Sindicato de ANCAP: Aseguran que se podían bajar los combustibles y proponen cambios tributarios que
- La Juventud Diario
- 5 ene 2019
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Gerardo Rodríguez: “Estamos convencidos que había margen para bajar un 5% los combustibles”
Ante la suba de las tarifas, siguen las dudas si no sería posible bajarlas o mantenerlas en algunos casos. Respecto a la tarifa de la energía eléctrica, días pasados entrevistamos al presidente del Sindicato de UTE con la posición del gremio y su propuesta de rebajar las tarifas para la mayoría de los uruguayos. Hoy nos referimos a los combustibles, y para eso consultamos al Presidente del Sindicato de Trabajadores de Ancap, Gerardo Rodríguez, que explicó la propuesta estructural de FANCAP para bajar entre un 10% y un 15% la nafta y el gasoil, y desarrolló las razones coyunturales por las que podrían haberse bajado un 5% este año.
¿Es posible bajar el precio de los combustibles en Uruguay, al servicio de la producción, del desarrollo del país y en beneficio del pueblo trabajador? Ahora confluyen dos situaciones, una es la de tipo coyuntural, que tiene que ver con el costo del petróleo que daría también para una rebaja de los combustibles; pero nosotros hicimos una propuesta de rebaja de combustibles de tipo estructural. Básicamente tiene que ver con una sustitución de impuestos, bajar los impuestos indirectos como el IVA y el IMESI, y también una reducción de los márgenes de ganancia de las distribuidoras, las bonificaciones de los estacioneros y del fideicomiso del boleto, no para bajar el beneficio sobre el boleto, sino para compartirlo con rentas generales. Esta renuncia fiscal que se daría sobre todo por la reducción del IVA del 22% al 10% en el caso del gasoil, y la rebaja del IMESI del orden de los $5,70, proponemos se sustituya con un aumento del IRAE, volviendo a la tasa del 30% como era antes de la reforma tributaria del año 2007, y además un cambio en el impuesto al patrimonio, ya sea en sus tasas como también en la situación de reaforo de las extensiones agropecuarias. Con estas medidas se podría estar bajando entre un 10% y un 15% el precio de la nafta y del gasoil. Sobre todo en el tema del gasoil, esto puede impactar positivamente en el pequeño productor, en el productor familiar, en la gente que trabaja en las ferias, la que produce y reparte en el interior… todo el que trabaja y tiene ingresos más bajos le afectaría de buen modo principalmente la baja del combustible que es un elemento fundamental para su trabajo, y afecta por el contrario al gran capital también que intenta poner en la misma bolsa toda la problemática del campo, que sabemos que no es así, y creemos que es un sector donde hay espacio para aumentar la carga fiscal.
¿Cómo ven el tema del supergás? Porque hay un subsidio en la paramétrica que maneja ANCAP, ¿no? Sí, es así. Hay una problemática y es que Ancap no transparenta varios subsidios que tiene y que de alguna manera se relaciona con la estructura de costos de los combustibles. Muchas veces se maneja que Uruguay tiene el combustible más caro de la región, eso cabe para el caso de la nafta y el gasoil, pero de ninguna manera son los porcentajes que se manejan del 20% ó 25%, sino que el mes pasado la canasta de productos estuvo un 7,5% por encima. Pero lo que nunca se dice es que el supergás está 35% por debajo de los precios internacionales y eso es porque hay una decisión política; no se puede ser tan eficiente en un sector como el supergás y producir 35% por debajo de los promedios internacionales, y en la misma actividad ser ineficiente y producir por encima del precio internacional como la nafta y el gasoil. Evidentemente ahí hay una decisión política de subsidiar un producto que es fundamental para los hogares de menos ingresos. En este caso lo que hace ANCAP es ir reduciendo ese subsidio y cambiando las herramientas para llegarle a esos sectores de menos ingresos a través de las tarjetas -y ahora están sumando a los jubilados-, y no hacerlo universal porque se está subsidiando el producto para los hogares de menores ingresos pero también para los más ricos. Se trata de ser más selectivo en el subsidio. El otro subsidio que hay es que el combustible se vende en todos los rincones del país al mismo precio. Eso tiene un costo para ANCAP superior a 50 millones de dólares, y pocas veces se hace referencia. Pero ese subsidio que beneficia al supergás y ahora se está tratando de corregir para que le llegue a los hogares de bajos recursos.
¿Cómo ahora se está tratando de reducir ese subsidio, por eso subió? No, en realidad no se entiende… eso es aparte. Hay una política de ir reduciendo ese subsidio hacia el supergás y orientándolo para los hogares que realmente lo necesitan; ese es un tema. El otro es el reajuste por IPC que se hizo con el supergás, nosotros no lo compartimos. Estamos convencidos que había margen para bajar un 5% los combustibles. Creemos que es necesario, es imprescindible bajar el precio de los combustibles, y hoy hay aspectos coyunturales que permitían esa rebaja. En la nafta super, la materia prima es el 40% de la estructura de costo y esa materia prima bajó en un 20% en pesos uruguayos. La paramétrica de Ancap estaba calculada hasta diciembre con un costo del barril de crudo de 75 dólares y un tipo de cambio de $30,50; el costo de la materia prima tiene una incidencia de 86% en el precio final de ANCAP, y en el costo final de la nafta tiene un impacto del 40%. Si en el 40% del producto tenés una rebaja de 20%, indudablemente esa rebaja impacta un 8% en el precio final. En el otro 40% que es el IMESI que se reajustó por IPC, tenés un impacto en el precio final del 3,2%. Y en el 20% restante que tiene que ver con las bonificaciones de las inversiones, margen de ganancia de las distribuidoras, los salarios, la energía, los costos de producción, etc. etc., suponiendo que tuviese un aumento del 7,8% del IPC -que es menor a eso porque la energía subió menos-, nos lleva a una ecuación total de poder rebajar los combustibles entre 3,5% y 4%. Si a eso le sumamos que Ancap reconoce que hubo un exceso de ganancias el año pasado de 30 millones de dólares por la reducción del precio del crudo y el aumento del supergás, creemos que se acerca bastante al 5%. Es importante acercarnos al precio de paridad de importación. Desde que la URSEA empezó a calcularlo, desde el 2004 al 2013 hubo una paridad importante con la canasta de productos derivados del petróleo entre la referencia internacional y la que produce Uruguay. Luego durante la crisis de ANCAP se abrió la brecha. Y ahora se estaba cerrando, hay una tendencia a igualarse. Creemos que con una rebaja del 5% finalmente eliminábamos esa brecha, independientemente que hay algunos factores en la metodología de cálculo de la URSEA que deberían corregirse porque no se ajustan a los costos de producción en el Uruguay. Lamentablemente no se dio, y seguramente hay aspectos de reforzar el patrimonio de Ancap que creemos se podría haber priorizado el tema de la rebaja de los combustibles, sin descuidar las mejoras de la empresa.
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