Colorados en el Parlamento Marco jurídico de legítima defensa policial

El Parlamento es una caja de resonancia de la problemática del país a nivel nacional. Por ello, exposiciones sobre la inseguridad son de todos los días. En ese marco, últimamente las referencias son continuas por los asesinatos de trabajadores de la ley, y los amparos o fragilidades que el sistema tiene para el policía. Ayer, el Partido Colorado, por medio de su diputado Luis Pintado hizo referencia al tema, con más involucramiento, ya que representa al departamento de Canelones. “Cuando el Sargento William Forti, de 45 años, fue asesinado de dos disparos mientras iba en su moto por camino Chopin y Ruta 5, en el departamento de Canelones, cerca de una escuela en el que hacía el servicio de vigilancia 222. Este efectivo tenía 20 años de trabajo en la Policía de Canelones y era hijo de un policía retirado muy apreciado en la zona. Podrán ustedes pensar: arriesgar es uno de los compromisos esperables en esa profesión, y no estarían equivocados. Lo que de ningún modo resulta aceptable es que nuestros policías se encuentren limitados en su accionar, a tal punto que se han transformado involuntariamente en blancos fáciles para los delincuentes violentos. Eso es inadmisible y requiere en consecuencia que tomemos cartas en el asunto sin más demoras. Si bien es verdad que la ley orgánica policial y la ley de procedimientos policiales contienen de algún modo el principio de presunción de inocencia, mientras no se establezca responsabilidad del policía, también es un hecho que existe una zona gris en la legislación o en la praxis”. Tal como lo advirtió el Sindicato de funcionarios policiales, “la duda cuesta vidas”. Desde este punto de vista hay que entender que cuando se busca darle seguridad jurídica al policía, no es para darle poder ilegítimo al funcionario (ni gatillo fácil ni mano dura), sino de preservar vidas humanas. Hay que dotar al policía en un marco nítido dentro del derecho.