UP, alternativa antiimperialista crece: El FA y su visible funcionalidad al imperio

En Argentina la economía está que arde, sobre todo para los que menos tienen; ayer el gobierno metió mano a la caja de los jubilados (ANSSES) para financiar el déficit fiscal. Fueron 86 mil millones de pesos argentinos que el gobierno de Macri sacó de ANSSES como una forma de patear la pelota hacia adelante y así cumplir los compromisos con el FMI y buscar un alivio para un 2019 que será intenso y con panorama político, judicial y electoral incierto. Los números de la economía argentina muestran cómo se empobrece el pueblo, cómo aumenta la desocupación, se extranjeriza y concentra la economía. Los exportadores por un dólar alto e imparable se benefician, pero todos auguran meses venideros peores. Mientras, se aproxima la asunción de Jair Bolsonaro el 1° de enero de 2019 en Brasil; se prevé que su mandato traerá conflictividad de todo tipo y en todas las direcciones, por sus anuncios de campaña. Nada bueno para el pueblo brasileño ni para los pueblos latinoamericanos. En nuestro país el año próximo será de gran intensidad política con vistas a las elecciones de octubre, con el agregado fundamental de un FA con dificultades internas y economía quieta. El oficialismo frenteamplista intentará mantener el gobierno por otro período aunque las posibilidades son mes a mes más remotas, según mencionan distintas encuestadoras. Desde marzo de 2005 el FA ha practicado políticas que no han favorecido al pueblo y han lesionado la soberanía nacional. Sin embargo, con la contención del sindicalismo oficial que se instruye con la social democracia española y con gremialistas israelíes, el pueblo uruguayo justificó medidas antiobreras y antipopulares. Así la burocracia del PIT alentó el ingreso de UPM, Montes del Plata y en su momento Aratirí, con un argumento falso de que se generan puestos de trabajo. Debe haber otras razones, suponemos; es bueno mencionar que los dirigentes finlandeses de UPM reciben legalmente cuota parte de las ganancias de esta multinacional. El ministro Astori y todo el FA dio beneplácito y subsidios a las multinacionales, facilidades a inversores foráneos con dudosos antecedentes; en los primeros años estás políticas no recibieron críticas mayoritarias. El pago de la deuda como tema prioritario, la extranjerización de áreas sensibles de la economía fueron medidas priorizadas, se favoreció la venta de tierras, se aumentó la cantidad de zonas francas, se privatizó el puerto, más dólar bajo y controlado se impulsó la importación de productos que llenaban góndolas y a la vez cerraban fábricas y desocupaban trabajadores y bajaban salarios. Los precios internacionales de los commodities ayudaban a que algunos números de la economía dieran bien, pero sin impulso a la industria nacional y con carga tributaria desmedida y desproporcionada para quienes trabajan, la economía decayó su crecimiento. La baja de los precios internacionales más la suba de las tasas de interés en EEUU pusieron de manifiesto la debilidad de la política fondomonetarista que obliga al pago de deuda y refugiarse en los tentáculos de las multinacionales. Una enorme sangría imperial es el pago de una deuda ilegal e inmoral que somete a la mayoría de los gobiernos del mundo, pero el FA cumple rigurosamente para alegría del sistema financiero. La dirección política y social del FA lo sabe; antes militaban en contra, el giro de timón hunde al Uruguay pero la resistencia antiimperialista y artiguista crece.