Gustavo López, candidato a la vicepresidencia por la Unidad Popular: “Nuestra campaña es la campaña
- La Juventud Diario
- 31 mar 2019
- 4 Min. de lectura

El diario La Juventud habló con el candidato a vicepresidente de la República por la Unidad Popular Gustavo López, en el marco de una campaña electoral que corre cada vez más rápido. Reflexionando acerca del trabajo de la Unidad Popular a 3 meses de las elecciones internas, no faltó la comparación con las campañas del resto de los partidos políticos, cuyo contenido de respuestas a los problemas del país brillan por su ausencia.
Gustavo López sostuvo que el programa de la Unidad Popular es el único que explica “cómo romper con el carácter dependiente de nuestra economía” y se plantea las bases que permitan “desarrollar un proceso de reindustrialización” del país “que genere trabajo digno”; por eso “la campaña de la Unidad Popular pretende interpelar al gobierno, levantar los objetivos y las banderas históricas de la izquierda, y ofrecer un Programa creíble, concreto y posible de transformaciones a favor de las grandes mayorías populares”. Además aseguró que “el cumplimiento de los objetivos que nos trazamos depende en una medida determinante: de la acción militante que cada compañero despliegue en todo el país”. Por último, desafió al resto de los candidatos: “la ciudadanía se merece que se confronten ideas públicamente, y que se extraigan conclusiones a partir de un debate serio, responsable y de fondo”, porque “así imaginamos nosotros las campañas políticas”.
¿En qué se diferencia la campaña de la Unidad Popular con las demás campañas que se están desarrollando? La campaña de la Unidad Popular se diferencia básicamente del resto de las campañas de los demás sectores políticos porque se centra en un conjunto de ideas, soluciones y propuestas a los grandes problemas del país y su gente. En el comienzo de esta campaña electoral hemos visto en otras tiendas, gigantes publicárteles en rutas nacionales, creativos jingles televisivos, rostros maquillados, en fin; pero no encontramos una sola idea que dé respuesta a los problemas del trabajo, la salud, la educación, la vivienda, la seguridad pública, las preocupaciones cotidianas de la gente. Nadie explica, excepto el Programa de la Unidad Popular, cómo romper con el carácter dependiente de nuestra economía, cómo desarrollar un proceso de reindustrialización que reactive el mercado interno, que genere trabajo digno de calidad. Nadie explica cómo se puede pensar este país rompiendo definitivamente con la atadura que significa las cartas de intención con los organismos internacionales, la apuesta de la inversión extranjera directa como única vía de desarrollo. Parece que el único proyecto que el gobierno tiene para exhibir en esta campaña electoral es la eventual construcción de UPM 2. Todo el mundo sabe, hay sobrada evidencia para demostrarlo, que estos emprendimientos -en el mejor de los casos- generan mano de obra mientras construyen la estructura, y luego en el mediano y largo plazo, no solo no generan empleo, sino que destruyen el empleo en otras áreas clave de la economía. Venimos asistiendo en los últimos tiempos a un acelerado proceso de desindustrialización y cierre de establecimientos fabriles, con miles de puestos de trabajo menos. 55.000 puestos de trabajo menos en los últimos años, sobre todo en la industria manufacturera, la industria que agrega valor agregado a la materia prima. Lo que estamos perdiendo es trabajo de calidad. Y en el mejor de los casos, porque a veces el desempleo es prolongado, esos obreros calificados se reconvierten en empleos de menor calidad y menor salario. Entonces, la campaña de la Unidad Popular es una campaña que pretende interpelar al gobierno, levantar los objetivos y las banderas históricas de la izquierda, y ofrecer un Programa creíble, concreto, posible de transformaciones a favor de las grandes mayorías populares.
¿Qué puede decir acerca de la Jornada Nacional de Propaganda a la que se invita el domingo? En realidad un elemento fundamental de nuestra campaña es centrarla en la participación directa de la militancia; en el encuentro concreto con la gente, mano a mano. Algunos van a medir sus votos en relación a la cantidad de dinero que inviertan en la campaña; nosotros vamos a medir nuestros éxitos en relación a la cantidad y calidad de organización que seamos capaces de desplegar en la campaña. Por eso nuestra campaña es la campaña del encuentro directo con la gente, de volantear por decenas de miles nuestra Plataforma Electoral y nuestro Programa, de encontrarnos en las ferias, en las calles, en las puertas, en los centros de trabajo, en las organizaciones sociales que nos reciban. En ese marco es que se inscribe esta Jornada Nacional de Propaganda convocada para el próximo domingo en todo el país. En cada lugar, en relación a la fuerza y desarrollo que la organización tenga en cada rincón del país, se pretende que la UP gane la calle. En Montevideo estaremos el sábado en la feria de la calle Nicaragua, el domingo en la feria de Peñarol, el sábado en la tarde en Canelones. Eduardo Rubio está recorriendo el interior, Gonzalo Abella también está permanentemente en el interior… La idea es motivar a los compañeros de cada lugar a que cada uno, en la medida de sus posibilidades, de su desarrollo, se sume a esta Jornada Nacional haciendo algo más. Volanteando una feria, pintando un muro, convocando una reunión en una casa de familia, difundiendo el Programa en su centro de trabajo. Es decir, sintiéndose un protagonista activo de la campaña de la Unidad Popular. En la Unidad Popular el cumplimiento de los objetivos que nos trazamos depende en una medida determinante: de la acción militante que cada compañero despliegue en todo el país.
¿En un futuro próximo estarías dispuesto a debatir con otros candidatos? Nosotros lo hemos dicho públicamente: estamos prestos, ávidos y dispuestos a un debate público con cualquier candidato porque creemos en las fuerzas, las ideas, porque creemos en nuestra razón histórica, y porque además creemos que los debates deberían ser de carácter obligatorio. Es decir, la ciudadanía se merece que se confronten ideas públicamente, y que se extraigan conclusiones a partir de un debate serio, responsable y de fondo. Así imaginamos nosotros las campañas políticas, ojalá otros candidatos de otras filas políticas acepten el desafío de debatir públicamente su Programa con nosotros.
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