“Ayuda humanitaria”, una escena creada Rechazar la intervención sin ambigüedades

Hace ya un buen tiempo que en el mundo, luego que se crea una situación de enorme crisis política que incluye la tensión económica interna, el bloqueo financiero, y una importante apuesta a la recuperación de los recursos estratégicos principales, como es el petróleo y el gas, considerados de los más importantes del mundo hasta el momento. Existe además una razón muy importante, para que el gobierno de Trump, haya puesto sus objetivos sobre Venezuela. Existen profundas razones geopolíticas, y una de ellas es la cercanía de la existencia de estos recursos a las fronteras norteamericanas, en relación a la extracción en otras partes del mundo donde ha sido precisamente Estados Unidos y la OTAN quienes han intervenido en varios países de Medio Oriente intentando controlar lo incontrolable. Han sido las principales potencias mundiales que en su nuevo reparto del mundo, han provocado una enorme inestabilidad y un verdadero caos en la situación nacional que está muy lejos de resolver alguno de los problemas más importantes de la humanidad como es la situación vinculada a las cuestiones sanitarias, de alimentación, de salud, y de expansión del narcotráfico como uno de los elementos centrales que buscan la neutralización de la actividad social de los pueblos. Claro que para ello, es necesario una fuerte acción de propaganda a los efectos de crear condiciones para provocar la intervención en los conflictos. Para ello todo sirve. Por ello es que una enorme montaña de mentiras se propaga desde los centros de poder, que intenta crear un verdadero estado sicológico para dar rienda suelta a todo tipo de planes de desestabilización social y política. Aun no se sabe cuántos han sido los muertos y refugiados en el mundo en los últimos veinticinco años por la acción del imperialismo. Sin embargo, luego de largos procesos represivos propuestos por las oligarquías locales y sus instrumentos políticos internacionales como la OEA, se fabrica una enorme pantomima sobre la ayuda humanitaria para salvar a la República Bolivariana de Venezuela, como si el mundo hoy fuera un paraíso para los millones de desamparados que se han quedado sin trabajo, sin país y son víctimas del racismo, la xenofobia y el estrangulamiento comercial y financiero. En Gaza existe una enorme crisis humanitaria donde parece que la ONU, la UE y muchos imponiéndoles condiciones de vida muy lejos de un verdadero sentido humanitario. Una situación increíblemente espantosa es la situación de bombardeos constantes contra la población civil en Yemen por parte de Arabia Saudita con el apoyo de Israel y las potencias europeas que ya ha costado cientos de miles de muertos, sin que los foros democráticos del mundo se conmuevan. Como si ello fuera poco, el pueblo haitiano está en la calle desde hace ya más de diez días contra el gobierno, que no se sostiene, pues allí también las sucesivas intervenciones norteamericanas han regenteado el proceso político, colonizándolo en el siglo XXI, cosa que ya lleva décadas también de “ayuda humanitaria” sin que los resultados y beneficios se produzcan en Haití. En todo caso, lo único que ha producido es una enorme falta de recursos, a los efectos de producir un verdadero mejoramiento de la producción. Está claro que la ayuda que tanto ruido hace para Venezuela donde los estados narcotraficantes, y todo tipo de fascistas lloran por la falta de medicamentos, es parte de un plan mayor para quedarse con los recursos de Venezuela. La cuestión sigue siendo entre la lucha de los pueblos contra el imperialismo y sus planes intervencionistas que es necesario rechazar, sin ambigüedades.