Entrevista a Gonzalo Abella y Gustavo López (Unidad Popular). “El programa de la UP debe convertirse
- La Juventud Diario
- 3 nov 2018
- 14 Min. de lectura

“En la actividad central que se hizo en Buenos Aires en esta cooperativa La Cacerola, aparecieron uruguayos por primera vez, otros que hacía muchos años que no estaban, se habían quedado militando en el Frente Amplio, vinculados a otras cosas, y aparecieron a conocer, a escuchar, a intercambiar con nosotros. Y tengo la sensación de que todos se fueron por lo menos convencidos de que es preciso y vale la pena seguir luchando por reconstruir la izquierda en Uruguay, y eso ya para nosotros es formidable”, dijo el maestro e historiador Gonzalo Abella que junto a Gustavo López -ambos integrantes de la fórmula presidencial de Unidad Popular- compartieron ‘Mañanas de Radio’ en CX36. Además hablaron de los desafíos que se vienen para la fuerza de izquierda. “Hay que insistir con la idea de que nuestra fuerza está en el colectivo social y que es desde el colectivo social donde tenemos que construir la Unidad Popular, a escala país, que es la militancia de la Unidad Popular, con el programa como arma de combate, con una actitud unitaria y desprejuiciada” y “precisamos hacer un llamado amplio y generoso a ser parte de este proceso, a no ser un espectador vacío, a comprometerse en lo concreto, cada uno dentro de sus posibilidades”, dijo Gustavo López.
Bolsonaro y el PT
Hernán Salina: El gusto de recibir aquí en el estudio al maestro e historiador Gonzalo Abella y a Gustavo López, integrantes de la fórmula ya definida por Unidad Popular para la candidatura a la Presidencia y Vicepresidencia de la República. En el arranque les pedimos reflexiones de lo que se ha ratificado en Brasil, la elección de Jair Bolsonaro, que desde el 1º de enero va a ser el presidente de Brasil y los distintos datos que se van conociendo. Un 98% de las ciudades más ricas de Brasil votaron por Bolsonaro, un 97% de las ciudades más pobres votaron por Haddad, por decir un dato ¿no?
Gonzalo Abella: Bolsonaro es para el progresismo, para la falsa izquierda que hizo tantos desastres y cometió tanta corrupción, es la muerte anunciada. Es decir, en un electorado joven como el brasilero, que no lo piensa dos veces como un electorado más envejecido como el nuestro, es decir, la furia contra la corrupción. Creo que el pueblo humilde le perdona menos a una persona que fue de origen obrero y que quiso que fuera su propio espejo, se lo perdona menos que a una persona que viene de otro sector social. Y realmente la indignación fue la base de este revés que espero que sea definitivo para el PT y que el limpio rostro del pueblo brasilero aflore con organizaciones mucho más dignas. Pero lo más importante a nivel continental es que la alianza militar fundamentalmente Colombia - Brasil, con el apoyo de Trump desde la Casa Blanca, genera una amenaza de guerra continental y de invasión de aquellos países que resisten, donde por alta probabilidad el eslabón más débil, por su coyuntura interna, es Venezuela, después irán por Bolivia y tratarán de hacer un cerco a Cuba. Ahora, pobres de ellos si creen que lo van a poder hacer. En este momento la amenaza es terrible, el pueblo brasilero va a sentir en pocos meses el impacto de lo que significa este despojo que acelera lo que ya empezó Temer barriendo con 100 años de derechos sindicales y sociales del pueblo brasilero, ahora es descarnado. Pero esta coalición por arriba sólo puede responderse con la coalición por abajo de los pueblos en lucha. Y lo que vemos nosotros en Argentina, lo que yo se que está pasando en Brasil es que hay mucha potencialidad de resistencia social. Lo que falta en Argentina y Brasil todavía es la herramienta política para canalizar en el frente político el enfrentamiento a los Bolsonaro. Por eso, en esta coyuntura continental, la existencia de la Unidad Popular pasa tener a nivel continental una importancia estratégica aún mayor. Lo dijo Eduardo Rubio en declaraciones recientes, el tema es que a la ofensiva de la derecha sólo se le responde con izquierda y no con posiciones ni cobardes, ni vacilantes, ni corruptas. Por eso hay que valorar lo que somos, lo que proponemos y lo que hemos construido, aún a nuestra escala, como un aporte a una construcción continental de lucha de los pueblos
