Opinión Cayendo

Por Yanko Silva

Martes 18 de diciembre, 17:45 en Gonzalo Ramírez esquina Martínez Trueba. Joven moreno de estatura mediana baja, campera negra, pantalón jean, zapatos marrones y una manta azul. A los tumbos se cae frente a los contenedores de basura, desplomado como con ganas de no levantarse jamás, de su bolsillo derecho saca una botella de medio litro con algún tipo de líquido cuando de su mano izquierda lo arranca de la realidad una bolsa con cemento. Inerte con la misma posición que el hombre de vitruvio. Dos muchachos tratan de asistirlo pero su reacción es negativa y trata de defenderse como si alguien quisiera robarle algo. Vuelve a caer en la misma posición. Una señora se le acerca y luego se me acerca a la parada de ómnibus donde me encuentro y casi con angustia los comentarios de siempre; - pobre muchacho, vaya uno a saber por qué llegó hasta ese estado. No pude decir que no, no pude mirar simplemente hacia otro lado. 17:55 llamo al 911, la operadora me dice que no corte y que mi llamada está siendo monitoreada, esto pasó durante unos 5 minutos hasta que me atendieron. Explico la situación dándole la impotencia que se merece pues ese joven estaba siendo un riesgo para sí mismo en cualquier aspecto. Me dice que le comunicará al móvil más cercano en la zona. Veo que pasa un patrullero cruzando Gonzalo Ramírez una cuadra más abajo y más nada que eso. Desde mi llamada hasta este momento que son las 18:31 y llegó mi ómnibus, nadie vino. Creo que respira pues se levantó unos segundo y volvió a caer en la misma posición. En Uruguay podés morir tranquilo que nadie va a molestarte en el proceso. ¿Qué tan importante puede ser una llamada? ¿Cuáles son los casos que tienen más relevancia? Si yo fuera mujer, ya me hubiera comido la paliza del año. Si yo fuera mujer ya estaría muerta. Si yo fuera una niña o un niño ya me hubieran violado y quizás también estaría muriendo. Si yo fuera el dueño de un negocio ya estaría el operativo en marcha. Si yo fuera una manifestación ya estaría el operativo represivo. Si yo fuera tantas cosas hasta sería noticia. ¡Pero no! Solo soy un casi negro que llegué hasta acá por diferentes razones que podría estar una semana nombrando. Es mentira mucha cosa que se dice desde las cúpulas a la prensa, es verdad que se engaña al pueblo diciendo que la respuesta es cada vez más efectiva. La verdad es que soy un don nadie que a casi nadie le importa. Con suerte pasaré otro día en alguna esquina pidiendo a gritos que me lleve la Parca porque ya ni me quedan fuerzas para suicidarme, o quizás alguien no me deje morir hoy y me arrime un plato de comida y siga mi camino hacia ningún lugar, hacia ningún tiempo. El mundo se ha convertido en un embudo tan sólido que apenas pasa la humanidad, esa que de a ratos nos invade. Tenemos a un Macri que no está ni ahí con la Cultura y le importa mucho que cualquier acción socio cultural sea reprimida en las calles de Argentina. Tenemos a Macron en la baja por la subida del petróleo. Tenemos a Trump poniendo más tiradores en la frontera. Tenemos a Putin reprimiendo a la actual manifestación cultural y contestataria de estos tiempos, el rap y el hip hop. Tenemos a quienes destinan 211 millones de dólares para la próxima Libertadores mientras en Yemen todo el país literalmente vive en la extrema miseria. Tenemos a Vázquez apostando a la soja para ‘’paliar y terminar’’ con el hambre del mundo. Tenemos a Bolsonaro apostando a seguir haciendo mierda la selva Amazónica. Tenemos a Monsanto manipulando la vida y viendo la estrategia de poder algún día vendernos el aire. Y podría seguir... Lo cierto que entre toda esa telaraña estamos nosotros, está ese moreno cayéndose al destino. Nosotros no escapamos a eso, vivimos cayendo drogados por diferentes factores, inmersos en nuestro punto ciego sin ver que la vida se nos va en nuestros 360° y pocas veces hacemos algo.