San José: Un cambio de “modelo” se hace urgente y necesario en Ciudad del Plata y en todo el país

Por Darío Camilo Perdomo Responsable Político del 26M–UP en San José

Como la mayoría de ustedes conocen, cada 2 de febrero en distintas playas de Latinoamérica y de nuestro país, se realizan los rituales a una deidad que tiene su origen en ancestrales culturas africanas y que es conocida como “Iemanjá”: la diosa del mar. Pero el 2 de febrero también está asociado a la conservación de los humedales, ya que en esa fecha pero del año 1971 se firmó en Ramsar, Irán, el primer tratado mundial relativo a la conservación de estos recursos. Este año, ese día los intendentes del área metropolitana (Montevideo, Canelones y San José) compartiendo una embarcación de Prefectura recorrieron parte del río Santa Lucía, desde Santiago Vázquez hasta parador Tajes. Por lo trascendido, se está en la elaboración de un plan de manejo de estos recursos en conjunto con otras áreas del Ejecutivo; estos humedales de la cuenca del río Santa Lucía por un decreto del año 2015 fueron integrados al Snap (Sistema nacional de áreas protegidas) pero actualmente existe preocupación por emprendimientos de extracción de arena y la tala del monte ribereño. Más allá de esta categorización, recientemente se advirtió desde la Junta Departamental local la inconveniencia de habilitar areneras en padrones que incluyen los bañados del río Santa Lucía. A éstos se llega entrando en el kilómetro 32 de ruta 1 vieja, ya que contravienen las pautas del Plan de Ordenamiento Territorial local. El problema de la depredación arenera en Ciudad del Plata y la preocupación de los vecinos por el daño ambiental y patrimonial, es de vieja data. Estamos hablando de una zona poblada por unos 50.000 habitantes, donde podemos encontrar intercaladas áreas protegidas como la reserva de Penino en el kilómetro 29, importante porque es una de las zonas de recarga del acuífero Raigón, pero con químicas como Efice que elabora cloro y soda cáustica, otra química como Isusa en el kilómetro 24, y contigua otra química como Air liquide, más curtiembres como Bader y Faurecia. El cierre definitivo del vertedero de Ciudad del Plata (que ya no da más) y que estaba previsto para fines del año pasado viene demorado, y a él todavía continúan llegando unas 30 toneladas diarias de basura de la zona. Otra de las cosas difíciles de explicar es que una ciudad de 50.000 habitantes y todavía con las particularidades morfológicas del suelo como tiene Ciudad del Plata, con napas de agua muy cercanas a la superficie, no cuente con saneamiento; un servicio básico y elemental que ha sido promesa del partido de gobierno desde el 2007 pero que por ahora este asunto viene demorado también. Para lo que sería una primera etapa, la OPP estima sólo unos 9.500 beneficiarios, que estarían comprendidos en la zona de San Fernando. Otro de los problemas recurrentes que afecta a estos vecinos es la muy baja presión del agua potable en época estival. Cada vez que aumenta la demanda de agua potable se renueva este problema y se hace complejo cocinar, lavar ropa, o tomar un baño. Para colmo este año las floraciones de cianobacterias, esas algas verdeazuladas que producen toxinas y que pueden afectar a los animales como a los humanos, no han faltado a casi ninguna playa; por lo que ante una gran ola de calor, en ocasiones sus habitantes tampoco han podido disfrutar y refrescarse de un buen baño en la playa. Si será importante entonces la preservación de los recursos naturales, especialmente de los cursos de agua como el Santa Lucía o el San José y del medio ambiente en general. Hoy las temáticas medioambientales se nos imponen como prioritarias; por un lado es un tema de responsabilidad que debería ocupar a las autoridades, pero también debe ser un tema de conciencia para la población. Hoy son evidentes los efectos de un “modelo productivo” conocido como “agronegocio”, que ha priorizado el lucro por sobre la salud y el medio ambiente y está comprometiendo el futuro de las próximas generaciones; que no ha terminado con el hambre en el mundo tal como fue su carta de presentación, sino todo lo contrario; y además el uso indiscriminado y cada vez mayor de plaguicidas va contaminando suelos, agua y alimentos. Los efectos dañinos del exceso de uso de fertilizantes sobre todo el fósforo están impactando en la calidad del agua. Un cambio de “modelo” se hace urgente y necesario.