Entrevista con el Ec. José Rocca Con la cumbre del G20 se dan ciertos mensajes y el resto es más sho
- La Juventud Diario
- 13 nov 2018
- 6 Min. de lectura

Durante una extensa entrevista realizada al Ec. José Rocca en el programa Mañanas de Radio por Hernán Salina y Diego Martínez, más allá de las implicancias militares que han resonado en estos días en nuestro país, se planteó la pregunta de qué alcance tiene esta instancia para las definiciones que adoptan las principales potencias del mundo. Rocca advirtió una señal de apoyo político hacia el gobierno de Macri por parte de las potencias occidentales, y una instancia donde los países más poderosos puedan alinear en cierto modo a una serie de países intermedios. “En lo demás da la impresión de ser un gran show mediático más que algo efectivo; las negociaciones van por otro lado no las hacen los presidentes, los presidentes firman cuando ya está todo arreglado entre los grandes inversores, entre los grandes banqueros, entre los subgrupos económicos”, consideró Rocca. Transcribimos parte del diálogo que surgió a raíz de esta inquietud, abarcando el papel a nivel mundial que jugará Brasil con su nuevo gobierno y el que tiene China en la actualidad, integrantes del BRICS.
Se viene la cumbre del G20 en Argentina, donde uno de los temas ha sido la presencia militar norteamericana en nuestro suelo, peo hay otros temas que involucran a la propia cumbre, ¿qué se está discutiendo por parte de los 20 países más poderosos económicamente, cuál es la razón de estas reuniones? ¿Marcar una línea, tratar de conducir al resto a que se incorporen a determinada manera de actuar económicamente? Creo que aquí hay varias situaciones diferentes dentro del grupo de los 20, que es un grupo con matices, con matices de distinta índole. Yo diría que por un lado el hecho de que sea en Argentina lo que marcó en su momento fue el apoyo político de las grandes potencias sobre todo de Occidente a Macri; por ahí hay un hecho que me parece políticamente relevante que implicaba el apoyo a un tipo de gobierno que les era afín en cierto modo. Por otro lado da la impresión que es una forma de integrar al grupo de selectos a una serie de países intermedios y evitar que se pongan muy rebeldes, que de alguna forma haya una cierta coordinación. En lo demás da la impresión de ser un gran show mediático más que algo efectivo; las negociaciones van por otro lado no las hacen los presidentes, los presidentes firman cuando ya está todo arreglado entre los grandes inversores, entre los grandes banqueros, entre los subgrupos económicos. En general son mensajes y por otro lado también supongo es una forma de atenuar contradicciones ya contra las grandes potencias, supongo que allí debe haber un diálogo más fluido, más suelto con Rusia, con China, uno piensa que hasta juegan relaciones de tipo más personal para buscar que las contradicciones no lleguen a determinados planos. Y uno sospecha también que allí pasa lo que pasó en Yalta después de la Segunda Guerra Mundial, un poco que cada país dice mi zona de influencia es hasta acá, la tuya es hasta acá, no entres aquí…
Se dividen el mapa… Uno sospecha que puede haber parte de todo ese tipo de cosas.
¿Se discute en este tipo de foros de economía o también de cuestiones vinculadas a lo militar? O sea el mundo está bastante convulsionado, más allá de lo económico hay diferentes lugares donde se están viendo cosas y estos países, todos ellos tienen implicancia… Sí, sospecho que sí; hay una agenda oficial y una agenda extra oficial, hay reuniones que de repente se están haciendo en el restaurante del hotel vaya a saber ente quién, no lo sé, me gustaría saberlo, como que los poderes reales están pasando en esos niveles por otros lados.
Muchas veces son los que no aparecen en las fotos… No aparecen en las fotos, sospecho que allí se teje casi todo, además los presidentes son figuras que cada vez mandan menos, como que todos los resortes básicos pasan por otros lados, por el Ministerio de Economía, por el Banco Central, por los organismos internacionales de crédito, por los grandes banqueros, en el plano militar por el Pentágono, los pentagonitos, por las agencias de inteligencia.
Todo indica -por lo menos en principio desde sus posturas- que el gobierno de Bolsonaro no mira con tanto entusiasmo como los gobiernos anteriores ese bloque BRICS que Brasil ha integrado junto con Rusia, India, China y Sudáfrica.
