Editorial: Otra gran mentira del gobierno El ministro ya tiene la espalda muy golpeada

La crónica del G 20 es la prueba palpable de que la política es la economía concentrada. Multimillonarios se reúnen para hacer negocios, con ciudadanos bloqueados y encerrados. El presidente Donald Trump con su gigantesca defensa se muestra tal cual es, pedante, soberbio, dueño del circo y a la vez débil. Reuniones frustradas, presiones directas, periodistas como verdaderos servicios del imperio, pueblos amordazados y cercados, para que una pléyade de multimillonarios y criminales se reúna en fastuosos ágapes para hacer negocios para sí, para amigos y parientes. Uruguay, cerca del G20 también recibió los coletazos del sismo de 3.5, nada bueno pasa y las noticias son peores cada día para el gobierno. La información sobre la muerte de un recluso en el penal de Libertad no fue real, en efecto el preso Carlos Núñez Santos, murió por un disparo de un guardia. Lo que se notificó anteriormente por el ministerio indicaba que la muerte era responsabilidad de otro detenido, que había aplicado una puñalada. Otra vez el Ministerio del Interior faltando la verdad y otra vez muertes en lugares donde se debería encaminar a los que están detenidos, a una recuperación real. Las secuelas del sistema capitalista, de políticas fondomonetaristas arrojan resultados realmente nocivos para los pueblos del mundo, en este caso para el pueblo uruguayo. Más de 10 mil presos, la inmensa mayoría menores de 30 años, pertenecientes a los barrios más pobres y carenciados, donde la falta de familia, de trabajo, de salario digno, de concurrencia regular a escuela y liceo, son problemas claramente identificados. Gana la droga pierde el pueblo, ganan las multinacionales pierden los trabajadores. Todos los partidos políticos hablan de la violencia y la muerte, pero las soluciones no aparecen y nunca se va a la raíz del tema. Más de una vez Unidad Popular ha manifestado, tanto en reuniones con presidencia, en el parlamento, a través de la prensa, en talleres o en actividades barriales, que no es solo con más patrulleros, efectivos de policiales, con armas de más calidad, con mejores cárceles que el problema de seguridad se soluciona. Hay que ir al hueso, el pueblo involucrado y organizado, con trabajo y salario digno, salud, educación, vivienda, para que en esta batalla, ganen los menos privilegiados. La mentira de un calificado funcionario del Ministerio del Interior es otro crimen y otra estafa. Parte de una raíz ya podrida, que no se arregla con la espalda del ministro en Artigas, ni con allanamientos masivos en los barrios más carenciados de Montevideo. Si el crimen está organizado, con más poder y violencia, el pueblo debe estar en preparado y conciente, para alcanzar la paz y la justicia social. En estos días el partido de gobierno y sus cuatro candidatos discutirán en su Congreso el programa para las elecciones del 2019. Nada nuevo ocurrirá, las líneas principales las acordaron los partidos y sus dirigentes de mayor fuerza electoral. La incursión de las tropas imperiales para proteger a los máximos dirigentes del G20 y el andar aceitado con los pensamientos del FMI garantizan un andar tranquilo con los dueños del dinero y las políticas de las multinacionales. En Uruguay los partidos de la burguesía pelean por sillones y cargos guiados por el FMI, en la otra vereda hemos aprendido que nada está perdido, los tiburones tienen poder pero el pueblo organizado lograra su grito de victoria.