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Dr. Juan Miguel Petit: “Preocupa a la comunidad internacional la situación de las cárceles en Urugu

  • Foto del escritor: La Juventud Diario
    La Juventud Diario
  • 5 feb 2019
  • 13 Min. de lectura

Desde Ginebra, el comisionado para cárceles Dr. Juan Miguel Petit se refirió a la comparecencia de Uruguay en el examen periódico universal de Naciones Unidas, donde se le realizaron 26 recomendaciones.

En contacto con Mañanas de Radio -el periodístico de Radio Centenario-, Petit explicó que el examen es un ejercicio que se realiza hace unos 10 años, en el cual todos los países son sometidos a un examen por otros países, lo que hace que sea una instancia política, no está realizada por técnicos, sino que son los propios Estados los que evalúan en base a diferentes informes. Los países que aceptan someterse a estos exámenes se comprometen a seguir las recomendaciones y presentan sus avances. A continuación transcribimos la nota realizada el pasado 26 de enero.

Diego Martínez: Estamos en contacto con el Comisionado Parlamentario para Cárceles, Doctor Juan Manuel Petit, que está en Ginebra en estos momentos. Juan Miguel Petit: Mucho gusto. ¿Cómo le va? Hoy dialogamos de un escenario diferente que el habitual, el sistema penitenciario en Uruguay en contextos diferentes, pero los objetivos de la gestión son los mismos.

DM: Uruguay compareció en el examen periódico universal de Naciones Unidas y allí se le hicieron 26 recomendaciones. ¿Cómo se podrían sintetizar estas recomendaciones? JMP: Primero un elemento de contexto. El Examen Periódico Universal es un ejercicio que existe hace unos 10 años en Naciones Unidas donde mediante el cual, todos los países del mundo son sometidos a examen por otro país, lo cual hace que eso sea un foro muy político no técnico. A diferencia de los Comités -que seguramente los oyentes conocen porque son más conocidos, el Comité de Derechos del Niño, el Comité Contra la Violencia a la Mujer, el Comité Contra la Tortura, etc.- son Comités que observan los tratados internacionales de derechos y está integrados por técnicos, por tanto son observaciones que son muy técnicas, muy profundas, muy duras contra los gobiernos cuando hay problemas. El Examen Técnico Universal es otra cosa, no está hecho por técnicos, son Estados que valoran Estados sobre informes que elaboran técnicos, organismos, sociedad civil, organismos de derechos humanos, etcétera. Ese es el contexto. Lo bueno que tiene esto, es que los países cuando aceptan las recomendaciones se comprometen a seguir trabajando con esos temas y cada cuatro años presentan sus avances, avances o problemas, o reciben observaciones o comentarios de otros países. Fue el caso así de Uruguay, un país muy reputado en materia de derechos humanos, un país que realmente pude apreciar la alta valoración que existe y el compromiso que tiene Uruguay con los organismos de derechos humanos, cosa que no es común y más en el mundo de hoy, donde hay lamentablemente muchos países que están empezando a tomar medidas de retroceso, por ejemplo con migrantes, muchos países europeos; o de discriminación, medidas duras con minorías o migrantes -como les decía-. Pero lo importante fue que había una cantidad de elementos y en resumen te diría, de doscientas veintiséis recomendaciones hubo veintiséis que fueron sobre el sistema carcelario. Muy claro que existe una preocupación de la comunidad internacional de lo que son las cárceles en Uruguay; se señala que si bien se han mejorado, todavía están en muy malas condiciones. Claramente esto refuerza lo que hemos planteado que las cárceles en Uruguay no están en el nivel que podrían tener, están muy por debajo, son una anomalía en la realidad uruguaya por más que se ha mejorado. Hay muchas cosas que se están haciendo, hay muchas cosas con buen rumbo, pero todavía estamos lejos del nivel que deberíamos tener. La comunidad internacional apuntó hacia lo mismo y creo que la delegación de Uruguay, del Estado uruguayo, encabezada por su gobierno y la delegación de los tres Poderes del Estado aceptó esa recomendación; con lo cual sale una agenda de derechos humanos de los cuales un punto muy importante es mejorar el sistema penitenciario con salud, educación, más educación formal e informal, tratamiento de adicciones, salud mental, programa de reinserción, rehabilitación y bajar la reincidencia. Creo que es una señal muy fuerte que dio a la comunidad y Uruguay también dio una respuesta de compromiso también muy fuerte con lo cual hay que seguir trabajando.

