Parlamento: Reforma de la Ley Orgánica Militar se aprobó con 55 votos, entre ellos el de la Unidad P

Tal como argumentó el diputado Eduardo Rubio en polémicas instancias como aplicar un impuesto recaudador por 18 meses a las jubilaciones militares (que con su voto contrario no permitió que Astori se hiciera de líquido para pagar deuda) o como reformar la llamada Caja Militar (que con su voto positivo permitió que el tímido proyecto frenteamplista corrigiera en algo las cuentas de dicho servicio de pasividades), lo que urgía en nuestro país era reformar la Ley Orgánica Militar vigente desde comienzos de la dictadura, de la cual surgen las desigualdades, los privilegios y un rol aberrante que tenían asignadas las Fuerzas Armadas en el Uruguay.

Esta semana, el legislador de la Unidad Popular contribuyó con su voto a comenzar una reforma que debe ser mucho más profunda, y en la fundamentación de los artículos que no acompañó aparecen algunas señales de lo que una fuerte bancada de izquierda debería seguir reformulando en la próxima Legislatura. Ofrecemos un breve informe del titular de la Lista 326, sobre algunos aspectos fundamentales de lo que se votó este miércoles y que el oficialismo no ha dado a conocer: Este miércoles pasado tuvimos una intensa jornada parlamentaria, en sesión extraordinaria de la Cámara de Diputados finalmente se aprobó el proyecto de Reforma de la Ley Orgánica Militar que presentara el gobierno nacional, que luego sufrió una modificación importante a manos de la propia bancada oficialista y finalmente este miércoles pasado se aprobó en la Cámara de Diputados con los votos del Frente Amplio, del Partido Independiente, de quien queda hoy como representante del Partido de la Gente y de la Unidad Popular. Nosotros marcamos claramente la posición de la UP; quizás habrán escuchado el audio de esta intervención, pero queremos reafirmar algunos elementos que nos parecen fundamentales. ¿Por qué votamos este proyecto de reforma? ¡Porque no podía esperarse más para empezar a reformar la Ley Orgánica Militar! La Ley Orgánica que el miércoles empezamos a reformar tiene su matriz, su fundamento en una Ley aprobada en 1974 en plena dictadura por Juan María Bordaberry y Walter Ravenna -aunque seguramente ni la escribieron, no sé si la habrán leído, simplemente la firmaron-, que era la ecuación de las Fuerzas Armadas del Uruguay a la dictadura militar fascista que tuvimos. Y que, como parte de todo el auge de la Doctrina de la Seguridad Nacional impulsada por el imperialismo, generó una matriz de formación de las FFAA de acuerdo a esa Doctrina en donde el enemigo principal era el pueblo y por tanto las FFAA se hacían cargo de la administración del Estado, de sus empresas. Y de ahí un sobredimensionamiento en su estructura, en toda su estructura y en particular en los cuadros de oficiales superiores, que pasaban a ocupar cargos de direcciones del gobierno. De ahí saltó la cifra más escandalosa de la cantidad de coroneles del Ejército: pasó de 50 a 180, esa fue la proporción de crecimiento. Esta Ley Orgánica -que después modificó el Goyo Álvarez en 1980 para llevar a los generales de 14 a 16- se mantuvo hasta ahora, 34 años de democracia… o de gobiernos democráticamente electos… y quince años de gobierno del Frente Amplio. En esos años ¡la mitad del gobierno del FA!, y no solamente no se modificó, sino -tal como lo denunciara el diputado Posadas- se confirmó y se reafirmó en mensajes presupuestales de los gobiernos del FA. La Rendición de Cuentas de 2012, en un mensaje que mandaba el Poder Ejecutivo y en particular la parte de Ministerio de Defensa -en esa época Fernández Huidobro que era ministro- confirmaban, consolidaban toda la estructura de cuadros superiores del Ejército. Esto que este miércoles se empezó a modificar y que la bancada del FA cuestionó como rémora de la dictadura, había sido confirmado por el propio gobierno del Frente Amplio en 2012, en otras