Gustavo López: Cuando, hace ya unos 13 o 14 años la Asamblea Popular daba los primeros y augurales pasos en tiempos de auge del progresismo en el continente y en nuestro país, nosotros afirmábamos que el rol histórico que han jugado estos gobiernos es el de abrirle el paso a la derecha, el de pavimentarle el camino a las peores y más reaccionarias expresiones del conservadurismo político. Por entonces alguien podía pensar que estábamos exagerando la nota, ¿pero cómo gobiernos de esta naturaleza le van a pavimentar el terreno a la derecha? Hoy, unos cuantos años después infelizmente la realidad nos da la razón, el rol histórico y esto es lo relevante a analizar, el rol histórico que ha jugado el PT de Lula, el Frente Amplio en Uruguay también, han contribuido a oxigenar, a volverle a dar vida a las expresiones más atroces del conservadurismo político con visos claramente fascistizantes. Brasil no es cualquier país en este continente, Brasil es la octava potencia del mundo, Brasil ha jugado un rol de subimperialismo en la región. Nosotros somos, por ejemplo, en materia de una producción clave para el Uruguay como la producción láctea, somos brasilerodependientes, vendemos casi la totalidad de nuestra producción láctea a Brasil. Por tanto el cuadro regional nos obliga a una reflexión seria, este no es cualquier gobierno, este es el gobierno de los dueños, esta es una respuesta a las clases dominantes en el marco de una reestructuración productiva para superar la crisis que en última instancia el capitalismo tiene planteada. Hay mucha responsabilidad en esto del gobierno del PT, muchísima responsabilidad, y esto hay que señalarlo, porque la no resolución de los problemas centrales de la población brasilera sumado a la mimetización con el modo de gobernar de las clases dominantes y particularmente con la corrupción, habilitaron el camino para esto, creo que hay una síntesis que hace nuestro compañero Eduardo Rubio muy ajustada que dice, aquellos Lulas trajeron a estos Bolsonaros, y esa es la historicidad que hay que comprender. Si el PT se aplicara al cumplimiento de su programa histórico, a la reforma agraria, a la nacionalización del comercio exterior, a resolver los problemas de la pobreza en Brasil, nunca más crecía un Bolsonaro. En la década del 60 o el 70 expresiones como las de Bolsonaro para gobernar tenían que matar, tenían que torturar, tenían que dar golpe de Estado, ahora ganan elecciones; y esto es una cosa preocupante en el marco además de una derechización del continente en su conjunto. También alienta ciertas ilusiones terceristas o el malmenorismo, se establece como una lógica de entonces lo mal menor, y eso también hay que combatirlo desde el punto de vista ideológico. El PT no fracasa por izquierda, el PT fracasa por derecha, y la única forma de evitar el avance de estas posiciones es consolidando izquierda, construyendo izquierda, unificando izquierda en el plano social y en el plano político. No se enfrenta a los Bolsonaro ni a ninguna ofensiva fascistizante en la región con posiciones que han demostrado en los hechos el fracaso.
Brasil y Uruguay
HS: Ahora el Frente Amplio, ya lo están diciendo, que hay preocupación, que lo están analizando… aparecen las autocríticas por el lado de que falta formación política a la gente, a la militancia para valorar lo que es el Frente Amplio. Lo mismo se dice desde el PT. Que no se comunica bien las cosas buenas que se hicieron. Cabe esperar que va a haber una ofensiva feroz del Frente Amplio para intentar retener, buscar esa idea de salvación de que es lo menos malo, que habrá que enfrentar, que habrá que tener en cuenta también. GA: Sí, es reforzar un argumento que ya estaba usando, que son lo menos malo. Y realmente la Unidad Popular hoy tiene testimonios prácticos para demostrar qué es una política de izquierda. Cinco años atrás íbamos con Gustavo por el país y era una cosa que mucha gente podía entenderla como abstracto, pero ponerse a la izquierda del Frente Amplio no es posible. Hoy el diputado, su equipo, la acción de la Unidad Popular ha demostrado que somos capaces de probar que otro camino es posible, eso es lo primero. En segundo lugar, el Frente Amplio va a tener que batallar con la dura cara de la realidad, una cosa son las estadísticas presentadas por ellos y otra cosa es lo que la gente ve en la calle, en su propia familia, en la angustia que nos da a fin de mes, de la carestía, de la desesperanza, del aumento de la violencia social, la falta de empleo, el desmantelamiento de la industria, la tercerización. A la gente le da mucha bronca que las redes de cobranza sustituyan a los organismos y a los Ministerios del Estado. Y la gente que tiene trabajo estable también tiene susto, ni qué hablar la miseria de las jubilaciones. Entonces, yo creo que el mensaje central en la campaña electoral tiene que centrarse en nuestro programa, tiene que centrarse en la denuncia de las claudicaciones, pero tiene que demostrar además que nuestro programa es viable hasta económica y financieramente sin llegar a ninguna quimera. Y que tenemos toda una serie de procesos de construcción de un camino diferente que no requieren todavía la socialización de los medios de producción en su conjunto, ni requieren todavía la estatización del comercio exterior, que son cosas irrenunciables a mediano plazo, pero podemos demostrar que en lo inmediato somos capaces de construir un modelo de mitigación de los peores impactos simplemente teniendo una fuerte bancada parlamentaria, aunque aspiramos a un eventual gobierno de la Unidad Popular de inmediato.
