Columna: ¿Tu candidato ya firmó el Compromiso por la vida?

Escribe: Prof. Andrés Freire

El mío sí; el maestro Gonzalo Abella el candidato presidencial único de la Unidad Popular ya lo hizo, otros ya lo están haciendo en estas horas, no todos, y ahí veremos quiénes están dispuestos a hacer algo en serio por las personas enfermas por adicciones. Esta es una iniciativa impulsada por el “Colectivo de Madres de Enfermos Por Adicciones”, que pide un compromiso para legislar a partir del 16 de febrero de 2020 en torno a la atención y rehabilitación de enfermos por adicciones, siendo la responsabilidad de la instituciones, la internación hasta la total rehabilitación de las personas. En este sentido impulsan un proyecto de ley, que está trancado en el Parlamento hace casi dos años debido al no apoyo de los legisladores del Frente Amplio y el gobierno, impulsado por la legisladora del Partido Colorado por Colonia Nibia Reisch. Esta norma incluye el concepto de voluntad anticipada. Jurídicamente, filosóficamente, desde la psicología y la psiquiatría el proyecto es cuestionable; lo que no es materia de discusión es que se trata de un intento totalmente legítimo de, cómo se dice vulgarmente, tomar el toro por las guampas y hacer algo. La política actual que se asemeja a la del avestruz, no es una alternativa aceptable. La solución que se propone funcionará seguramente para un amplio porcentaje de los afectados, para otros habrá que buscar y pensar otras estrategias, pero actuar hay que actuar y actuar ya, no se puede a nombre de una pretendida defensa de la libertad personal y la autonomía de los sujetos, condenarlo a la esclavitud por drogas. Si la atendemos debidamente no solo vamos a solucionar por lo menos en parte el problema de las adicciones, sino también mejorar la seguridad pública, y sin reprimir a nadie, simplemente dando la oportunidad de rehabilitación a las personas adictas. Como docente, un día sí y otro también escuchamos relatos que son verdaderos descensos a los infiernos; pero no se necesita ser profesor, basta con salir a caminar y ver a más de un muchacho o muchacha joven que terminó en la calle, en el desamparo más absoluto, porque su familia hizo todo lo que pudo y se enfrentó a que este país es una gran mentira repleto de cosas maravillosas que sólo existen en los papeles pero no en la realidad materialmente existente. Son ilustrativas en un doble sentido las palabras críticas del referente de la Facultad de Psicología en la Comisión Parlamentaria que trataba el tema, Doctor en Psicología Juan Fernández: “Esto también encierra el problema de los tratamientos estandarizados. Hay formas de leer este problema que son bien recibidos en términos generales, porque simplifican la vida. Se suele pedir que la persona vaya al Portal Amarillo, a una clínica psiquiátrica, a Castalia, etcétera. Lo cierto es que hay formas estandarizadas de atender problemas diversos. ¿Qué sabemos con respecto a esas formas de internación? Que a largo plazo tienen un altísimo índice de fracaso. No se trata de incompetencia del plantel técnico ni de falta de buena voluntad. El fracaso se debe a que las internaciones estandarizadas tienen un tratamiento uniforme y un modo de concebir el problema que iguala a todos. No todos salen beneficiados, aunque muchos sí; lo he visto. Lo mismo sucede con los pacientes psiquiátricos”. He aquí entonces cómo un especialista que tiene una visión crítica con el proyecto en sí, reconoce incluso que la internación no siendo la panacea ofrece para muchos de los afectados la posibilidad de beneficiarse de la misma; incluso para quienes esta estrategia fracase, le proporcionará a la familia y al propio afectado, un respiro que permitirá buscar otras estrategias. Vemos aquí una gran injusticia: quienes tienen dinero pueden hacer un esfuerzo y pagar internaciones privadas en clínicas particulares, donde en el mejor de los casos lograrán la abstinencia de los afectados, y en el peor un período de desintoxicación. Para el resto, los que dinero no tienen, esta oportunidad está vedada. Entonces hacen su agosto las iglesias evangélicas que simplemente ocupan el vacío que el Estado deja; ahí terminan recurriendo en su desesperación a veces las familias, y valiéndose de esto la consecuencia es la expansión de su influencia social y política. Después desde el progresismo escuchamos cómo se las critica ácidamente, con razón o sin ella; pero son los propios progresistas quienes les generan el caldo gordo para su desarrollo al abandonar por ejemplo a las personas enfermas de adicción y sus familias a su propia suerte y sus propios recursos. El Estado debe asumir su responsabilidad. Venimos frente al tema adicciones muy mal como sociedad; personalmente no me opongo a la habilitación del auto cultivo de la marihuana y su venta legal. Sin embargo hay varias cosas para señalizar: ¿Dónde quedó la famosa campaña educativa que se iba a hacer al respecto? ¿En dos spots televisivos? ¿Nadie se preocupó por señalar por ejemplo que para un muy pequeño porcentaje, pero existente, y al que le toca le toca, la marihuana puede desencadenar enfermedades psiquiátricas graves? ¿Que puede ser la puerta de entrada a otras sustancias? ¿Qué haremos entonces con la cocaína, legalizarla también como sugirió un jerarca? ¿Nadie pensó cómo la sociedad iba a interpretar la norma? ¿Nadie calculó qué impacto iba a tener sobre los adolescentes? ¿Cómo estos transgresores de por sí, iban a observar que se vendía en la farmacia esta sustancia? ¿Nadie observó la carga simbólica de que la marihuana recreativa se vendiera en el mismo lugar en se venden los remedios, en vez de hacerse como debería suceder con las bebidas alcohólicas de mayor graduación que la cerveza, en establecimientos especializados? El tema da para mucho más, pero la pregunta queda planteada: ¿Tu candidato firmó el compromiso por la vida? ¿O es de los que hacen discursos hermosos que crean realidades que sólo existen en la tinta y el papel? El mío lo firmó, como lo harán otros con los que quizás estemos en las antípodas ideológicas, pero están dispuestos a que se haga un esfuerzo como sociedad por quien puede ser un familiar muy cercano a vos...