DM: ¿Esto qué carácter tiene, fue positivo? ¿Estas evaluaciones que se hacen, estas recomendaciones son a modo de propuesta para los países para mejorar o tienen también un carácter sancionatorio para quien no los cumplen? JMP: Bueno en el Derecho Internacional en general hoy vemos en situaciones muy diversas, se ha avanzado mucho desde 1948 a la fecha y en general los derechos humanos son mucho más respetados hoy en el mundo que hace 50 años, ya no es fácil pasearse por el mundo siendo un dictador o no teniendo partidos políticos libres o libertad de prensa o sometiendo a las minorías o no teniendo leyes que protejan a las minorías o a personas que tienen pensamientos diversos a los mayoritarios o religiones o formas de criar a sus hijos, etc. Hoy día se ha avanzado mucho en lo que es la tolerancia, el respeto, el desarrollo de lo que es la dignidad humana, pero también es verdad las cosas espantosas que siguen pasando. Acá se ha estado hablando mucho de lo que está pasando en Sudán donde hay un dictador genocida acusado por la Corte Penal Internacional de genocidio, acusado por organismos internacionales, ha habido muertos hace muy poco, hay manifestaciones todos los días en Jartum y sin embargo este hombre (Omar Hasán Ahmad) Al Bashir se mantiene allí al firme, o sea que el Derecho Internacional y en particular el Derecho Internacional de Derechos Humanos se basa en la legitimación, en la moral, en la ética y convencimiento de cómo deben ser las cosas. Las sanciones económicas o de otro tipo son muy complicadas, pero sí hay un reconocimiento que es la base para que los países puedan funcionar en el mundo y cuando violan los derechos humanos eso no existe. Uruguay es pequeño que se ha ido ganando desde hace mucho tiempo un lugar en el mundo entre otras cosas por respetar los derechos humanos, por su democracia, por sus instituciones, por sus partidos políticos, por su Parlamento, por sus libertades. Y tiene también obviamente materias pendientes, comprometerse con los derechos humanos no quiere decir superar automáticamente todos los problemas, quiere decir no negarlos, reconocerlos, reconocerlos en su profundidad, discutir las vías para salir de ellos, porque esto no es un tratamiento médico donde hay una sola medicina -y de pronto ni siquiera en tratamientos médicos existe una sola medicina-, o sea que sí implica democracia, diversidad, discutir e ir a fondo en sus problemas. Creo que lo que hay aquí es una señal fuerte de la comunidad internacional y creo que de nuevo estamos frente a un problema que el país todavía no lo ha resuelto, un sistema penitenciario que no tiene el nivel que podía tener. Es una fuente de violencia, también pasan cosas que no deberían pasar donde hay carencias que el país no debería tener, no es el resultado de poco tiempo ni de una Administración; es el resultado negativo, acumulado de décadas. Y bueno, hay que lograr que ahora lo acumulado empiece a darnos positivo y que las cosas buenas se multipliquen, porque lo que pasa en las cárceles golpea en toda la sociedad. La violencia que generan las cárceles es la violencia que también nos golpea a todos en la calle, en el desarraigo, en la ruptura social, en la desintegración; o sea que es una materia que nos involucra, nos interesa, nos importa a todos, aún egoístamente nos importa a todos.

