Columna: La ANEP y el sistema político enferman a los docentes
- La Juventud Diario
- 13 ago 2019
- 3 Min. de lectura

Escribe: Prof. Andrés Freire
Seguimos comentando el informe del INEEd, en este caso en particular el apartado respecto al tan manido tema del ausentismo docente, donde en el mismo se analiza la situación de los docentes del Consejo de Inicial y Primaria, pero buena parte de sus consideraciones son válidas para el conjunto de los funcionarios docentes de la ANEP. En primer lugar de la lectura del mismo se desprende que la mayor parte de las inasistencias docentes (alrededor de un 40%) son por enfermedad, siendo a su vez las más extendidas en el tiempo. Las faltas por este concepto tienen también sus picos, los meses fríos en particular junio y agosto, y los meses de finales de año por el agotamiento acumulado en el año lectivo. Y aquí ya empezamos con los problemas: ¿Dónde trabaja ese docente, esa maestra, ese profesor? ¿En un salón con todos los vidrios sanos o con algunos sí y otros no? ¿En un salón de clases o en un contenedor gélido, donde el aire acondicionado si existió alguna vez no funciona y a su vez las hormigas se comieron el aislante térmico? ¿En qué condiciones trabajaron esos profesores, esos maestros? ¿Pudieron por ejemplo ir a un baño en condiciones? En el caso de los maestros de tiempo completo por ejemplo: ¿Qué tiempo tiene por ejemplo para higienizarse y almorzar? Después vemos cómo hay personas que tienen que faltar por problemas gástricos por ejemplo, consecuencias de entre otras cosas comer mal, fuera de horario y a las apuradas. Ahora bien, veamos a su vez cuales son las causas más comunes de las faltas: “por problemas médicos, psíquicos (28,7%), padecimientos osteomioarticulares (12,8%), juntas médicas (9,0%), postoperatorio (6,9%) y problemas respiratorios (5,4%)”. Las certificaciones por afecciones psíquicas y osteomioarticulares aumentan con el transcurso del año lectivo, lo que evidencia el desgaste producto del avance del año. Las afecciones respiratorias se dan sobre todo en los meses de invierno, mientras que las juntas médicas y los postoperatorios tienen una distribución bastante uniforme a lo largo del año lectivo, con algunos picos en octubre y noviembre según el caso”. Es decir que los problemas psíquicos son la causa de la mayoría de las licencias médicas y de las más prolongadas de estas. Ahora bien ¿en qué se origina este grado de “locura” colectiva que determina tantas faltas por dicho motivo? Por supuesto que todas las historias personales son distintas, pero sí verificamos como una constante un aumento de las licencias psiquiátricas a medida que transcurre el año lectivo, es una evidencia empírica de que las condiciones laborales y el trabajo mismo están enfermando a los docentes. La sobre exigencia laboral, el atender a una población carenciada, la política de inclusión, los grupos superpoblados, la presión institucional para no faltar, el multiempleo docente, el permanente desprestigio desde los medios de comunicación por parte de actores políticos de primer orden, el ninguneo de la Academia, que piensa sus planes de reforma sin tomar en cuenta la real participación de los docentes, un salario que equivale al de un obrero cualificado y no al de un profesional, pero con las exigencias que se le piden a un profesional, son tóxicos. El permanente recorte de derechos, ya hemos visto por ejemplo lo sucedido con los días que se deben otorgar de licencia por las sucesivas elecciones, hacen a una realidad que enferma. Que genera sufrimiento psíquico, que puede degenerar luego en otro tipo de patologías. Quienes determinan a la vez salarios que siguen siendo insuficientes y que están en la raíz del problema quizás más grave de todo, el multiempleo docente, que en vez de disminuir se ha naturalizado, pensemos por ejemplo en que un maestro de tiempo completo, en realidad es un trabajador multiempleado, porque tiene dos cargos docentes, y no uno, son los responsables de estas situaciones en gran medida, de la misma forma de quienes recortan derechos, presionan con cada vez más cargas y a su vez no pueden asegurar edificios por ejemplo en condiciones y grupos reducidos, son los que nos estaban enfermando. Va llegando el tiempo en que los trabajadores de la educación tomemos conciencia de esta realidad, de una vez por todas, quienes hoy gobiernan tuvieron 15 años para corregir esta realidad, no lo hicieron en parte porque cuentan que pase lo que pase y hagan lo que hagan los vamos a seguir apoyando, por eso mismo se creen impunes y peor nos tratan. Pero ahora hay otras alternativas. ¡¡¡Somos Izquierda. Somos Patria!!!
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