Columna: Somos Izquierda, Somos Patria

“Cuanto más elevada es la fuente de donde deriva el poder público, más pura tiene que ser. Es necesario que el cuerpo representativo empiece sometiendo, en su interior, todas las pasiones individuales a la pasión general por el bien público. ¡Afortunados los representantes que están unidos a la causa de la libertad, tanto por su gloria e interés como por sus deberes! De todo cuanto precede deducimos una gran verdad: que el carácter del gobierno popular consiste en tener fe en el pueblo y en ser severo consigo mismo”. Robespierre, “Discurso sobre los principios de la moralidad política”.

Escribe: Prof. Andrés Freire

Soy un jacobino impenitente, lo confieso, y en estos días donde se declara el secreto para obstaculizar investigaciones, lo soy un poco más; pienso en Robespierre y pienso en Artigas y Monterroso, en la moral pública y la virtú republicana. ¿Qué podría decir que no se hubiera dicho antes? Nada, y sin embargo todo. Hemos vivido catorce años con algunos avances, pero con retrocesos increíbles en esferas impensables: ¿Dónde quedó la austeridad republicana que nos legó nuestro padre Artigas? ¿Perdida en aquella frase terrible de “a la gente no se le puede pedir tanta poesía”? ¿Ahogada en tarjetas corporativas, viajes, suites de hotel, prebendas, cargos gerenciales? ¿Dónde queda la sincera aspiración de servir a la Nación? ¿Desapareció junto a los cientos de millones perdidos en negocios ruinosos? ¿Qué pasó con esa moral que se me enseñó a mí en la Juventud Comunista hace muchos, muchos años, de que había que ser un buen estudiante, un buen trabajador, pensar siempre en el bienestar colectivo?, y ahora uno ve personajes y situaciones imposibles de darse donde existiera algo aunque sea, que no fuera oportunismo y cazar votos a cualquier precio. Hay cosas de las que ninguna fuerza política está a salvo a priori: ¿pero dónde quedaron los mecanismos de control y vigilancia ideológica? ¿Un cargo, dos, veinte, mil, valen más que un siglo de lucha y de historia? ¿Cómo se explica una escala salarial privilegiada para unos y más o menos lo mismo de siempre para el resto? ¿Catorce años no fueron tiempo suficiente para intentar un cambio estructural y solucionar por lo menos uno, aunque sea uno, de los graves problemas históricos que tenemos en nuestro país, por ejemplo el de la vivienda? Pero sí parecen haber sido un tiempo más que suficiente para el acceso al consumo y el privilegio de unos pocos. En la película polaco francesa “Danton”, Wadja su director hace decir a Robespierre, “la inocencia virtud primordial no debe ni puede temer a la vigilancia del pueblo”, y aquí se niega hasta un investigación parlamentaria. Hemos dicho más de una vez que somos Izquierda, tenemos un programa que entre otras cosas establece la nacionalización de la banca, el comercio exterior y la industria frigorífica. Pero a la vez como bien lo definiera nuestro candidato a presidente Maestro Gonzalo Abella, somos Patria. Nuestra Nación está en peligro, el capital extranjero se ha ido adueñando paulatinamente del suelo, el subsuelo y las industrias que quedan, y ahora se apronta siguiendo los lineamientos de quienes mandan la ofensiva final en la educación pública para destruir la carrera laboral de los docentes imponiendo una reforma laboral y administrativa. Y el peligro es más grave aún porque se ha intentado incluso destruir el empuje de la juventud, sus ganas de trabajar, con salarios de miseria, con hipocresía, con doble discurso, con impunidad, con políticas asistencialistas o compensatorias, que nunca ponen en cuestión la contradicción principal, que es la continuidad en la redistribución regresiva del ingreso. Por eso no sólo somos Izquierda, somos Patria, tenemos un programa de soluciones a la crisis permanente en la que nosotros vivimos, y de alternativas al ajuste permanente al que nos someten. Hace cuatro años atrás reavivamos la llama y rescatamos a la Izquierda, ahora tenemos por delante una misión aún mayor, rescatar un pedazo de nuestra Patria; en ese camino como pueblo en marcha no estaremos solos, camina con nosotros una vez más la sombra amiga del Protector de Los Pueblos Libres… Con orgullo una vez más, Somos Izquierda, Somos Patria, y por eso también votaremos en el Parlamento Nacional como único voto en contra de la presencia de tropas extranjeras en nuestro suelo. Hablamos en contra y votamos en contra. Yankees go home, y llévense con ustedes las políticas neoliberales de ajuste permanente.

¡¡¡Somos Izquierda, Somos Patria!!!