San José Nos cambiaron el Congreso Julio Castro por lo que aconsejan el FMI y el Banco Mundial

Por Darío Camilo Perdomo Responsable Político del 26M–UP en San José En noviembre del 2006 a poco de asumir el actual partido de gobierno, la Comisión Organizadora del Debate Educativo publicó los documentos donde se sintetizaba el debate que se había dado en los meses anteriores. El primero resumía las actas de las más de 700 asambleas territoriales lo que destacaba la alta participación, y el segundo contenía una síntesis de más de 400 aportes para este debate. A fines de ese mismo año, estos documentos fueron puestos a consideración en lo que fue el Primer Congreso Nacional de Educación que llevó el nombre de “Julio Castro”. En las resoluciones de Fines y principios se destaca la definición por la autonomía y cogobierno y en cuanto a presupuesto para la educación se reclamó que la Ley debería garantizar como mínimo un 6% del PBI. Este aspecto económico que es de primordial importancia sigue hoy en el debe; más allá del discurso de Mujica cuando asume en el 2010 y más allá de la promesa electoral del FA en el 2014, lo real y concreto es que aún seguimos muy lejos del 6% que se prometió en aquel momento. Además de no cumplir con lo prometido, el partido de gobierno se animó incluso a declarar la esencialidad de la enseñanza e inclusive se llegó a desalojar violentamente y por la fuerza alguna ocupación que se dio en su momento, en una actitud que ni siquiera la derecha más recalcitrante de finales de los sesenta se había animado a concretar, donde hay que destacar un rol muy poco protagónico de la cúpula del oficialismo sindical. El segundo Congreso Educativo denominado “Reina Reyes” ya con mucho menor cantidad de participantes, realizó su Plenario Nacional en Montevideo en noviembre de 2013 sobre la base de 5 ejes temáticos: Universalización de la educación media. Generalización de la educación terciaria. Cultura, educación técnica y tecnología. Formación de profesionales de la educación y Sistema nacional de educación. El tercer Congreso en materia educativa y el más reciente, transcurrió sin pena y con menos gloria y participación; realizado en 2017 llevó el nombre de Enriqueta Compte y Riqué. Lo real es que transcurrido el tiempo y los años y más allá de los esfuerzos por “universalizar” el acceso a la educación, los problemas en la educación pública son notorios y se mantienen. Con denuncias en que muchas veces las apreciaciones de algunos técnicos chocan con las de las autoridades políticas del organismo, como por ejemplo informes del Ineed en su momento advirtieron que una importante porción de escolares estaban teniendo problemas con sus niveles de competencia en matemáticas y lenguas lo que dificultaría por ejemplo su tránsito por la enseñanza media. Pero más allá de éstos y otros datos, el gobierno sigue siendo autocomplaciente con los resultados educativos. Hace pocos meses en recorrida por el departamento la Sra. Ministra de Educación expresó... “que venían cimentando muy bien una casa a la que todavía le falta mucho”... Habría que avisarles que llevan casi 14 años gobernando con mayorías absolutas. Pero en todo caso estos juicios de valor son al menos muy discutibles, cuando la realidad determina que el 60% de los estudiantes hoy no termina bachillerato, y esos guarismos bajan drásticamente en barrios carenciados en donde sólo 2 de cada 10 lo hacen. Por lo tanto no puede hablarse de cimientos sólidos con semejante deserción. Un informe realizado hace poco tiempo alerta sobre el abandono estudiantil en el departamento. Este estudio define a la desvinculación como la situación de aquellos estudiantes que habiéndose inscripto dejaron de asistir y no mantienen vínculos con el centro educativo, ya que por algún motivo o serie de motivos eligen no continuar con el programa de estudios y dejan de aceptar como válidas las expectativas de bienestar que derivan de la educación. Obviamente que la fragmentación social y los contextos críticos -como se dice ahora- contribuyen para ello. Ciudad del Plata y en particular la zona del Delta aparece con los números más altos, seguida por San José de Mayo con los barrios ubicados al este de la misma, ribereños al río San José. En este último tiempo se está dando el caso que muchos estudiantes que vienen del medio rural o de barrios periféricos, en general optan por inscribirse en la UTU o en la Escuela Agraria por considerar que podrían para estos casos tener una mejor y más rápida salida laboral; y es entendible. Pero ocurre que la UTU de San José de Mayo está realmente saturada, tiene más de 1.000 matrículas y ya no tiene más capacidad, más espacio físico, por lo que estaría necesitando un nuevo local. Para la Escuela Agraria de Raigón, ocurrió hace poco que estuvo en consideración de las autoridades la posibilidad de cierre de lo que equivale a 5° y 6° año; luego de una serie de gestiones y tratativas finalmente se confirmó que estos cursos se mantendrían. Pero también se estaría necesitando un nuevo liceo para San José, otro liceo para Ciudad del Plata, más y mejor infraestructura para las escuelas en general -muchas superpobladas-, donde el papel que cumplen las Comisiones de Fomento es fundamental en el aporte para complementar los recursos necesarios para la alimentación de los chiquilines, auxiliares de servicio y alguna rotura que siempre se produce. Hoy estamos en un presente donde la autonomía está siendo vulnerada, ya que una multinacional como UPM está definiendo -aparte de contratos leoninos y neocoloniales con el Estado uruguayo- las características y los contenidos educativos que necesita. Estamos en un presente en donde no se han priorizado los aspectos productivos para el desarrollo nacional generándose una pérdida significativa de más de 50.000 puestos de trabajo en los últimos tiempos, y por el contrario sí se han priorizado grandemente los beneficios para la “inversión extranjera”, para las multinacionales y el capital financiero. En un presente en donde el “debate educativo” parece haber quedado postergado por lo que aconsejan los lineamientos del FMI o el Banco Mundial. En un presente en donde irrumpe con mucha fuerza la “violencia social”, justamente cuando hay falta de posibilidades reales de trabajo y salario digno y también de políticas educativas que ayuden a salir a las actuales y futuras generaciones de la marginalidad que muchas veces las rodea. Muy lejos de concretar aquella frase enunciada por nuestro prócer en 1815 de “Sean los Orientales tan ilustrados como valientes”... donde el verbo ser conjugado en presente imperativo da cuenta de que se prioriza la educación ante todo, ya desde aquella lejana época él entendió que para ser un pueblo realmente libre lo importante es aprender y de esa forma no quedar ignorantes bajo el yugo de cualquier opresor, aprender a resolver situaciones sabiendo que nuestro trabajo será el camino para la independencia. La educación es un derecho humano fundamental, el sistema educativo público debe ser fortalecido para brindar el mejor servicio para la superación de las condiciones de vida, y el Estado debe garantizar que todas las personas puedan acceder a él durante toda su vida.