La participación popular
MAB: Todo lo que ha pasado en Brasil que termina en Bolsonaro y que puede tener capítulos muy similares en otros países, parece que ineludiblemente lleva por el vaciamiento de las organizaciones sociales, usar la unidad de los trabajadores para fines muy espurios, parece una dominante. GL: El desmantelamiento es condición de posibilidad de la traición, de alguna manera precisamente, generar las condiciones para que el traicionado no intervenga, porque sino evitaría la traición, esto es una cosa evidente. Veámoslo en el ejemplo uruguayo, seguramente más fácil de comprender para el conjunto de la audiencia, hubo que desmantelar primero los comités de base, las coordinadoras, las instancias asociativas a nivel social, y sustituir eso por formalidades, sellos, burocracia, direcciones sin control de las bases, la ausencia de asambleas participativas durante largos períodos de tiempo en el movimiento sindical, de modo tal de generar en esas direcciones legitimadores sociales de las políticas del gobierno y un gobierno que avanza sin control social, sin control popular. Este es el drama incluso del fracaso de experiencias de cambio durante todo el siglo XX, la participación popular, esa es la clave. Porque no se podría en Uruguay, por ejemplo, privatizar el 52% del territorio si existiera un movimiento popular organizado y de base. No se podría desarrollar una ronda de Consejos de Salario con pérdidas de salario real con un movimiento obrero participativo, movilizado, en la calle, levantando el umbral de resistencia. Por tanto tiene que bajar los umbrales de resistencia y en todo caso generar también una suerte de lucha virtual. O la ley de Riego… no se le puede imputar a nuestro pueblo el no haber alcanzado las firmas exigidas para convocar a un referéndum. ¡De ninguna manera! Esa es la responsabilidad de un conjunto de direcciones sindicales y políticas que trabajaron para sabotear ese proceso. Y a la militancia de la Unidad Popular hay que saludarla, reverenciarla y decirle que estuvo a la altura de la circunstancia y que ese es el camino que nos va a permitir multiplicar nuestra fuerza en el seno del pueblo.
MAB: Y para la pregunta que muchos hacen: ¿pero y qué, ahora hay que empezar todo desde cero? Desde cero no; la experiencia que acumuló el pueblo uruguayo está acumulada. GL: Pero claro, incluso a nivel regional, nunca se empieza desde cero porque hay décadas y siglos de acumulación popular atrás. Es cierto que estamos en una situación compleja, y hay que asumirlo sin reservas y con todo lo que esto significa. Es cierto que viene una arremetida contra los derechos de los trabajadores. Es cierto que hay un retroceso secular, al mismo tiempo que aquí se celebran y en la región también, avances en materia de agenda de derechos, etc., hay un retroceso secular contra la legislación laboral. En Brasil hay que trabajar 46 años para jubilarse ahora con la reforma de Temer. Se admite el contrato intermitente de trabajo, usted trabaja hoy y mañana tiene que fijarse si es convocado o no a trabajar, le van a pagar por cada día que trabaje, ya no va a tener un salario mensual, etc. El avance contra los derechos de la seguridad social que ya están en discusión en Uruguay, es asombroso, y el tipo de argumentos que manejan, porque efectivamente hoy la humanidad vive más tiempo, y efectivamente hoy la revolución científica y tecnológica permitiría trabajar menos horas. Bueno, lo que proponen es trabajar más. Hace poco tuvimos una discusión con una decisión de profesionales que está promoviendo una reforma de su caja previsional, decían, bueno no pero con 65 años desde luego que la gente puede trabajar; y eso planteado así parece hasta lógico. Ahora, una cosa es 65 años en una oficina, y otra cosa es quien estiva bolsas de 70kg. en el Puerto de Montevideo. En la industria frigorífica, en lo que queda de esta industria, 40% de los trabajadores se jubilan anticipadamente por razones de enfermedad, sobre todo escoliosis de columna, discos, etc., la gente que carga las reses... Entonces no se puede plantear eso en términos genéricos como si fuera, no, porque ahora vivimos más y por tanto tenemos que trabajar más. Además se complica la tasa de reemplazo, si nosotros no generamos la posibilidad de que la juventud tempranamente se vincule con el mundo del trabajo, las dificultades van a ser mayores.
