Editorial: Por petróleo, otra arremetida contra Venezuela

Nada nuevo bajo el sol, los yankees intentando derrocar a un gobierno elegido por el pueblo pero que no es del agrado de los EEUU ni de los intereses que éstos defienden. Por supuesto que gobiernos afines a los EEUU están atrás del intento de derrocamiento de Nicolás Maduro y en esa tarea descolla por estas horas Iván Duque, presidente de Colombia. El títere designado por EEUU Guaidó y el preso López con algunos oficiales y subalternos movieron temprano las piezas para intentar derrocar al presidente constitucional y alinear definitivamente a Venezuela al imperio norteamericano y que sus grandes reservas en petróleo y gas estén a buen resguardo de las multinacionales vinculadas al imperio norteamericano. A estas horas parece perder fuerza la bravocunada pro yanqui, pero es todo tan dinámico como voraz y criminal el imperialismo, que siempre hay que estar alerta. Querían que fuera un golpe para derrocar al gobierno legítimo de Nicolás Maduro y terminaron en una pequeña asonada; otra vez se encaminan a un fracaso ya que no tienen pueblo ni tampoco logran el objetivo de máxima que se proponen: el quiebre de las Fuerzas Armadas Nacional Bolivarianas. La conjura internacional pro yanqui que tuvo el respaldo de la OEA, cuyo titular Luis Almagro, parece gozar con la sangre que se derrama para que los recursos naturales de países y pueblos humillados fluyan al norte, más precisamente a EUU. El gobierno de Venezuela será atacado, acosado, bloqueado una y otra vez porque tiene recursos naturales de extraordinario valor y su pueblo y gobierno han dicho no pasarán. ¿Será hora de profundizar la marcha de ese proceso?, ¿podrán los dirigentes bolivarianos y su pueblo? El pueblo bolivariano ha jugado siempre un gran papel en defensa de su gobierno, ¿pero la ligazón, la sintonía, la armonía, el respeto puede ser más estrecho entre trabajadores, pueblo, gobierno y fuerzas armadas, se podrá cristalizar? Con inteligencia y decisión es posible mejorar la productividad, la industria nacional y cuidar los recursos porque esta batalla será larga; esta es una decisión soberana del gobierno y del pueblo, pero cuanto mejor le vaya al pueblo bolivariano mejor le irá a los pueblos del mundo. Venezuela tendrá otros ataques, la economía capitalista no está en su mejor momento; los dirigentes políticos y gremiales parecen vivir en un mundo distinto a donde viven sus compatriotas. Mientras la dirigencia política vive de ágape en ágape, en conferencias, en reuniones, los trabajadores y jubilados viven alienados corriendo atrás de poder cerrar las cuentas mes a mes. La dirigencia política del orbe hace negocios, también tiene posibilidad de ver la fortuna familiar crecer, sus hijos logran nuevos emprendimientos, los amigos de sus hijos, sin embargo los hijos de los trabajadores son más deudores, tienen menos soberanía, viven con mayor inseguridad y con más contaminación en su entorno. EEUU, sus aliados, sus títeres, sus burócratas, volverán sobre Venezuela, acá y allá a los luchadores y militantes antiimperialistas les dirán ojo con la derecha, para estigmatizarlos y aislarlos del pueblo. La derecha es la que firma la Carta de Intención con el FMI y contratos confidenciales con las multinacionales.