San José El empleo juvenil y la educación para los maragatos

Por Darío Camilo Perdomo Responsable Político del 26M–UP en San José

Las medidas adoptadas por Lifan -la automotriz del km 40 de ruta 1 de que a partir del mes de abril sólo quedan cuatro trabajadores activos para mantenimiento y 120 en seguro de paro- y de Isusa -empresa química que a partir de un proyecto de reestructura va a prescindir de 160 trabajadores-, que se suman a Joyson (ex Takata) -empresa autopartista que hoy tiene un importante porcentaje de trabajadores en seguro de paro rotatorio- y que además hay que sumarle a todo esto un importante cierre de comercios en el último tiempo, dan cuenta y marcan una caída real de empleos en el departamento. Estos hechos, más que señales inquietantes son el reflejo de una dura realidad. A nivel nacional se constata una pérdida de 60.000 puestos de trabajo en los últimos meses, producto del modelo económico que se ha seguido, donde no está garantizada la estabilidad laboral y donde sí abundan cada vez más las tercerizaciones y la precariedad laboral, tanto a nivel público como privado. Y en ese sentido, uno de los sectores más complicados que enfrentan estas adversidades de escasez de empleo es el sector juvenil. Datos aportados por organismos multilaterales de crédito como el FMI, dan cuenta que en “economías de mercados emergentes”, que en realidad un eufemismo para denominar a los países sub-desarrollados de América Latina, África y parte de Asia oriental y meridional, por lo menos el 20% de los jóvenes entre 15 y 24 años de edad no están empleados ni estudian. Paradojalmente, son algunos de los propios directores de este organismo crediticio internacional quienes están aconsejando a los distintos gobiernos de estos países la necesidad de aumentar las edades de los topes jubilatorios y se está hablando de 65 años, para combatir los déficits en la seguridad social. De llegar a adoptarse entonces esta última posibilidad, sería bueno preguntarnos ¿a cuánto podría llegar a trepar este porcentaje de jóvenes sin empleo? Desde el punto de vista educativo, las necesidades siguen yendo muy por detrás de las “posibilidades” que marcan las sucesivas rendiciones de cuentas. Lejos del 6% del PBI para Anep y UdelaR prometido por la fuerza política de gobierno en la anterior campaña electoral, al presente hay situaciones muy complicadas en infraestructura y otras carencias que no ayudan a evitar la deserción estudiantil. A modo de ejemplo, podemos citar que con serios problemas de hacinamiento iniciaron las clases los grupos de 4° año del liceo N° 1 Dr. Alfonso Espínola; donde hay doce cuartos en total y la mayoría tiene 41 - 42 alumnos, pero hay cinco grupos que tienen entre 46 y 47 alumnos. Con este panorama, las clases para cuarto año en este centro comenzaron un mes después debido a algunas obras que se llevaron a cabo en el ala norte del edificio, pero con una matrícula de unos 2.000 alumnos queda clara la imperiosa necesidad de que San José de Mayo cuente con otro liceo con bachillerato. También se necesita otro liceo para Ciudad del Plata y mejoras y ampliaciones en otras localidades. La UTU de San José de Mayo presenta también un panorama de saturación similar al IDEA; no hace mucho se intentó desarticular el bachillerato en la Escuela Agraria de Raigón, teniendo en cuenta que tanto en las Escuelas Agrarias como en las UTU en general es en donde recalan la mayor parte de los chiquilines que vienen del medio rural o de contornos suburbanos que ya presentan contextos críticos. El panorama de vínculo con la institución, con los docentes y de salida eventualmente laboral se torna realmente complicado, esencialmente porque es imposible que la educación esté desvinculada de lo económico, de lo social y de lo político. Se ha hablado mucho de educación pero en general se ha hecho poco, porque para empezar generalmente faltan los recursos. Con relación a la educación física hemos abordado en reiteradas oportunidades el estado de deterioro de nuestra principal plaza de deportes donde acuden escolares, liceales y público en general. La educación física, que debería ser parte integral del sistema educativo, sigue siendo más allá de los discursos “la cenicienta” en materia presupuestal. Es necesario apuntar a la generación de un sistema nacional estatal de educación pública, con autonomía, participación y cogobierno, integrado a un proyecto soberano liberador y popular que nunca puede estar al servicio del mercado y de alguna que otra transnacional; garantizando una enseñanza de calidad que debe ser gratuita, obligatoria, laica, integral, universal y libre, para promover hombres y mujeres solidarios y éticamente comprometidos con los suyos, reconstruyendo la pedagogía crítica, humanista y solidaria.