Gira en Bs. As.
HS: Vamos con lo que fue Argentina (ver imágenes), ya que hablamos de la región, ustedes haciendo política con los uruguayos en Argentina. GA: Sí, estuvimos en realidad 3 días muy intensos de trabajo en Argentina, yo quiero resaltar, nos conmueve con Gustavo la visión estratégica del equipo de compañeros que allá, porque están desde hace mucho, trabajaron constantemente y lo más importante es que tienen un plan. Y que van desarrollando un plan y ninguno de ellos tiene la vida regalada, hay dificultades económicas, problemas familiares, pero la cohesión del grupo es extraordinaria, la firmeza del grupo, y cómo ellos entienden el papel de una organización revolucionaria que tiene un equipo logístico fuera del país, las tareas de apoyo, las tareas de construcción, las tareas de inserción, eso en primer lugar, el equipo, el equipo de compañeros que está allá al firme. En segundo lugar que en el acto en la cooperativa La Cacerola, un acto importante con uruguayos y argentinos, la presencia de Ricardo Cohen para nosotros fue una alegría, aportando desde la visión del PCR, desde luego estuvo también Silvia Martínez con un brillante alegato donde terminó diciendo la lucha contra la Ley de Riego recién empieza, este fue nuestro primer ensayo; y la calidez, los nuevos compañeros uruguayos que se nos acercan tanto en la radio comunitaria La Tribu, como en La Cacerola. O sea, que en primer lugar el equipo, en segundo lugar el trabajo de plan, en tercer lugar la valoración del contacto con los uruguayos residentes se vincula con el contacto con las organizaciones sociales y las organizaciones políticas argentinas, porque la Unidad Popular necesita para eventuales luchas muy duras del futuro por lo menos ser conocida y conocer quién es quién, entonces el trabajo de contacto fue extraordinario. En cuarto lugar habría que señalar que salimos 100 kilómetros al norte, a Zárate, una reunión conmovedora con uruguayos y argentinos, que terminó con canto popular, con toda esa alegría fraterna quizá excesiva que da el vino, pero terminó a los abrazos, pero fue maravilloso el clima de unidad, de identidad de ahí, y yo diría también, quizá Gustavo maneje más elementos, el contacto con organizaciones políticas, pero fundamentalmente el contacto con organizaciones sociales, con la CTA y el contacto con los trabajadores de Telam que están en una lucha con una metodología que combina elementos de fuerza con elementos de propaganda y agitación, que a mi juicio, más allá de que el conflicto todavía no les han pago, pero la justicia reconoció sus derechos, que tienen razón. Nos parece que es una mirada alentadora hacia la Argentina que resiste.
