Columna ¿Qué está pasando en Haití?
- La Juventud Diario
- 19 feb 2019
- 2 Min. de lectura

La “comunidad internacional” y los grandes medios de prensa parecen no conmoverse ante la crisis económica, política y social que sacude nuevamente a Haití. El disparador fue el reciente informe del Tribunal de Cuentas de Haití sobre el desvío de unos 2.000 millones de dólares de la estatal Petrocaribe a una empresa perteneciente al actual Presidente Jovenel Moïse, además de varios casos de malversación de fondos de altos cargos del Gobierno durante la presidencia anterior de Michel Martelly, de mismo partido del actual Presidente. Tras la publicación del informe, convocados por líderes de oposición, multitudes han salido a las calles exigiendo la renuncia de Moïse y el llamado a elecciones anticipadas. En Puerto Príncipe, capital del país, las escuelas y los bancos cerraron sus puertas, así como negocios de todos los rubros, incluyendo combustibles. Multitudes fuera de control han asaltado varios comercios saqueando provisiones. Se estima que la represión policial ya causó decenas de muertos y cientos de heridos. Jovenel Moïse, un empresario de 50 años, irrumpió en la política hace dos años con un discurso que prometía sacar de la pobreza a la isla caribeña. Su prédica estaba apoyada en sus antecedentes como empresario de servicios sanitarios, suministro de energía y la plantación de bananas. Sus intereses comerciales lo llevaron en 2014 a una reunión con el entonces presidente Michel Martelly, un excantante conocido con el nombre artístico de Sweet Micky. Él también era un recién llegado a la política cuando conquistó la presidencia en 2011. Apadrinado por Martelly, Moïse se lanzó a la política con el eslogan “comida en cada plato y dinero en cada bolsillo”. Sin embargo, la mayoría de los haitianos todavía luchan por apenas sobrevivir. Recorrió el país con su “caravana del cambio” prometiendo grandes obras que no se han hecho, incluyendo su promesa de asegurar electricidad a todo el país durante todo el día. Moïse ganó con el 32,81% de los votos en las elecciones de octubre 2015, pero se demostró que hubo fraude, lo que llevó a repetirlas el 20 de noviembre de 2016 y el ahora presidente logró, tras un proceso electoral muy convulso, un 55,67 % de los votos, pero votó solo el 21,1% de los ciudadanos. El 7 de febrero de 2017 comenzó su mandato en el país más pobre de América, donde más de la mitad de los 10 millones de habitantes se las arregla con menos de 2 dólares diarios. No cabe duda que la inacción de los organismos internacionales y la falta de cobertura periodística de la actual situación en Haití, tiene que ver con que el gobierno de ese país no desafía los intereses del imperio con sede en Washington. Una prueba más de que cuando se habla de “crisis humanitaria” y de “intervención” por parte del Almagro, Trump y demás actores políticos, no se trata realmente de interés en las personas que están pasando mal. Por si alguien tenía alguna duda, viene bien hacerlo notar. Los humanistas nos solidarizamos con el pueblo haitiano y haremos todo lo que está a nuestro alcance para aliviar su sufrimiento, además de denunciar la falta de interés de quienes se autoproclaman “humanitarios” para disfrazar sus verdaderos propósitos. Aníbal Terán Castromán Vocería Partido Humanista, integrante de Unidad Popular
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