Editorial: El imperialismo busca lo peor para Venezuela Vivamos al honroso pueblo bolivariano

Días pasados expertos internacionales en autopsias informaron a la justicia argentina, que según sus evaluaciones, el ex fiscal Alberto Nisman se había suicidado. El grave acontecimiento que puso en vilo a la población argentina y jugó en la cabeza del electorado en octubre, se produjo en enero del 2015. La señora Cristina F. de Kirchner presidente en ese momento, fue acusada por actores de primerísimo nivel en la política del vecino país de ser instigadora de esa muerte. En estos días el hijo del presidente Jair Bolsonaro, Senador electo en Brasil, es investigado por cierta reticencia por la justicia de ese país, por supuestos movimientos sospechosos de dinero de amigos y empleados. Según medios de prensa, el ex canciller mejicano Jorge Castañeda, puso en tela de juicio el papel del “hijo de Tabaré Vázquez en negocios en Venezuela”, asegurando que por eso tironean desde el Caribe al gobierno uruguayo. Hoy cuando el imperialismo muestra un abanico de opciones para engullirse el petróleo de Venezuela, la pasividad, cobardía y mentiras de sus “amigos” es evidente. Así va este mundo con orientación neoliberal, presidentes, vice presidentes, ministros, presidentes de Banco República, senadores, diputados, altos jerarcas de partidos políticos, dirigentes sindicales, ediles, directores de entes autónomos y empresarios, miembros de la justicia, etc. y etc., son investigados y/o procesados en el Uruguay, en América Latina y en el mundo. La idea de la plata, de la vida de luces, lujos, éxtasis, de éxitos rápidos e individuales, es inducida por los que más tienen. En esta lógica los triunfadores son pocos, además explotadores, piensan en el dinero y el bienestar personal, hacen la de ellos y “revientan” a los trabajadores. También generalmente, lucran los alcahuetes de los ricos, los funcionales de los poderosos, chamulleros, canallas, etc., que se burlan de quienes confiaron en ellos. La descomposición de la sociedad basada en la explotación del hombre por el hombre aumenta sin cesar, todavía el pueblo es engañado, no se mete mucho pero empieza a prestar más atención y sacar conclusiones. Los hombres y mujeres con más riqueza generan las condiciones para que los pueblos vivan alienados, embrutecidos y empobrecidos. Sufriendo guerras, miseria, violencia social y doméstica, sentado por lo general ante medios de comunicación o redes sociales, que son propiedad de los magnates que viven de la sangre, el sudor y las lágrimas del pueblo. El desenfado imperialista de sus amigos, aliados, socios y sirvientes parece no tener fin, pero lo tendrá. Serán derrotados, se está marchando en ese camino, creemos en el pueblo, éste ganará confianza, se organizará y movilizará. Los pueblos y trabajadores tienen su ideología, con ella se triunfará; con dirigentes que demuestren valor, patriotismo y compromiso por los más pobres y desprotegidos. Estos dirigentes están en la entraña de nuestros pueblos, en fábricas, obras en construcción, en asambleas, en liceos y universidades. No esperamos nada del imperialismo, no creemos nada en los alcahuetes del imperialismo, solo el pueblo salvará al pueblo, en Venezuela vivamos al pueblo y al proceso bolivariano.