el programa “Yo estudio y trabajo” del Ministerio de Trabajo, que promueve la primer experiencia laboral a modo de becarios para jóvenes estudiantes tanto dentro de instituciones públicas como privadas y colapsó a las pocas horas; recibió más de 6.000 aplicaciones cuando se trata de un sorteo para unos pocos lugares. Fuera de este programa, el panorama no es mucho más esperanzador: la mayoría de ofertas laborales, además de insuficientes en cantidad para las que se necesita, son mediante empresas colocadoras de personal con contratos basura, a término y en empresas tercerizadas de los más variados rubros, sin estabilidad alguna -ese tipo de contratos puede ser terminado por el empleador en cualquier momento sin derecho a indemnización alguna-, trabajo precario en condiciones ilegales sobre las que no hay ningún control, salarios de hambre e híper explotación. En este contexto surge el fenómeno de la flexibilización laboral, en la que se desdibuja el rol del empleador colocando al trabajador en situación de socio colaborador, un tipo de socio raro ya que no tiene ninguna participación en las ganancias pero como socio en fin, tampoco tiene acceso a sus derechos laborales más básicos: licencia, salario vacacional pago en privados, aguinaldo, licencias especiales por duelo o estudio y la negación de sus aportes jubilatorios. A su vez, no cuentan con un salario mensual fijo sino que cobran por productividad, por cantidad de pedidos entregados en el caso de los repartidores de aplicaciones como Glovo, Rappi o Uber Eats o por viajes concretados en aplicaciones de transporte como Uber o Easy Taxi. Esto, que se vende como innovador, es una fórmula muy conocida por los trabajadores y tan vieja como el agujero del mate: Se trata del nefasto trabajo a destajo. Las aplicaciones encontraron en Uruguay campo fértil debido a la necesidad de trabajo de la población desempleada y también para aquellos trabajadores que si bien tienen empleo, su salario es insuficiente y necesitan complementarlo mediante el multiempleo. Es una medición de la crisis latente que, aunque ya establecida fuertemente en el país, aún no ha explotado en su máxima potencia. La fórmula del capital es la receta para el desastre: Vienen tiempos de aceleración en flexibilización, ajuste y represión que impactará directamente en los bolsillos de los trabajadores. Son en estos períodos en los que el capitalismo empieza a embanderarse con el cuentapropismo de los emprendedores, una forma fina pero cínica de llamarle a los autoexplotados a los que se le niegan los derechos laborales anteriormente mencionados. Se los incentiva a abrirse una empresa unipersonal generando facturaciones mensuales en lugar de percibir un sueldo, asumiendo sus propios costos impositivos y gastos de previsión social. La flexibilización laboral, las tercerizaciones y los contratos a término, con sus diferentes impactos sobre los trabajadores, tienen derechos en común como enemigos a los que apuntan: la libre asociación gremial y el derecho de huelga. El propio Estado utiliza mano de obra tercerizada en múltiples dependencias públicas por la que paga un sobrecosto de comisión a la empresa tercerizada por cada trabajador -pero se ahorra mucho dinero en beneficios que no les brinda- sobre los que, por la ley 18.251, es responsable en caso de que la empresa privada no lo sea. Una vez más, vemos la maquinaria de garantizar la ganancia privada mediante las pérdidas públicas, esta vez disfrazada mediante responsabilidad ante un trabajador. Responsabilidad real sería ofrecer un contrato como funcionario público en el que se respeten todos sus derechos y no simplemente hacerse cargo del problema posterior que se genera por no asumir sus obligaciones inicialmente frente a la necesidad de sumar un funcionario. Se hace muy difícil la organización colectiva de los trabajadores cuando son tercerizados y trabajan en distintas empresas, figuran bajo distintos rubros y tienen contratos a término que pueden ser extinguidos por parte del empleador sin generar derecho a indemnización alguna, lo que es el resultado esperable cuando el trabajador manifieste de cualquier manera su voluntad de organizarse gremialmente o de ejercer el derecho de huelga. ¿Cuáles son las propuestas que el espectro político nos brinda a los jóvenes como plan para enfrentar esta problemática? Parece haber un gran acuerdo de los partidos tradicionales con la política laboral que se ha aplicado desde el gobierno, independientemente de lo que se pueda enunciar en sus distintos esfuerzos retóricos electoralistas. Su proyecto político es el de las grandes multinacionales a las que se les garantiza todas las condiciones mediante zonas francas, y en algún caso extremo, el propio Estado subvenciona salarios como es el caso de Mc Donald’s en la ley 19.133, o ley de empleo juvenil, el trabajo becario mencionado párrafos más arriba por medio del programa Yo estudio y trabajo, en el que también se benefician privados, tercerizaciones mediante empresas colocadoras de personal que ganan un porcentaje sin realizar ninguna función clara y el inefable proyecto de UPM 2, en el que el Estado invierte cantidades astronómicas de dinero en comparación a los puestos de trabajo que generará. Los candidatos realizan propuestas grandilocuentes de generación de empleo mediante propuestas de mayor flexibilización y beneficios a empresas, pero no solo no generan la cantidad de empleos que prometen con estas anticuadas medidas sino que los que se generan son en condiciones deplorables con salarios de miseria. Desde los jóvenes del 26 de Marzo entendemos que el dinero que el Estado desvía para beneficios de privados mediante exoneraciones fiscales, subvenciones salariales e inversiones para garantizar emprendimientos bien podría invertirse en la generación de empleos mediante el fomento a la industria nacional con presencia estatal, financiar becas para estudiantes y financiar el pago de más partidas salariales para los estudiantes de UdelaR que se involucren en proyectos de investigación académica. Consideramos que la mejor forma de apoyar el empleo juvenil es el apoyo económico a los estudiantes, para a su vez incentivar el desarrollo intelectual de los jóvenes y futuros profesionales, combinado con una academia autónoma y crítica al servicio de las necesidades del pueblo y no del mercado. Puede y debe garantizarse un salario mínimo nacional de media canasta básica con facilidades para los estudiantes, no solo con días por estudio por pruebas a rendir sino también con reducciones en la jornada de trabajo para que dispongan de más tiempo para dedicarse a sus estudios. Creemos que el Frente Amplio ya ni siquiera se atreve a plantearse algo como esto, pero si lo hiciera, solo sería una bomba de humo que no coincide con su práctica política y los partidos tradicionales nunca lo hicieron. Para enfrentarse al avance del capital sobre los trabajadores y estudiantes, los invitamos a sumarse a la lucha contactándonos por los medios que dejamos al final para encontrar su espacio y en octubre, votar lista 326 – Unidad Popular.

Escuchanos todos los jueves a las 18hs en Arrankandonga, en Radio Centenario 1250 AM O acercate a nuestras reuniones los sábados a las 16:30 en el Local Central del 26 (Durazno 1118 esq. Paraguay) Contacto: Facebook – Juventud 26 de marzo Correo electrónico: jovenes26m@gmail.com


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