rendiciones de cuentas y hasta en el último Presupuesto que se votó en el Parlamento y que nosotros no lo votamos, en la parte del Ministerio de Defensa se confirmó la estructura de la Fuerza Aérea de sus cuadros de oficiales y de oficiales superiores. Pongo esto porque hay que poner la discusión con los pies en la tierra y con toda la realidad sobre la mesa. ¡Ni los blancos quisieron cambiar, ni los colorados quisieron cambiar, ni el FA hasta ahora, hasta este momento, quiso cambiar! Nosotros decimos que llega tarde y además este proyecto, que tiene algunos avances importantes, tiene contradicciones graves y en algunos casos anclajes en el pasado. Esto es fruto de las propias contradicciones de la fuerza política de gobierno, donde hay quienes mantienen compromisos con esa historia y con ese pasado. Nosotros votamos en general esta Ley -e insistimos- porque hay pasos que se dan que son importantes; en relación a la suspensión de la obediencia debida, la definición de las FFAA en el marco de una política de defensa nacional; en fin, los términos generales. Pero no votamos algunos aspectos. Hay literales que incluyen, sobre todo en las tareas -tanto en las fundamentales como las subsidiarias- que desde nuestro punto de vista anclan a las FFAA en el pasado… o en la política que hoy impone el imperialismo, más que en el pasado. No votamos la misión de las FFAA como policía, actuando como policía, en funciones de orden de represión interior, que se le adjudicó en una ley que propuso el FA el año pasado y que dejó patrullando a las FFAA, al Ejército en particular, en 20 kilómetros a lo largo de la frontera seca. Una extensión importante del territorio uruguayo, en la que en realidad la reforma de Larrañaga (“vivir sin miedo”) ya se aplicó en esa parte. Estuvimos también y votamos en contra de la participación de las FFAA en las misiones del exterior que nos impone el imperialismo. Esto es se consagró el miércoles en la Ley Orgánica Militar. Esto es muy negativo, esto obviamente lo tenemos que mover más adelante. Otro elemento en cuanto a las FFAA como respaldo, invirtiendo en el deporte y en la educación física, cosas que tienen que hacer otros organismos del Estado. (Rubio tampoco votó atribuirle a las Fuerzas Armadas potestades de inteligencia). Pero queremos mencionar dos elementos. Propusimos un artículo sustituto en cuanto al número de coroneles que se rebajaban. Nosotros planteábamos llevarlo a 110, en un proceso en el que tenemos que ir a normalizar la cantidad de coroneles de a cuerdo a la estructura que el Ejército necesita tener hoy, que entendemos que es menos. No votamos lo que propuso el FA de incrementar en uno los oficiales generales de la Armada, porque lo que decíamos es que la Armada lo que precisa son barcos que le permitan custodiar el agua territorial que hoy tiene el Uruguay, más que más oficiales generales -que bastantes tiene-. Y por supuesto que votamos parta suplir los Tribunales de Honor, pero no aprobamos la creación de los Tribunales de Ética. Esto que apareció a último momento como un reclamo del propio Ministerio de Defensa, es imponer lo mismo con otro nombre, obviamente con algunas modificaciones. Nos parece que son esos pasos de marcha y contramarcha que demuestran las brutales contradicciones internas que hoy agitan y mueven a la fuerza política de gobierno. En síntesis, el miércoles dimos un paso importante aprobando esta ley contradictoria en algunos aspectos, pero tomamos como el inicio de un proceso para conformar y confirmar unas FFAA al servicio de la defensa nacional, cumpliendo su tarea que marca la Constitución y que necesita el país, y para empezar a abordar aquellos aspectos más negativos que se arrastran como la impunidad, por la falta de decisión o por la complicidad abierta de los sectores políticos que han detentado el poder hasta hoy en el Uruguay. La Unidad Popular marcando un posición clara y marcando un camino, como siempre”.