Los compañeros en nuestra memoria
- La Juventud Diario
- 25 mar 2019
- 3 Min. de lectura
RIBEIRO, Edelmar. Muerte: 23/3/69- Asesinado en Uruguay. Nacido en el departamento de Artigas, y su apodo era el "Negro Veio". Fue criado por una familia de posición económica bastante desahogada, lo que le permitió instalar un tallercito de zapatero que le daba para vivir sin demasiados problemas, hasta que conflictos de familia lo llevaron a dejarlo en 1961, comenzando su peregrinación por lugares de trabajos zafrales por el Norte del país: en El Espinillar; en Cainsa; en Azucarera Artigas, en las remolacheras de Paysandú; en las plantaciones de caña y arroz de Perroni y aún en las plantaciones de Itaquí, al otro lado de la frontera. Llevó la vida de todos los peludos hasta que se hizo un "peludo" más. Pensaba que en esas condiciones de vida no era conveniente tener mujer ni hijos, por lo que siguió su camino solo. Tenía profundamente arraigada la concepción del compañerismo natural de todos los peludos. Era común oírle decir, refiriéndose a sus escasas pertenencias: "Aquí lo que hay no es mío, es de todos" Conocía al detalle la vida de los principales caudillos blancos del siglo pasado y los admiraba fervientemente. Los homenajeaba a su modo, usando a modo de almohada un libro sobre Saravia del que nunca se separaba. Su conciencia de clase lo llevó a integrarse a la lucha de UTAA. Participó en la ocupación de CAINSA en 1961 y en las marchas cañeras de 1962, 1964 y 1965. Posteriormente se integró al MLN y fue ajustando su disciplina a la militancia revolucionaria, pero nunca quiso abandonar su medio natural por lo que sus lugares de lucha fueron siempre el monte, el campo, el cañaveral. Desde allí trabajó para la revolución y murió en la tarde del 23 de marzo de 1969. Estaba viviendo a monte, esperando el llamado para cumplir una tarea, cuando fue sorprendido en una estancia por una patrulla, llamada por el patrón. La emprendieron a balazos sin darle tiempo a defenderse. Cayó herido de muerte, junto al monte que muchas veces fue su refugio. Lejos de sus compañeros murió el "Negro Veio", humildemente, como un buen soldado de la Revolución.
MÉNDEZ, Margarito. Muerte: 24/3/75. Asesinado en Argentina. Apareció muerto a balazos en las cercanías de Mar del Plata el 24/3/75. Se carece de más datos.
TORTEROLO, Armando (No se sabe la fecha así que tomamos como referencia la de la publicación que sigue) Publicado en el Nº 6 de "Rigolución" del 25 de marzo de 1974: "Combatió a la dictadura de Terra con las armas en la mano; los salvadores de la patria se lo reconocieron con el olvido y el silencio. Pero su ánimo nunca decayó y la injusticia lo tuvo como implacable enemigo. Fue concejal de Minas donde se supo de su inteligencia y honestidad sin concesiones. Se radicó después en Treinta y Tres, donde como no podía ser de otra manera, ocupó los primeros puestos de lucha junto al pueblo. Don Armando no sólo hablaba, hacía y siempre asumió, hasta sus últimas consecuencias, las posiciones políticas que sustentaba. Valiente, sin pelos en la lengua, era lógico que los milicos se la juraran. Fue detenido en el cuartel de Treinta y Tres, que un día el pueblo destruirá hasta los cimientos, donde se lo sometió a bárbaras torturas, pese a sus 65 años. Nada habló, nada reconoció, nada dijo, tan sólo de su odio a tanto asesino, vendepatria de uniforme. Después lo llevaron a Libertad y allí fue, como siempre, un ejemplo de entereza, vergüenza, compañerismo. Lo largaron unos días antes de que se muriera, para que se pensara que no lo habían matado. Pero Torterolo murió en combate, dándole duro al milicaje. Por él también responderán. Su ejemplo, consecuencia con el pueblo, carácter de hierro, perdurará en nuestra memoria. Armando Torterolo: ¡Ni olvido ni perdón! Hasta la victoria siempre.
Comments