DM: Petit, de esas veintiséis recomendaciones que Uruguay aceptó y que piensa mejorar ¿cuáles le parecen a usted que son las más importantes? Sobre todo desde el punto de vista de lo que usted señalaba recién de que esas carencias luego repercuten en el funcionamiento general de la sociedad. JMP: En este foro que es el Consejo de Derechos Humanos, a diferencia de los Comités, los pronunciamiento son mucho más detallados y profundos, donde de pronto terminan -por ejemplo el Comité contra la Tortura o el Comité de los Derechos del niño- con un documento de 40 páginas con detalle, con observaciones muy concretas o propuestas de las formas legislativas, de acciones específicas en determinadas áreas, modificaciones de leyes o en manera de funcionar. En estos foros internacionales los países son muy puntuales, cada país habla un minuto, envía un pequeño comentario y envía una recomendación, con lo cual estas recomendaciones hacen una especie -te diría- de pintura impresionista sobre el tema. Entonces hay que leer justamente, hay veintiséis recomendaciones, hay una preocupación grande por el tema penitenciario. El tema penitenciario en el mundo es visto como una de las materias pendientes que tiene Uruguay, así como se reconocen una cantidad de avances que tiene Uruguay, es pionero en protección de la mujer, el matrimonio igualitario, la perspectiva de género, el combate a la trata de personas, se combate a la discriminación, a la integración racial, en fin, el trabajo con la infancia, lo que se logró con los niños en situación de calle; hay un conjunto de cosas que el país es valorado muy positivamente. En este tema si uno lee las recomendaciones hay una preocupación y si uno ve los puntos que tocan constituye una agenda más que importante a seguir. O sea, ahí las palabras claves que se mencionan son bajar la reincidencia, tratamientos en salud, bajar el hacinamiento -que si bien se ha bajado en su promedio hay muchos lugares donde todavía hay hacinamiento-, la salud mental, la alimentación, el agua potable -o sea eso significa espacios físicos que tienen que ser mejorados-, la reinserción social, el trabajo con los liberados, la preparación del egreso, los programas de rehabilitación que significan convivencia, espacio, salida al patio, convivencia pacífica, el combate a la violencia dentro de las cárceles. Uno de los grandes problemas: hay 30 cárceles y dentro de cada una hay realidades diferentes, a veces dentro de un mismo módulo se encuentran realidad totalmente contra puestas. Hay sectores, hay circuitos muy violentos que a nosotros nos preocupan muchísimo, hay un circuito que implica el penal de Libertad, la cárcel de Canelones, buena parte del Comcar y una parte pequeña de la cárcel de Punta Rieles nueva donde lamentablemente el chantaje, la violencia, las extorsiones, las amenazas son moneda corriente todos los días, riesgo para la integridad física, cadena de venganzas, de amenazas, venganzas de venganzas. Circuitos infernales que arrastra a la familia, porque nosotros tenemos las familias desesperadas porque sus hijos están amenazados y sus hijos no necesitan amenazas ni necesitan puñaladas, necesitan tratamiento en adicciones, educación, capacitación laboral, preparación para el regreso. Ahí tenemos como una anomalía patológica en nuestra sociedad sobre la cual hay que trabajar; meterse ahí adentro, volcar recursos, hay que salir a buscar recursos. Esto no es gratis, los recursos requieren planes, planes técnicos, planes con metas, con objetivos y con muchos organismos. Esto no lo puede hacer solo el Ministerio del Interior; acá el timbre suena, la alarma suena también para ASSE, para el MSP, para el MIDES, para el sistema educativo. Así que, creo que hay mucho por hacer, y es el mundo el que nos está diciendo: Uruguay, no se olviden de esto.

