Asignaciones familiares y su contrapartida: “Política social que termina pareciéndose en asistencial

Los distintos mecanismos que tiene el Estado no siempre tienen buen cumplimiento o control, por lo cual se perjudica un espíritu democrático por el cual fue creado. La sociedad está desestructurándose a pasos agigantados sin medidas para evitarlo, extraño ya que el gobierno de los últimos años ha usado el aggiornamiento como bandera.

Ayer el senador Pablo Mieres se refirió en el Parlamento al tema del mecanismo asignación familiar, dado la real inasistencia de niños a la educación y sí el cobro de la asignación. “La ley es muy clara en cuanto a que condiciona el beneficio a que los padres manden a sus hijos al sistema educativo. Es lógico porque es una señal ineludible de integración social. La ley en forma muy justa le dice a los padres que manden a sus hijos a la escuela y así obtienen la asignación, no es con el afán de quitarla, sino de la concurrencia a los centros de estudio, cosa que además es obligatoria. Lo que nos está diciendo el BPS es que no importa, es una señal pública que se da. Acá hay 9.700 familias que no cumplen, calculando 2, 3 hijos por familia, unos 30 mil chiquilines que están fuera del sistema educativo, afectando su futuro. Me parece que es muy bueno que tengamos la posibilidad de reclamarle al BPS”. El tema no pasa por quitar la prestación sino por exigir la contraparte, insistió: “Creo que hay ese temor a ver si van o no van y no se les manda la señal que eso es clave para recibir la asignación. Lo que es una política social, termina pareciéndose en asistencialismo, que en año electoral llama a sospecha”. Además, el Partido Independiente sigue convencido de la necesidad de una profunda reforma educativa, una necesidad de hace años y entienden ha sido postergada.