Simone Biles, más allá de las medallas

Simone Biles, la joven gimnasta de 21 años, ganadora de cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016 contó el calvario que vive tras confesar que fue víctima del abusador Larry Nassar, un ex médico de 54 años que se declaró culpable de abusar sexualmente de varias gimnastas, entre niñas y adolescentes. Nassar fue sentenciado a entre 40 y 175 años de cárcel tras siete días de emotivos testimonios de más de 150 víctimas y sus familiares en el tribunal de Lansing, Michigan. “Acabo de firmar su sentencia de muerte”, le dijo la jueza Rosemarie Aquilina al acusado. Detrás de su gran sonrisa que parce imborrable, Simone Biles sigue luchando con las secuelas por el abuso sexual que sufrió en manos de Larry Nassar. La gimnasta estadounidense, tetracampeona olímpica y dueña de 14 títulos mundiales, confesó este jueves que toma medicamentos para combatir la ansiedad desde que en enero contó que fue una de las centenares de víctimas del ex médico del equipo olímpico de su país. “Ahora estoy tomando medicinas contra la ansiedad porque he tenido muchos altibajos a lo largo del año, intentado averiguar qué es lo que fallaba. Además, hago terapia regularmente”, reconoció en una entrevista con el programa televisivo “Good Morning América”. Y agregó: “No es fácil, pero la gente que me rodea es la mejor, y eso hace que todo sea un poco más sencillo”. A principios de año, Biles, de 21 años, admitió públicamente que fue una de las más de 250 niñas y mujeres abusadas a lo largo de 20 años por Nassar, quien hoy cumple dos condenas, una de 175 años de prisión por esos abusos y otra de 60 por posesión de pornografía infantil. “La mayoría me conoce como una chica feliz, graciosa y con energía. Pero últimamente me he sentido rota y cuanto más trato de apagar esa pequeña voz en mi cabeza, más alto me grita. Ya no tengo miedo de contar mi historia”, escribió Biles en su cuenta de Twitter el 15 de enero, en pleno apogeo del movimiento #MeToo, que denuncia las agresiones sexuales sufridas mayoritariamente por mujeres en diferentes sectores de la sociedad estadounidense. Este año tuvo su momento de gloria en el Mundial que se celebró en Catar en noviembre. Compitió con una piedra en el riñón que la hizo pasar varias horas en el hospital. A poco más de un mes de ese torneo y a casi un año de su confesión, Biles sigue batallando con las secuelas de los abusos. Pero, como reconoció este jueves, recordará este 2018 como el año que encontró “su voz”. “Hubo muchas cosas este año que me hicieron quién soy hoy. Y me siento más fuerte. Siento que este año me dio una voz que yo estaba intentando encontrar. Y yo traté de usarla de la mejor y más positiva forma posible”, reflexionó Biles, la superestrella de la gimnasia mundial.