DM: ¿Sobre quienes están a cargo de la cárcel y del cuidado de la cárcel dice algo la recomendación, establece algún parámetro para que Uruguay maneje? Digo porque ha sido muy discutido también en diversos ámbitos sobre las cárceles en manos de quién, en manos del Ministerio del Interior, del cuidado perimetral del Ministerio de Defensa o en otros ámbitos o con ayuda de otros organismos. JMP: En este caso, en este organismo de Naciones Unidas -porque hay unos cuantos mecanismos de derechos humanos-, en este mecanismo no se llega generalmente a ese tipo de detalles; no hubo en este caso planteamiento por ejemplo sobre de qué organismo deben depender. Pero si uno lee otros informes, ya sea de Relatores o -lo que puede venir probablemente este año- el Comité sobre la Tortura, uno encuentra una cantidad de elementos donde los mensajes son bastantes claros. Si nos vamos un poco más atrás -y veremos cuál es la clave- qué es lo que significa lo de los derechos humanos, nos vamos a 1948 a la Declaración Universal -que responde un poco al conflicto de la Segunda Guerra obviamente, la humanidad devastada, millones de muertos en enfrentamientos, holocaustos, genocidios y- lo que dice básicamente, la esencia, el debe fundamental, el genoma de los derechos humanos es que los derechos humanos es lo que asegura la paz y la seguridad entre los países y entre las personas. Si las personas tienen educación, salud, cultura, convivencia, libertades, libertades políticas, sindicales, acceso a los jueces; es bastante difícil, no imposible pero es bastante más difícil hasta que ataquen otros congéneres. Cuando no tienen esas cosas la violencia es la manera de expresarse. Entonces las Reglas Mandela (Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos) nos muestran que lo que hay que llevar, las claves son esos contenidos. Y esos contenidos requieren ser llevados adelante por expertos en eso, por profesionales en eso, contenidos por la seguridad. Por eso nosotros decimos que las cárceles tienen que estar manejadas por técnicos en rehabilitación; los puede haber sociólogos, abogados, psicólogos, psiquiatras, y puede haber inclusive -como hay algunos casos- licenciados en seguridad o policías que pueden tener conocimiento. Pero tienen que tener conocimiento de eso, el mero hecho de ser experto en seguridad o policía, cómo se ha manejado durante décadas las cárceles pensando que está en manos de la policía, lo que hace es reeditar el conflicto de la calle. ¿El conflicto de la violencia social, de la violencia urbana cuál es? Policía versus personas que delinquen; en la cárcel reeditamos ese conflicto policía versus personas que delinquen y ese delito se continúa, se reedita y luego continúa, vuelve a continuar en la calle. Entonces, hay que cortar el circuito; cortarlo, acolchonándolo, poniéndolo en el medio entre la persona que delinque y el control social -la policía o la justicia-: derechos humanos, educación, salud, trabajo, convivencia, capacitación, familia, etcétera. Eso obviamente requiere recursos, voluntad política, voluntad internacional, acuerdos y recursos. Y allí se baja la violencia y se transforma en ciudadanía de integración social. ¿Cómo se hace eso? Claramente es logrando que la seguridad o sea la constitución sea el marco pero que el contenido esté dado por los derechos humanos y por los actores profesionales y educadores que permiten la

rehabilitación.

DM: Ya que mencionaba algún ejemplo de los países que estuvieron allí con varias reprimendas o con varios elementos allí planteados, a nivel de derechos humanos, ¿qué pasa con Estados Unidos? Que en varias ocasiones se lo toma como ejemplo de cuidado de libertades, ¿hubo también recomendaciones o hubo también situaciones que se plantearon a nivel de derechos humanos allí? JMP: En estos viajes que hemos estado no pasó Estados Unidos, el Consejo funciona tres veces al año y los países van desfilando, digamos. Creo que está buena la pregunta porque muchas veces los países que tienen problemas graves de derechos humanos, que cometen violaciones a los derechos humanos, que conviven con grandes carencias y de pronto le plantean no reprimendas como tu decías, sino recomendaciones a otros países que uno dice ‘pero qué autoridad moral tiene un país -no sé- que de pronto tiene récord muy negativos o registro muy negativos en derechos humanos, para hacer observaciones a otro país’. Yo creo que es una lectura que hay que dejarla a un lado, el ejercicio de creer que hay algo que está por encima de la soberanía de los países, está por encima de la frontera de los Estados y que viene de arriba digamos, que viene de la procedencia humana, de la esencia humana y que es el Sistema Internacional de Derechos Humanos implica justamente que todos los países hablen de lo mismo, y es muy bueno que haya. Hoy vemos, yo hace un tiempo que he venido a Ginebra, yo antes trabajaba, bueno no era un trabajo porque no era funcionario -era honorario, pagaban solamente los pasajes, los viáticos-, pero cuando era relator de derechos humanos en Naciones Unidas, fue del año 2001 al año 2007 y había muchos países que ni siquiera se hacían presentes, ni siquiera hablaban, ni siquiera dejaban que entraran relatores, ni siquiera dejaban informar, ni siquiera informaban. Hoy muchos de esos países -tímidamente algunos, otros más abiertamente- empiezan a incorporarse, empiezan hablar el lenguaje de derechos humanos. Entonces yo creo que hay que aceptar, hay que fumarse que de pronto haya países que uno de pronto dice: pero en Uruguay tenemos democracia, tenemos libertades, ¿cómo este país que no tiene democracia nos viene a preguntar a nosotros sobre la Ley de Perspectiva de Género o sobre la Libertad Sindical?… Bueno, esa es la gracia justamente. Esa es la gracia de estar en una asamblea todos por igual, todos opinando y pasado mañana Uruguay también podrá opinar y recomendar sobre esos países. Yo creo que es parte del avance del complejo, lento y zigzagueante avance que tienen los derechos humanos en el mundo. En definitiva yo creo que hay un avance cada vez con más respeto, menos abusos en el mundo. Lo que ocurre nos enteramos mucho y nos duele mucho porque somos todos mucho más sensibles -por suerte- a la dignidad humana y a los derechos de los demás.