¿Puede haber cambios en eso, eso puede repercutir también en la región? Porque era un bloque con un peso importante, por supuesto ¿no? Sí, posiblemente sí, por lo menos la intención. Ahora aparece el tema del socio natural que podría ser -para Brasil- China, incluso la propia Rusia en otros planos. O sea que hay como una especie de disociación entre lo que es la dependencia real, la dependencia financiera respecto de Estados Unidos y la dependencia comercial creciente con otros mercados, lo cual genera una situación bastante irreal en muchos de estos países. En donde el discurso a veces, o el hecho por ejemplo que Paraguay sigue teniendo relaciones con Taiwán, o que el propio Bolsonaro podría tener la intención por ese comunismo anti visceral que aparentemente tiene o vende, anticomunismo que se extendió a posteriori, como que le quedó el resabio. Pero como que, incluso parece una dicotomía bastante grande, yo he escuchado a liberales aquí de toda la vida planteando que, bueno, que el gran liberal en el mundo hoy es China que es la contradicción absoluta de un país absolutamente dirigido económicamente planificado centralmente. Frente a un discurso que ya no tiene nada que ver con una realidad mundial de un mundo abierto, de un mundo globalizado, en un mundo cada vez más fracturado, más segmentado, con zonas de influencias cada vez más nítidas, o sea, frente a ese discurso de mundo globalizado y de comercio abierto y de hacer acuerdo con todos, su gran campeón liberal pasó a ser China, entonces decís, ¡pero estos están locos, no tiene nada que ver con nada! ¿De qué me estás hablando? Ahora tu campeón liberal del mundo es China.
Hay un liberalismo, en el caso de chino la planificación es hacia el neoliberalismo de alguna manera, se puede decir... La planificación se hace al neoliberalismo...
Es más ordenada que los países capitalistas... Pero siempre defendiendo a ultranza su trabajo interno. Los locos de repente hacen obras en muchos países de América y traen a sus trabajadores muchas veces. Y cuando te compran, no te compran el suéter, te compran la lana sucia. O sea, ellos defienden fundamentalmente su trabajo interno. Claro, por otro lado, como son tremendamente competitivos le dicen al mundo, abrite así y te vendo, pero del otro lado no es tan claro; salvo para los alimentos. Que sí, lógicamente, un país en expansión con necesidades alimenticias crecientes, obviamente en algunos planos, en algunos productos sí, y ahí sos casi un complemento natural. Pero el que piense que China es un país en el cual vos llegás y vendés, me parece que está equivocado ¿no?
Estuvo Nin Novoa por allá, ha estado bastante, como 10 días o una semana por lo menos... Sí, estuvo en una feria internacional que está funcionando
Digo, Uruguay, más allá de su tamaño en comparación con Argentina, con Brasil y con Chile, Uruguay también juega cartas allí. No sé si le interesa mucho a Donald Trump que tiene esa guerra ficticia con China, pero en definitiva Uruguay también quiere colarse en ese juego de seducción de China con Latinoamérica Sí, da la impresión que sí, hace tiempo que un poco se juega a eso pero, digamos, Uruguay está muy lejos de los centros de gran consumo que es lo que le puede interesar a China. O sea que quizás pueda interesarle -a China- Uruguay simplemente como un pie de apoyo en algunos aspectos puntuales, pero no mucho más allá que eso.
Claro, Uruguay podría acordar con una provincia china, incluso alcanzaría con una ciudad... Claro, una provincia de las más chicas, y además estamos en las antípodas de China desde el punto de vista geográfico, desde todo punto de vista. O sea que prácticamente Uruguay en ese plano jugaría muy poco y nada, más allá que sigue siendo el sueño. Pero creo que más que nada también hay toda una venta ideológica me da la impresión a esta altura, porque uno piensa que todo este tipo de cosas deben saberlas, sin embargo se sigue planteando por parte de muchos economistas del sistema, la necesidad de hacer acuerdos, la necesidad de Tratados de Libre Comercio. Veía un informe de Uruguay 21 planteando lo que pierde Uruguay por los impuestos que paga en el mundo para vender sus productos, lo cual ese impuesto lo paga el importador de esos países, y en última instancia lo paga el comprador chino, a lo sumo una parte de eso podría llegar a acá. Pero están hablando de cosas ínfimas, que no tienen una realidad. Además el problema de Uruguay nunca ha sido de mercado, ha sido de producción. Es más, el problema que tiene Uruguay muchas veces para ingresar a ciertos mercados, es de escala de producción. Es que en su momento, por ejemplo, cuando Uruguay empezó a desarrollarse a la industria del cuero con la producción de zapatos, de repente venían los chinos y decían queremos...
2 millones de cueros por día... Claro, y entonces no había capacidad de producción para abastecer esos mercados. O sea, el problema de Uruguay nunca fue de falta de mercados, porque por la magnitud de su producción, se inserta en cualquier nicho de mercado. El problema de Uruguay es que, claro, tenemos las mismas vacas y ovejas que hace un siglo y medio, el problema viene por allí. El problema de Uruguay no ha sido nunca, es más, si un día nos siguen comprando el ganado y la carne, vamos a comer los tendones los uruguayos, vamos a entendernos.
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