La verdad es revolucionaria De cara a un gran cambio con base obrera y popular

Varios medios de prensa informan sobre las denuncias de supuesto abuso sexual que se esparcieron con fuerza contra el dos veces presidente de Costa Rica y ex premio Nobel de la Paz, Oscar Arias. Estos hechos han aparecido en los últimos tiempos con frecuencia en distintos ámbitos políticos, universitarios, deporte, culturales, sindicales, religiosos, etc. La iglesia católica, evangélicos, adventistas, etc., han tenido graves acusaciones sobre tan abominable delito y humillante proceder, cuando el alma, el espíritu y la bondad, deberían ser sus objetivos. Dominique Straus, - Kahn, ex presidente del FMI, que estuvo a punto de ser candidato a presidente de Francia, fue juzgado y condenado por graves escándalos sexuales. Es necesario tener presente que los principales funcionarios del gobierno de Donald Trump han demostrado públicamente la voracidad imperialista; algunos ciudadanos en el mundo tienen ciertas dudas con respecto a la actitud criminal del imperio y de sus dirigentes y portavoces pero los hechos, las palabras y la historia los condenan. El secretario de Estado, Michael Pompeo, el asesor de seguridad Jhon Bolton y el secretario de Energía Rick Perry han afirmado de una u otra manera que la forma civilizada de vivir es la que quiere EEUU. Y quien se le opone puede ser, bloqueado, extorsionado, atacado, invadido, sus dirigentes políticos vilipendiados, asesinados o encarcelados, sus pueblos llevados al hambre y a las enfermedades. No es nuevo, sobran pruebas; pero el desconocimiento es grande, la desinformación no tiene límites y el mundo de fantasía lo van creando para millones y millones de habitantes en el planeta tierra, hoy con escasa resistencia. Los trabajadores votan a sus explotadores, a sus torturadores, a quienes se enriquecen con la plata del pueblo. “Dios los cría y ellos se juntan” dice el refrán popular, pero lo que está realmente demostrado a pesar de la incredulidad de la mayoría y el escepticismo de otros, a los principales dirigentes y funcionarios del mundo los une el amor al dinero, a la explotación de los pueblos y a la expoliación de los recursos naturales. La embestida contra Venezuela, su gobierno legítimo y su pueblo, es obra de mentes enfermas por el dinero y el poder. La democracia para estas mentes con fabulosas cuentas bancarias, son los misiles, los bombarderos, los submarinos, portaaviones. La democracia debe ser entendida como el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo. La grandes multimedios, desinforman, atemorizan, ocultan, engañan. Por lo tanto las fuerzas de izquierda deben tener su prensa, su propaganda interna y externa, sino el más fiel militante popular puede ser embaucado. Es una tarea revolucionaria mantener medios antiimperialistas, se necesita mucha convicción y mucho sacrificio. Pero es imprescindible tener la verdad a mano, día a día, es necesario estar al tanto de la realidad en los barrios, en las fábricas, en los hospitales, en las escuelas, liceos. Medios de prensa del pueblo, alimentados de noticias verdaderas por el pueblo y con la ideología de los que construyen riqueza diariamente, los trabajadores.