Macri, Lacalle Pou, Bordaberry y Tabaré Vázquez: todos contentos Toda la derecha del Río de la Plata

La situación de Venezuela parte aguas y cuando no se actúa con principios antiimperialistas, las volteretas y jugarretas entre el afán comercial para recibir unos dólares de otros países y la puja electoral para mantenerse en el poder quedan en evidencia: el Frente Amplio queda alineado con el imperialismo yanqui, la reacción continental y la derecha uruguaya. Para la izquierda en cambio, la posición es clara, firme y sin medias tintas: la Unidad Popular se solidariza con el pueblo bolivariano y su gobierno legítimo democráticamente electo, rechaza el golpe en Venezuela y la intervención militar yanqui, y defiende la autodeterminación de los pueblos. La lucha antiimperialista es para la izquierda una cuestión de principios, que no mide costos electorales.

Con la excusa del diálogo y evitar la violencia, el gobierno del Frente Amplio continúa en su intento de articular un consenso en la comunidad internacional para inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela, jugando en contra del proceso bolivariano que recorre Venezuela desde hace 20 años, y que desespera a los Estados Unidos y sus trasnacionales petroleras que pretenden apoderarse de sus valiosísimos recursos naturales. Al igual que quedó demostrado en el período de gobierno anterior, el afán comercial del Frente Amplio con las potencias mundiales vale más que los derechos humanos de los individuos que habitan nuestro planeta, o la autodeterminación de los pueblos. El presidente Mujica no dudó en canjear con Estados Unidos a un puñado de presos de la inhumana cárcel de Guantánamo a cambio de unos kilos de naranjas. Ahora a Tabaré Vázquez no le tiembla el pulso para dar la espalda y entregar un proceso revolucionario antiimperialista en América Latina como el bolivariano, a cambio de un buen entendimiento con la Unión Europea con quien pretende se suscriba un Tratado de Libre Comercio (TLC) con el Mercosur. Pero esta situación parte aguas y cuando no se actúa con principios antiimperialistas, las volteretas y jugarretas entre el afán comercial para recibir unos dólares de otros países y la puja electoral para mantenerse en el poder quedan en evidencia: el Frente Amplio queda alineado con el imperialismo yanqui, la reacción continental y la derecha uruguaya.

La cara “progresista” del FA

Cuando el nuevo presidente de la Asamblea Nacional venezolana declarada en desacato según establece la Constitución, Juan Guaidó, se autoproclamó Presidente de Venezuela tras recibir la orden del vicepresidente de los Estados Unidos, un puñado de países, principalmente de la región pero también del mundo, resolvieron de inmediato reconocer a Guaidó, considerar ilegítimo a Maduro y hasta lesionar las relaciones diplomáticas y/o comerciales con la República Bolivariana. Otros tantos, en mucho mayor medida, mantuvieron su reconocimiento legítimo al gobierno de Nicolás Maduro, recientemente asumido su segundo mandato. El gobierno del Frente Amplio optó por una posición intermedia, acercándose al nuevo gobierno mexicano de Manuel López Obrador, bajo la premisa de apostar al diálogo y rechazar posibles consecuencias violentas. Sin embargo el acercamiento fue engañoso por parte de Uruguay, puesto que México fundamenta su posición sobre el reconocimiento explícito de Nicolás Maduro como presidente y el respeto a la autodeterminación del pueblo venezolano, definiciones que no había manejado el Frente Amplio en todo este proceso, al menos hasta 2 días atrás. En este sentido, ambos países organizaron una reunión denominada Mecanismo de Montevideo junto a Bolivia y la CARICOM, donde consensuaron una resolución de diálogo y paz, sin injerencias ni imposiciones, ofreciéndose a mediar para ofrecer condiciones a los venezolanos para que encuentren la solución que entiendan conveniente para el conflicto que atraviesa, generado desde los Estados Unidos. La iniciativa fue saludada por Maduro y criticada por Guaidó. Este martes, el Canciller Nin Novoa fue interpelado por el Senador Pedro Bordaberry. Cuestionado por sus contrincantes electorales de los que trata de diferenciarse el Frente Amplio, el Ministro apeló a la batería de argumentos que ha manejado el gobierno Mexicano. Un grupo de legisladores blancos y colorados (Bordaberry, Abdala, Bianchi y Camy) presentaron una moción donde se pide la “inmediata liberación de los presos políticos”, la “inmediata realización de elecciones libres y transparentes” y que “se permita el ingreso de ayuda humanitaria a Venezuela” que pretenden los Estados Unidos y sus seguidores de la región, y la Unión Europea.

Le dio la luz al lado oscuro del FA

Al otro día de suscribir el Mecanismo de Montevideo, Tabaré Vázquez y Nin Novoa encabezaron junto a la Unión Europea una nueva resolución también en nuestra capital, esta vez del Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela, donde participaron varios países de la región y del mundo, en la que sí se pedía el ingreso de ayuda humanitaria y elecciones libres y creíbles. Naturalmente, por ser contraria a la resolución del Mecanismo de Montevideo, ni México ni Bolivia la suscribieron; sin embargo Uruguay fue uno de los principales protagonistas de la nueva resolución injerencista. Según el Canciller uruguayo, intentando lograr consensos de la comunidad internacional para el diálogo y la paz, cedió el pedido de elecciones libres a cambio de no incluir el reclamo de la liberación de los presos políticos, posición que de todos modos mantienen el resto de los países del Grupo Internacional de Contacto. Al otro día de que Nin Novoa confrontara con el pedido de blancos y colorados de reconocer a Guaidó, liberar a los presos políticos, ingresar ayuda humanitaria y celebrar elecciones libres; el Presidente Tabaré Vázquez se reunió con Mauricio Macri en la Estancia de Anchorena, líder de la derecha continental tras quien el Frente Amplio asocia al proyecto político de blancos y colorados, con el que disputarán el gobierno en noviembre de este año en el balotaje. Los presidentes de Uruguay y Argentina coincidieron en la necesidad de que haya elecciones libres y creíbles en Venezuela, coincidiendo así con el pedido de blancos y colorados, y las pretensiones de la Unión Europea. Además Vázquez y Macri hablaron de flexibilizar el Mercosur, justamente cuando se busca entendimientos para concretar un TLC entre la UE y el Mercosur. Tal es así el alineamiento del Frente Amplio con la reacción continental y las potencias mundiales e imperialistas, que el principal contendiente electoral en el terreno local, Luis Lacalle Pou, saludó el resultado del encuentro entre Macri y Vázquez y dijo estar de acuerdo tanto en la flexibilización del Mercosur como en la declaración sobre la situación política y social de Venezuela declaración sobre la situación política y social de Venezuela.

Contradicciones internas

Esto deja en evidencia que sólo hay dos posiciones posibles; y el progresismo se desdibuja en su falsa imagen al manejar el asunto por aspiraciones comerciales o con ambiciones electorales, quedando alineado con la derecha proimperialista nacional, regional y mundial. La lucha contra el antiimperialismo es una cuestión de principios. De la reunión entre Vázquez y Macri surgió una nueva contradicción: ambos gobernantes no solo coincidieron en reclamar “elecciones libres y creíbles”, sino también “con controles confiables”; cuando integrantes del propio Frente Amplio oficiaron de observadores internacionales en los últimos comicios presidenciales en Venezuela, donde resultó electo Nicolás Maduro por un amplio margen, tal es el caso del Partido Comunista, integrante del gobierno y por tanto alineado con Macri, Bordaberry, Lacalle Pou, Guaidó, la UE y Trump.

AJ-ET