Unidad política y lucha frontal contra el imperialismo

Luego del enorme retroceso producido por la política de los últimos gobiernos nacionales en materia de privatizaciones, de libre comercio y de fomento de la inversión extranjera que ha desatado una gran concentración de la ganancia en una elite social cada vez más pequeña y poderosa, se hace cada vez más necesario la defensa de las ideas fundamentales que nos han permitido existir, y también avanzar en estos años de luchas abiertas entre el capital y el trabajo en nuestros días. Hace no mucho tiempo se sostenía de la política dominante y desde las posiciones claudicantes revestidas de izquierda y de un enorme palabrerío sobre el capitalismo, el fin de las ideas y el posibilismo, que condujeron a un callejón sin salida al movimiento obrero y popular, por más que hoy se observa trágicamente como esas políticas no han llegado a buen puerto, ni en nuestro país, ni tampoco en la vida internacional. Nunca como hoy la agresión imperial ha estado tan a la orden del día contra los pueblos del mundo y por primera vez en Siria, las fuerzas de Estados Unidos, Arabia Saudita y la OTAN, que han apoyado junto a Israel al terrorismo más despiadado, ha sido derrotada en un escenario donde el gobierno Sirio no fue destruido, y ello ha abierto una nueva relación de fuerzas para la lucha del pueblo Palestino por sus territorios usurpados por el sionismo. Siempre que se producen cambios en la escena internacional, complementados por el ascenso de las fuerzas de lo más reaccionario y fascista del capital al poder en varias zonas del mundo ello no hace más que evidenciar una crisis de la política y las ideas, de enormes proporciones. La actitud proteccionista del capital imperialista creando nuevas condiciones para la reactivación económica a través de la guerra y el control del narcotráfico, lleva a una enorme crisis y caída constante de valores sociales, que se mueven entre las más estrictas normas y fundamentalismo occidental, y las más amplias libertades de la sociedad de consumo, que venden en su propaganda. Nuestro país no ha escapado a ello ni mucho menos, se vive a diario sin embargo los problemas fundamentales del capitalismo arrasado por políticas de entrega de la soberanía y de mayor explotación de los trabajadores, persisten y se agravan sin cesar. Por ello es que el factor subjetivo es muy importante, decisivo en los tiempos actuales en que la burguesía pretende imponer las fórmulas de pensamiento y fundamentalismo único, ante la búsqueda de los pueblos de la emancipación de los trabajadores en toda la vida social. La elevación de la conciencia de las masas es responsabilidad de la organización partidaria, de los que luchan por la sociedad sin explotados ni explotadores, es decir por el socialismo y el comunismo. Ello sin duda que provendrá de grandes luchas en las que desde ya participan enormes contingentes sociales, emergentes de la lucha nacional liberadora. Olvidar que el estado es una dictadura de clase, en todas las épocas, es uno de los mayores errores conceptuales que ha traído enormes retrocesos a la humanidad y a la construcción del socialismo. Más que olvido es una enorme desviación, que ha llevado a buena parte de los procesos a sentarse en las faldas de los capitalistas como “perritos falderos”, del imperialismo, según indicaba el jefe de la primera revolución proletaria, Lenin. Es necesario recordar a menudo estos “detalles” de la historia, pues por momentos parece que son muchos los que se “olvidan” y no son otra cosa que los principios fundamentales por los que luchamos, por ello es que el problema no es menor, es uno de los principales de nuestra época. La pureza de las ideas del socialismo, debe ser mantenida y enriquecida por la lucha de los trabajadores en nuestro país en su experiencia práctica, y los nuevos aportes que a diario se involucran en la nueva construcción política. Hay que redoblar el paso y seguir avanzando, en la patria de Artigas.