¿Cómo operan las multinacionales? Contrato ROU–UPM: el abismo que separa a la Unidad Popular del gob
- La Juventud Diario
- 13 mar 2019
- 3 Min. de lectura

Por Darío Camilo Perdomo Responsable Político del 26M–UP en San José
Por definición una empresa transnacional es aquella que realiza actividades comerciales a nivel internacional, se establece originalmente en un país, la matriz, pero luego se extiende a otros países del mundo a través de la creación de empresas relacionadas. Las transnacionales tienen un enfoque globalizado donde buscan maximizar sus ganancias aprovechando todas las ventajas comparativas que tienen relacionadas a temas de costos de producción, cadenas de distribución y aprovechamiento de los recursos y las ventajas tributarias y de otra índole en cada país donde operan. En origen, las transnacionales surgieron con los objetivos de extraer materias primas que se encontraban en otros países, reducir costos y ampliar mercados. Algunas de las primeras empresas transnacionales de las que se tiene registro son la Compañía Británica de las Indias Orientales, que gestionaba el comercio entre Inglaterra y sus colonias por el año 1600. Las instituciones financieras de la familia Rothschild por el 1800. La Standard Oil Company, empresa petrolera fundada por Rockefeller por 1870. Actualmente en un marco de “globalización capitalista neoliberal”, este carácter de transnacional les ha permitido un rango de flexibilidad y movilidad que les ha posibilitado usufructuar aún mayores ventajas como el aprovechamiento de los bajos salarios, de las bajas normas laborales, de condiciones fiscales favorables y estándares ambientales menos exigentes para instalar sus plantas productores. Debido al peso económico que manejan, que muchas veces superan al de varios países, a través de diversos mecanismos presionan incluso a los poderes públicos para que éstos generen reglas, normas y concesiones que las beneficie. Al tiempo que a nivel mundial cada vez son menos las empresas que controlan los sectores de producción y de bienes y servicios, ya que a través de distintas fusiones menos empresas dominan en forma monopólica las distintas cadenas, la desigualdad en la distribución de la riqueza es un hecho consumado, porque solamente 737 grupos dominan el 80% del mundo corporativo. Esta concentración de las empresas conduce ineludiblemente a una concentración cada vez mayor de las riquezas. El resultado de la penetración de estas transnacionales generalmente no resulta beneficioso para los países anfitriones, en general se da una explotación intensa de los recursos naturales con impactos ambientales altos para la región, el movimiento económico es reducido y básicamente las ganancias producidas no quedan en estos Estados sino que van a parar a los países de origen, o paraísos fiscales. También acrecientan un cuadro de pérdida de soberanía y pérdida de las herramientas que un pueblo necesita para conducir su destino, influyendo en la implementación de las privatizaciones y tercerizaciones en referencia por ejemplo a los servicios públicos. La concentración de la riqueza y el poder en un marco creciente de impunidad corporativa donde se violentan derechos humanos y de los pueblos generan una asimetría demasiado peligrosa, los roles preponderantes del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio están alineados con estos intereses. Las privatizaciones, el endeudamiento, la apertura y desregulación de las economías de los Estados terminan por debilitar las herramientas para alcanzar un desarrollo sustentable, la agenda “neoliberal” del libre mercado y de libre inversión, del extractivismo en definitiva es la agenda de las grandes multinacionales. Un ejemplo nítido y cercano de poder y sometimiento de las transnacionales en nuestro territorio es el “contrato” en origen casi secreto, firmado por el ejecutivo nacional y UPM para la concreción de su segunda planta de celulosa, en donde el Estado no recibirá un porcentaje de ganancias y por el contrario deberá pagar miles de millones de Dólares para infraestructura, en vías de tren, viaducto, puerto...etc., etc., también se le pagará un precio diferencial por la energía eléctrica que ella genere aunque no la necesitemos, con un contrato no inferior a veinte años. Así las cosas UPM no pagará impuestos, sino que se asegurará las ganancias de antemano, operará en zona franca, los impuestos generados acá los pagará en su país de origen, tendremos que construir además un nuevo tendido eléctrico, puede modificar los planes de estudio, también leyes laborales, reclamo de estabilidad jurídica para que no se modifiquen sus grandes ganancias, prioridades para el uso del agua del río, celeridad en los trámites de “habilitación ambiental”, volcará al río millones de litros de efluentes por día, por extensión se seguirá extendiendo el lesivo monocultivo forestal y ampliando el latifundio en detrimento de pequeños productores y de nuestra producción de alimentos. El monocultivo forestal no favorece a generar fuentes de trabajo sino todo lo contrario. En suma UPM se llevará nuestros recursos naturales sin pagar impuestos, afectando el agua el aire y tierra, contribuyendo al despoblamiento rural, primarizando nuestra economía y ayudando a aumentar nuestra deuda externa.
Entradas relacionadas
Ver todoLa posibilidad de aumentos de tarifas y de impuestos había sido negada enfáticamente por el presidente Luis Lacalle Pou durante la...
En estos días es evidente que ante un nuevo aniversario del Movimiento 26 de Marzo, muchas cosas y conceptos se ponen sobre la mesa en...
En los últimos tiempos han ido surgiendo en forma cada vez más amplia problemas y situaciones cada vez más difíciles de atender, con las...
Comments