GL: Argentina que está en ebullición, resistiendo un ajuste salvaje como nunca se conoció, volviendo a un nivel de sometimiento con el Fondo Monetario Internacional propio de los tiempos de la dictadura militar, leíamos en un periódico muy conocido de Argentina, Página 12, el porcentaje de ajuste, es decir el dinero que dejan de percibir áreas tales como comedores infantiles, la salud, la educación, para votar en el Congreso este ajuste tuvieron que desatar una represión feroz contra amplios sectores del campo popular. Esa es la Argentina de Macri, y en esa Argentina de Macri un grupo de uruguayos hace muchísimos años que sostiene una agrupación de la Unidad Popular, en un mundo donde la vida te obliga a correr 10 ó 12 horas para tener el sustento, en un mundo donde la descomposición de los vínculos, a veces en el propio entorno familiar empiezan a generar distanciamientos, en una ciudad como Buenos Aires con las distancias propias de ese mundo, hace decenas de años que esos compañeros se mantienen unidos, vinculados estrechamente con la realidad uruguaya y levantando la bandera de Unidad Popular. Eso tiene un valor extraordinario, hay que verlo para creerlo, cómo esos compañeros se han mantenido y cómo se convierte en una referencia para compañeros argentinos y para otros uruguayos que no son de la Unidad Popular, pero que tienen que reconocer la consecuencia de esos compañeros en todos estos tiempos. Desde los tiempos de la Casa Cultural Uruguay- Argentina, hasta hoy, como se han mantenido en esa realidad. Y luego lo que decía Gonzalo, estamos a un año de las elecciones, en Zárate se relacionan con una actividad -por primera vez llegábamos a Zárate- los compañeros salían de la Capital Federal y nos encontramos allí con casi 50 personas, uruguayos y argentinos, preocupados por las mismas cosas, identificando los mismos problemas como comunes, conscientes de que la resolución de esos problemas también se corresponde con una acción común en el marco regional, con una expectativa extraordinaria de organizaciones argentinas en conocer a la Unidad Popular. La CTA nos recibe el responsable de Relaciones Internacionales y dice: “Yo conocí a la Unidad Popular en Haití con (el diputado Eduardo) Rubio”. Ese ya es un compromiso de perspectiva. Quien se conoce en Haití y no en Bruselas, tiene un vínculo diferente a partir de lo que quiere hacer y de cómo lo quiere hacer. Luego nos recibieron organizaciones políticas de trayectoria de Argentina, con las que tenemos capaz que menor nivel de acuerdo, que coordinan con el Frente Amplio, pero que hay que reconocer la deferencia de habernos recibido, de mantener un vinculo de debate por momentos, pero un vinculo de respeto también, me refiero al Partido Comunista Argentino, con los que tuvimos una importante reunión con buena parte de su Comité Central y el responsable de su Centro de Formación de Estudios, es decir se les jerarquizó nuestra visita. Y son vínculos interesantes, vínculos que dejan para adelante mucho para hacer, y sobre todo, modestamente, creo que estamos contribuyendo también a la consolidación de ciertos espacios de militancia para la colectividad uruguaya en Argentina, sobre todo cuando los tradicionales también fueron desmantelados. Es decir ya aquellas cosas que juntaban a la colectividad uruguaya en Buenos Aires, un exilio muy próximo, un exilio de cercanía, un exilio que permite estar en contacto con la realidad uruguaya, fueron también de alguna manera corriéndose. En la actividad central que se hizo en Buenos Aires en esta cooperativa La Cacerola, aparecieron uruguayos por primera vez, otros que hacía muchos años que no estaban, se habían quedado militando en el Frente Amplio, vinculados a otras cosas, y aparecieron a conocer, a escuchar, a intercambiar con nosotros. Y tengo la sensación de que todos se fueron por lo menos convencidos de que es preciso y vale la pena seguir luchando por reconstruir la izquierda en Uruguay, y eso ya para nosotros es formidable. Recordaba conversando con algunos argentinos que hoy ven el horror del ajuste de Macri sobre las condiciones de vida, por ejemplo los servicios públicos, estamos hablando de aumento del orden de los 400% para algunas tarifas públicas, imagínense en esa realidad aplicada a los servicios en Uruguay. Les decía que googlearan, como se dice ahora, o buscaran en los archivos, la euforia con que el gobierno uruguayo celebró el advenimiento de Macri, y aquel Encuentro de Anchorena, y cómo los expresaba Tabaré Vázquez en relación a que ahora sí iban a encontrar un gobierno con el que establecer interlocución, dialogo y cooperación.
GA: Una anécdota: El coordinador de esta cooperativa gastronómica que es La Cacerola -que es un restorán abajo y una sala de reuniones arriba, que nos dio la sala gratis- Walter, un hombre de mi edad, o quizá más de 70, nos ponemos a hablar, es de Cerro Largo, le dije que yo fui maestro rural allá y me dice: “Claro, yo soy de las Misiones Socio Pedagógicas. Trabajé en Centurión, de ahí salimos un montón de Tupas, de la lucha agraria, yo trabajé en Centurión, después me fui al MLN”. Te imaginarás, entonces empezamos a hablar de la lucha, de las Misiones Socio Pedagógicas, y al final me dijo: “Mirá, ustedes son los únicos que tienen ese espíritu, dice yo mirá que pasa gente uruguaya por acá, pero lo que yo he visto abajo vibrando hoy de la intervención de ustedes, de los compañeros uruguayos que estaban ahí, yo te diría que por un momentito recuperé aquel viejo espíritu de aquel sueño revolucionario y agrario de las Misiones Socio Pedagógicas de la mina y Centurión en Cerro Largo”. Entonces, un hombre que no me dijo que nos va a votar, pero yo pienso el efecto multiplicador de estos 3 días cuando se trabaja en función de un plan.
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