Editorial: Frente Amplio cada vez más lejos del pueblo

Artículo 1.- Otorgase anuencia al Ejecutivo Departamental a los efectos de declarar el Emprendimiento de construcción de un planta de producción de celulosa de INTERÉS DEPARTAMENTAL. Artículo 2.- Otorgase anuencia al Ejecutivo Departamental a los efectos de otorgar: a) Exoneración a CUECAR S.A. y BLANVIRA S.A. de la tasa de construcción por la construcción de la infraestructura de la Zona Franca. b) Exoneración a CUECAR S.A. de la contribución inmobiliaria correspondiente a los padrones de localización del emprendimiento, es decir, suburbanos números 823, 824, 833, 834, 839) por el plazo de 10 años. Artículo 3.- Contraprestación: a) CUECAR S.A y BLANVIRA S.A. deberán realizar una contribución en obras que redunden en beneficio de la comunidad de Durazno. Artículo 4.- En virtud de la magnitud del referido emprendimiento y únicamente a los efectos de esta declaratoria, queda exceptuado el artículo 7º del Decreto 1811/2002 en cuanto a la obligatoriedad de emplear un mínimo del 75 % de mano de obra no especializada residente en el departamento, ampliándose la misma a los departamentos de la región (Durazno, Tacuarembó, Flores, Florida, Cerro Largo y Rivera). Artículo 5.- Las referidas exoneraciones se mantendrán en cuanto se mantenga la actividad industrial, y se cumplan las condiciones establecidas en el Artículo 3. Esta resolución de la Junta departamental de Durazno, va en línea con todo lo que el poder ejecutivo frenteamplista le concedió a la empresa UPM para la instalación de su nueva planta. La semana que paso hubo hechos a tener en cuenta, una la celebración del anuncio de UPM y el informe parlamentario de Danilo Astori lleno de buenos augurios sobre la situación económica del país. Si usted estimado lector, con esos anuncios no llegó al éxtasis total o a la felicidad completa, vaya a darse una “vueltita por algún profesional del sicoanálisis o de la siquiatría” y pregúntele qué le pasa que usted cree estar viviendo en otro país. Dígale al médico que usted se da cuenta que el salario rinde menos, que ve más compatriotas tirado en la calle, que aumenta la cantidad de asentamientos, que se agravan los problemas de salud, que crece la violencia en las calles, que hay más desocupación, que cierran fábricas y negocios, pero el gobierno dice todo al revés. ¿Será que vivo en un país que no es Uruguay, estimado doctor?, debería ser su consulta estimado lector. Tal vez el profesional, serio pero amable, le dice: usted vive en Uruguay pero le quieren hacer creer que vive en “Alicia país de maravillas”, ¿será? Nunca se vio tanta entrega de la soberanía ni tanta alegría por mentirle abiertamente al pueblo. Tanta mentira junta da mucha bronca e indignación y permite constatar cómo el oficialismo frenteamplista maniobró para que el pueblo sea un mero receptor de mentiras desmovilizado en su casa, desinformado e incrédulo. Un oficialismo incapaz, mendaz, timorato, desorientado, que deja sin trabajo a sus compatriotas pero los prepotea. Que a su vez no fue capaz de denunciar ante la justicia actos criminales relatados por militares presos y que no sabe cómo salieron 600 kilos de droga por el aeropuerto de Carrasco, ¿triste final para la llamarada nacida en el 71?