Especialistas vuelven a expresarse: Reaparecen las cianobacterias y acusan al Estado de no aplicar l

Autoridades hacen lo contrario a lo que sugiere la academia. Las cianobacterias volvieron a nuestro país durante el pasado fin de semana a varias playas de las costas de Canelones y Montevideo.

Debido a las temperaturas que se registraron en esos días, la aparición nuevamente de las cianobacterias generó preocupación debido a que el próximo fin de semana comienza la semana santa o semana de turismo, y muchas familias viajan al este del país. La pasada temporada turística marcó una presencia récord de cianobacterias en Uruguay y generó importantes pérdidas en los sectores que se dedican al turismo. La cantidad de lluvia que cayó en verano, sumada a las altas temperaturas y el alto grado de nutrientes del agua (principalmente fósforo derivado de los fertilizantes usados en el campo) generaron la combinación necesaria para la aparición del fenómeno. El ingeniero agrónomo Daniel Panario, profesor de la Facultad de Ciencias, aseguró que el verano que viene es probable que el fenómeno se repita porque Uruguay “sigue actuando en la dirección de colisión”. Entrevistado en el programa Para empezar el día de radio Oriental, Panario manifestó que lo que sucede es en parte resultado de los embalses en el país: “La política es seguir incrementando número de embalses para riego, seguimos incrementando las fuentes para cianobacterias. Y así sucesivamente. Parece que hay una incomprensión y una arrogancia muy fuerte”, dijo. Panario habló sobre lo que genera que los fertilizantes lleguen a los embalses: “Se sigue en la dirección que todos los científicos del tema decimos que no hay que seguir. Los fertilizantes llegan a los embalses y cuando llueve mucho lo de los embalses va a los ríos. Mientras no baje la temperatura vamos a seguir teniendo las cianobacterias por aquí”, dijo Panario, que aseguró que la medida más efectiva para mejorar la situación es no permitir que se siga fertilizando cobertura (como soja y otros cultivos). “No entienden que si tiran fósforo soluble en el suelo y llueve, este escurre y va a parar a los ríos; en vez de ponerlo enterrado en semilla. Esto se hace para abaratar costos, y los productores hacen lo que les permiten que hagan”. El profesor dijo que durante este 2019 llovió mucho y eso dificultó aún más la solución al problema debido a que los embalses del Río Negro, que están cubiertos de cianobacterias, abrieron las compuertas y éstas terminaron en el río Uruguay.