DM: Por último Petit usted habló del tema recursos. ¿Estos programas establecen también la posibilidad de brindar recursos para subsanar problemas en algunos de los países que ameriten justamente inversiones? ¿O simplemente recomendaciones y cada país por sí mismo logra recuperarse o no de esos problemas? JMP: Estos te diría son como grandes titulares, grandes mandatos. Si uno se pone muy práctico puede decir esto no sirve para nada, estos son como grandes mandamientos que no le suenan los problemas y la gente que está mal sigue estando mal. Ahora, yo hago esta lectura, creo que esto es como una Declaración Universal; son grandes postulados pero nadie va a osar decir que la declaración universal no sirvió para nada y fueron grandes mandamientos, grandes postulados, no establecieron recursos ni detalles precisos ni mínimos sobre qué hacer, estos postulados obligan a buscar recursos y también a utilizar los recursos. El Uruguay es un país que tiene recursos, Uruguay no es un pequeño país pobre; Uruguay es un gran país de tamaño, lo que pasa que estamos al lado de dos gigantes. Es un país que si estuviera en Europa sería de tamaño mediano, no sería un país chiquito. Es un país desértico, con muy poca gente, pero es un país que tiene recursos, tiene un Estado potente, tiene un Estado con instituciones, con organismos. Entonces esos recursos están presentes, hay que saber cómo canalizarlos; a veces hay que redistribuirlos, a veces hay que hacer acuerdos y también hay que buscar (NdeR: inaudible) pero para eso se requieren planes y metas concretas. Yo creo que estos postulados nos dan objetivos, metas concretas y nos alientan en los temas olvidados, porque el espacio de los derechos humanos son el reino del revés. Acá se habla de esos temas que son los olvidados. No se habla de exportaciones, hechos empresariales, innovaciones tecnológicas, desarrollo económico, mercados, déficit, etcétera; acá en estos espacios se habla de los temas más dolorosos, los migrantes, los olvidados, los golpeados, las víctimas de la dictadura, las víctimas del golpe de Estado, los lastimados, los machucados. Acá ellos son la prioridad, son el objetivo y justamente esto hay que seguirlo; acá los organismos que vienen y quienes venimos nos llevamos deberes, nos llevamos ideas y ahora cada uno en su terreno, en su ((NdeR: inaudible)) tiene que pelearlo, tiene que plantearlo, tiene que seguir haciendo lo que hace. Nosotros con las autoridades, con el poder judicial, presentando los casos que tenemos que presentar, haciendo las propuestas y recomendaciones, alentando a las cosas buenas que hay, luchando contra aquella cosa que nos parece que el país tiene que superarlo.

DM: Comisionado Juan Miguel Petit le agradecemos muchísimo estos minutos, obviamente que lo vamos a seguir consultando sobre diversos temas. Este tema nos parece vital para la vida de cualquier sociedad, de cómo maneja esas relaciones internas que usted señalaba, cada sociedad habla también de la misma. Le mandamos un saludo desde aquí y buen regreso. JMP: Muchas gracias, un saludo a ustedes y a su audiencia. Muchas gracias por el interés que tienen en estos temas, es muy importante la difusión y el debate de todo esto. Muchas gracias y que pasen muy bien.


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